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Paz y Ciencia

lunes, 23 de abril de 2012

Las Prioridades en la Vida

"Intención sin acción es pura ilusión". Andrés Martín Asuero.
Un componente de la personalidad resistente al estrés es el control. Ello requiere saber administrar el tiempo, conocer las limitaciones personales y saber decir que no de forma asertiva. Otro elemento de la personalidad resistente al estrés es que nuestra actividad tenga un sentido en la vida, siendo conscientes de qué hacemos y por qué lo hacemos. Podemos construir un tríangulo donde figure el Yo, las relaciones y el trabajo, el triángulo equilátero se relaciona con el equilibrio. Si una de estas áreas aumenta será a costa de las otras. Esta idea de reparto de actividades no debe tomarse de forma estricta; es una referencia para reflexionar sobre cómo reparte uno su tiempo y cómo le gustaría hacerlo. Ello no impide que haya momentos en la vida con desequilibrio, como cuando uno empieza un trabajo nuevo y tiene que dedicarle mucho tiempo, o cuando los hijos son pequeños y consumen todo el tiempo del yo. Este último caso es lo que Winnicott diría que la madre profundiza en una enfermedad esquizoide normal, es decir, el que la madre esté pendiente de su hijo con auténtica devoción y trabajo. Esto es algo común y corriente, que este pediatra y psicoanalista detectó en su trabajo tanto en el hospital como, después en su consulta de psicoanalista. Una vida dedicada solo al trabajo puede ser muy satisfactoria, pero deje que ello sea el resultado de una decisión consciente, no una reacción inconsciente a las circunstancias. Sobre todo recuerde que debe cuidar sus relaciones personales y su salud si quiere evitar el estrés. De la misma forma, una vida donde las necesidades laborales y las necesidades de su familia consuman todo el tiempo puede ser razonable cuando los niños son pequeños, pero si se mantiene a la larga, usted puede llegar al agotamiento por o atender sus propias necesidades. Si cree que hay algunas cosas que debería cambiar en su vida, considérelo, no se precipite, pero déjese guiar por su corazón. No piense en cambios radicales; son muy difíciles y costosos y no siempre salen bien. Es mejor los cambios graduales, en los que se va consolidando el terreno mientras se avanza. Elija algún aspecto de su vida que le gustaría cambiar, siempre que tenga oportunidad y necesidad de hacerlo. No tome lo más difícil; valore sus posibilidades y seleccione algo en lo que crea que, si se aplica a ello, puede tener éxito. Aplíquese con constancia, paciencia y motivación y siga trabajando en pulir esas aristas de modo sucesivo.
"Sea lo que sea que puedas hacer, empiézalo. La audacia contiene genio, poder y magia". Goethe.

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