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Paz y Ciencia

jueves, 11 de marzo de 2010

Sueño, vida y espacio transicional


Gustave Courbet 1866 EL SUEÑO


El soñar dice Freud en "El Proyecto" que se da debido a que el Yo todavía no ha descargado el efecto de lo anímico durante la vigilia, es decir que sigue trabajando durante la noche la vida onírica, reconstruyendo, recreando, inventando y recordando, transformando y reviviendo escenas que se rigen por el proceso primario, estimuladas por el efecto de los restos diurnos. Soñar por tanto es un proceso de liberación de las catexias que quedan atrapadas durante la vigilia.
Soñar es un efecto que Freud liga al Eros, a la vida y el no soñar al tánatos, a la muerte. Dice Ripesi en un epígrafe titulado "¿Figuración romántica de lo onírico?": "La casa del que duerme- dice L.Marechal, en Adán Buenosayres-, toma precauciones de trinchera o de tumba". En cualquiera de los dos casos los sueños no han acudido a la cita.
Los sueños, dice Freud, son la expresión de la actividad de Eros, A.Bouguignon va más lejos y establece una equivalencia entre el soñar y el Eros y el dormir y la pulsión de muerte...

Añade al final: Ese "interno-externo" -esa proyección "en el interior" de la que habla Freud-, lugar de despliegue onírico, sugiere una tópica subjetiva heredera de lo que Winnicott describió como "zona de fenómenos transicionales", lugar para que lo habiten objetos que, como los sueños, "no están ni afuera ni adentro" (una de las características de los "objetos transicionales").
El sueño es una actividad poética, el inicio del sueño es una pequeña muerte que da paso al soñante a una vida creativa, de construcción y elaboración. El despertar abriga el candor del sueño y le proporciona una interpretación que las más de las veces el soñante si reflexiona un poco con la luz apagada y algo desorientado puede llegar a intelecciones interesantes acerca de los sueños. Los sueños nos indican aquello prohibido y derriban muros, por tanto son una fuente inagotable de vida, un alimento del alma y un excelente material para el análisis.
Fuente: Quemar las Naves. Ensayos Winnicottianos. Daniel C. Ripesi. Ensayo titulado: "La capacidad Onírica. El sueño. ¿Guardián del despertar?"

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