Vittorio Guidano en la Belleza de Pensar

Entiendo que para ser un buen psicoterapeuta hay que conocer otros modelos epistemológicos, otras formas de clínica y así aumentar la "caja de herramientas" del terapeuta. Esta caja equivale a una forma de ampliar los registros perceptivos y teóricos de la personalidad del terapeuta. Si nos quedamos enquistados en un modelo, como dijo Winnicott a Melanie Klein, quien quería postular su metalenguaje como modelo de la psicoterapia, estamos hablando de lenguaje muerto. Debemos conocer profundamente otros enfoques porque si no podemos ceñir al consultante en un lecho de Procrusto donde el dogma, el saber y la certeza a través de una "interpretación inteligente" (Winnicott) colapsa su gesto creativo, lo que llama Guidano auto-organización.
Guidano resalta la postura post-racionalista según la cual el terapeuta sabe menos que el paciente, ese SsS (Sujeto Supuesto Saber) de Lacan. Señala que el psicoanálisis clásico, ahora introducido en corpúsculos dogmáticos institucionales cada vez menos recomendables es muy rígido. La formación rinde homenaje a unos autores, que corresponden con aquellos con los que el terapeuta ha sido formado. Es una suerte de aprendizaje observacional, imitación y casi adoración.
También habla de la enfermedad del terapeuta, que vive en un mundo intelectualizado, donde se teoriza. Al respecto cuenta una anécdota para desengrasar sobre el hijo de dos terapeutas.
Anécdota de Guidano: Tú que eres un hijo de terapeutas, eres loco o menos loco? Yo considero que soy loco como los otros niños pero estoy orgulloso de serlo. Esto es lo que (explica Guidano) dice un hijo de terapeutas.
Por cierto, el entrevistador es una joya que ha entrevistado a otras primeras líneas como Kernberg o Claudio Naranjo, aquí comentados.