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Paz y Ciencia

jueves, 30 de julio de 2020

Claudio Naranjo sobre Fritz Perls



“(…)  Si Fritz Perls fue un profeta de Dionisio, como a menudo he propuesto—uno que hacia efectivamente presente lo dionisiaco en su contacto con la gente, cambiándola a través de la oportunidad de encuentro con ese espíritu— diría

que Nietzsche fue un apóstol de Dionisio: uno que a través de su filosofar comprendió que la única salvación para la civilización occidental podría ser una inyección de espíritu dionisíaco.”

 

“(…) La Gestalt tal vez sea la más dionisíaca de las terapias. El creador de la Gestalt—Fritz Perls– fue alguien a quien he caracterizado como una especie de apóstol de Dionisio. Lo que significa un apóstol del placer y un apóstol de la naturalidad, entre otras cosas.

Apareció en Estados Unidos un “comic”, que se llamaba “Mister Natural” y me he preguntado si tal vez hubiese sido inspirado por Fritz Perls. Se ve en él a un barbudo al que se acercan los discípulos muy respetuosamente: “Mister Natural, dígame como debo yo comportarme con mi querida; dice que tiene este problema con su padre, etc.,etc.– y Mister Natural le responde diciendo cosas muy simples y un poco blasfemas. “Qué me importan a mi tus pajas mentales”, por ejemplo. Su comportamiento no pretende de ninguna manera ajustarse a un rol terapéutico, pero entraña tal confrontación de la estupidez de la persona que pide ayuda, que termina siendo más sanador que si lo pretendiera.

Algo así era Fritz, cuya manera de hacer terapia era en buena parte su expresión de verdad y su actitud más humana que profesional. Y además de natural y mal educado era también Fritz un hombre, aparentemente, antireligioso. Una vez fui testigo de una sesión de terapia que hacia con un ministro protestante, y no recuerdo los detalles pero sí recuerdo que Fritz le decía “tu dios interfiere en nuestra comunicación”, “tu estas poniendo a dios entre tu y yo”. Para Fritz bastaba con el tú y el yo, y diría que implícitamente intuía lo divino en el corazón de lo humano. Y su manera de hacer terapia era tan directa que se saltaba todas las referencias tradicionales. Partía de la base que todo lo que estamos buscando está ya en el momento presente.

Pero esta misma terapia gestáltica, que décadas atrás fue el más poderoso fermento del mundo humanista y que he caracterizado como altamente dionisíaca, es también muy apolinea, y aquí estoy introduciendo un nombre que hace referencia a otro dios griego, que representa justamente lo contrario de Dionisio: Apolo.

 

De modo que, aunque sea cierto que Fritz Perls haya sido un gran dionisiaco, sería aún más exacto decir que fue un cincuenta por ciento dionisiaco y cincuenta por ciento apolíneo. ¿Qué quiero decir con esto? Parece una contradicción, ya que hablar de lo dionisiaco es hablar de entrega, y lo apolíneo tiene relación con el control. Dionisio es embriaguez, en tanto que Apolo es lucidez. ¿No son acaso cosas contradictorias? ¿No son incompatibles? Sólo aparentemente. Digamos que son más bien complementarias, no más incompatibles que la afirmación de que  muestro puño sea una mano, y la afirmación de que una mano sea esto: (muestra la misma mano con los dedos extendidos).

La forma de espiritualidad prevalente en las altas civilizaciones es una espiritualidad apolinea, y se asocia a ciertas formas ya prefijadas de la virtud: ciertas normas, ciertos mandamientos, reglas o recetas. El camino dionisiaco, en cambio, es completamente misterioso, como también lo es el camino del chamán. Para explicar el chamanismo muchas veces he citado una frase de un célebre rabino de Polonia que dijo, unos tres siglos atrás: “todo lo que aprendí, lo aprendí de mi padre; él no imitaba a nadie. Yo tampoco”. Un chamán aprende principalmente de si mismo: de su inspiración y de se experiencia.”

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Zaragoza y Psicoterapeuta

Teléfono: 653 379 269

Instagram: @psicoletrazaragoza

Página Web: www.rcordobasanz.es

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