Dejar que un bebé llore no es pedagogía, es ensañamiento. Muchos padres de la vieja escuela o adoctrinados por el Dr. Estivill y sus secuaces "enseñan" algo que va contra la propia Naturaleza. Nuestros ancestros nómadas llevaban a sus hijos en todo momento piel con piel. Dormían con sus bebés y les daban su leche el tiempo que lo necesitaban.
Ahora, en la era del capitalismo, producir, jornadas laborales maratonianas y poco tiempo para lo verdaderamente importante, estamos retrocediendo en la crianza. Un bebé que llora y se le oye, dejándole llorar, es una atrocidad. Los gorilas cuidan mejor a sus crías que la mayoría de la población. Un estudio publicado en El País dice que solo el 18% de las madres españolas dan el pecho seis meses o más. Los pediatras recomiendan un año y dos años como ideal.
El parto se ha convertido en un acto artificial de tecnocracia. Curioso dato que en las clínicas privadas exista un mayor número de cesáreas. Esto es solo un ejemplo de que tener más dinero que Bolivia no es que hagamos mejor, o solo bien, lo fundamental.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y Psicoterapeuta
lunes, 8 de julio de 2013
La admiración de la tortura
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