PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

miércoles, 1 de abril de 2009

Ecotono y Espacio Transicional

El ecotono (de la combinación entre eco- (logía) y -tono, del griego tonos o tensión; en otras palabras, un lugar donde los componentes ecológicos están en tensión) es la zona de transición entre dos o más comunidades distintas. Generalmente, en cada ecotono viven especies propias de ambas comunidades, pero también pueden encontrarse organismos particulares. Con frecuencia la ruptura entre dos comunidades constituye un límite bien definido, denominado borde. A menudo, tanto el número de especies como la densidad de población de algunas de las especies es mayor en el ecotono que en las comunidades que lo bordean debido a un efecto de borde, basado en el empalme de algunas poblaciones en una misma zona por el aprovechamiento de nichos compartidos en dos comunidades con estructuras muy diferentes. Desde el punto de vista sistémico es en el ecotono donde se produce el mayor intercambio de energía y materia. Así, el ecotono representa la zona de máxima interacción entre ecosistemas limítrofes. Es por este motivo que estos límites suelen considerarse como zonas de mayor riqueza e interés biológico.

El espacio transicional es un lugar potencial entre dos personas, un territorio donde se entrelazan dos mundos, dos subjetividades, es allí donde se genera un intercambio de subjetividades que genera un nuevo lugar de crecimiento. Dice Winnicott en Playing and Reality:“no discutida respecto de su pertenencia a una realidad interna o exterior (compartida), constituye la mayor parte de la experiencia del bebé, y se conserva a lo largo de la vida en las intensas experiencias que corresponden a las artes y la religión, a la vida imaginativa y a la labor científica creadora”.Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa, pág. 32.
“Para asignar un lugar al juego postulé la existencia de un espacio potencial entre el bebé y la madre. Varía en gran medida según las experiencias vitales de aquel en relación con esta o con la figura materna, y yo lo enfrento a) al mundo interior (que se relaciona con la asociación psicosomática) y b) a la realidad exterior (que tiene sus propias realidades, se puede estudiar en forma objetiva y, por mucho que parezca variar según el estado del individuo que la observa, en rigor se mantiene constante)”.Winnicott D (1994) Juego y realidad. Barcelona: Gedisa, pág. 65
Así pues, el espacio transicional es un territorio para jugar (playing) sin reglas y crecer, relacionarse y madurar, un espacio para crear nuevos campos de dominios psíquicos, nuevas realidades, un lugar para transformar(nos). En este campo se unen en un resultado final que es más que la suma de las partes, el mundo interno de un sujeto con su mundo externo y esta membrana porosa queda enlazada como un enlace covalente (en química los dos elementos comparten electrones para su estabilidad, como elementos y como molécula). El resultado un "mundo interno-externo compartido", donde se rigen unas leyes propias de la unión (vínculo) entre dos sujetos y que se ve en enriquecimiento de la realidad externa. Ese "mundo no interno-no externo compartido" es el espacio transicional. Aceptemos la paradoja y entenderemos a Winnicott.

No hay comentarios: