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Paz y Ciencia

lunes, 6 de abril de 2009

Análisis del Self

El primer término que se analiza es precisamente el self. Se refi ere a la concepción diferente que tiene Kohut de otros autores psicoanalíticos (Ericksson, Hartmman, Winnicott y Freud) respecto a este concepto; lo define como “una abstracción psicoanalítica del nivel bajo (cercano a la experiencia), es decir, como el contenido del aparato psíquico. No es una instancia de la mente, es una estructura interna de la mente puesto que: a)está catectizada con energía instintiva y b) tiene continuidad en el tiempo, es duradera y el sentimiento de mismidad no se pierde” (pág. 14). Esto puede observarse cuando Kohut se refi ere a los pacientes con
trastornos narcisistas de la personalidad. Señala que precisamente estos “sufren perturbaciones específi cas en el ámbito del self y aquellos objetos arcaicos catectizados con libido narcisista (self object) que aún se hayan en estrecha relación con el self arcaico... Los self object, por cierto, no se viven como distintos e independientes del self” (pág. 18).
De (La obra de Heinz Kohut.Fernando Bilbao Marcos).:
La patología fundamental de la personalidad narcisista, nos dice Kohut, radica en el hecho de que ni el self ni los objetos narcisistas arcaicos, están suficientemente catectizados, por lo que están expuestos a la fragmentación temporaria. O bien, pueden estar sufi cientemente bien catectizados pero no integrados con el resto de su personalidad, privándose así el self maduro de las catexias narcisistas. De esta forma, la conciencia de vulnerabilidad del self es lo que genera la angustia de los narcisistas.
En el caso de la reactivación del self grandioso en el tratamiento psicoanalítico, se establece la transferencia espejeadora. Esta se manifiesta de tres maneras, según el estado evolutivo específico de la estructuración psicológica del self grandioso. Estas maneras son las siguientes:
• Transferencia funcional, donde el analista es vivido como una extensión del self grandioso y sólo hay referencias a él en la medida en que se han convertido en el portador de la grandiosidad y el exhibicionismo del self grandioso del analizado.
• Transferencia del alter-ego o Gemelar, donde el paciente supone que el analista es igual o semejante a él, o bien, que lo es en su constitución psicológica.
• Transferencia espejeadora en sentido estricto, donde el analista es vivido, más claramente, como persona distinta, por parte del paciente. Sin embargo, sólo es importante para él y sólo aceptado por él, dentro del marco de las necesidades
generadas por el self grandioso. Ello es debido a la reactivación de aquella fase normal del desarrollo del self grandioso en la que se observan dos conjuntos de respuestas: a) el destello del ojo materno, que refleja con admiración, como un espejo, el exhibicionismo natural del niño y b) las respuestas concretas
y empáticas de la madre, que confirman la autoestima del niño. Estos dos conjuntos de respuestas son revividas ante el analista. Este ocupa el lugar de la madre de aquél entonces y el analizando busca y espera que su analista le responda con
eco, aprobación y confirmación sobre sus logros y actividades.
Dichas respuestas deben manifestarse con jubiloso entusiasmo, tal como se supone actuó y sintió la madre.
Los tres modos de transferencia espejeadora son los siguientes:
• Transferencia espejeadora primaria (se establece espontáneamente).
• Removilización reactiva del self grandioso (por retiro temporario
de la transferencia idealizadora).
• Transferencia especular secundaria (repetición de la secuencia
genética).


La clínica de Kohut ha creado un modelo particular. De gran interés y aplicación a personas con Trastornos narcisistas. Una clínica abundante, recordemos que Paris nos dice que estamos ante una sociedad narcisista, y esta forma de malestar es común en nuestra cultura. Es interesante entender este modelo dentro de los trastornos del self-trastornos de la identidad, para descubrir los entresijos de la difusión de identidad y ese tipo de asertos intimidatorios.
Kohut, como investigador del Self, tiene presente al otro, de forma que continua con Winnicott cierta idea de intersubjetividad, la presencia de un campo intermedio. Y es que hay confluencias con otros aportes de Lacan, Klein, Ferenczi y Hartman. No me gustaría olvidar a Harry Stack Sullivan.
Hay 4 tiempos para entender la psicología: Lo que somos; lo que creemos que somos; lo que perciben que somos; lo que creemos que el otro percibe de nosotros. En la trama que se teje de esos cuatro nudos surge el Self, la identidad, o la autoimagen. Es allí donde debemos seguir cosiendo. En este tipo de clínica lo que el consultante percibe de sí mismo es "voluble" y no coincide con el otro. De esta distorsión de la propia identidad se puede llegar a entender los trastornos de pensamiento, y se me ocurre pensar en Bion. Una forma sencilla de entender como el autoconcepto influye en los sentimientos y el pensamiento está planteado por Beck y Freeman, así como con Young. Las distorsiones cognitivas y los esquemas cognitivos tienen que ver con las verbalizaciones internas que forman el concepto del self, si me permiten condensar modelos. Recuerdo una persona con una "perversión" catalogada y un débil "superyo" que no había podido forjarse, que intuitivamente llamaba muy a mi pesar el espacio analítico como "otra educación", tras renunciar a los prejuicios me di cuenta que tal vez estaba en lo cierto y que la ética como dice Erich Fromm forma parte de nuestros rasgos de personalidad.

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