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Paz y Ciencia

jueves, 24 de noviembre de 2011

Las reacciones normales y patológicas

Para comenzar Guidano es el encargado de poner a la ciencia psicológica en el status de ciencia madura (las ciencias maduras son mas bien explicativas que descriptivas. Al mostrar su enfoque como un modelo comprensivo y explicativo de los procesos de conocimiento humano)

Otro aspecto importante que destaca el modelo de Guidano es la imposibilidad de integración de las psicoterapias que están basadas en una epistemología empirista, con las terapias post-racionalistas. Esto las reduce, en el estudio de la psicología, a la descripción de la interacción entre organismos y ambientes. Esta tendencia las hace en extremo reduccionistas y también partícipes de la existencia de una causalidad lineal de la conducta humana. Este determinismo causal es ontológicamente imposible, de acuerdo a Maturana (1978). Creemos por lo tanto que la integración de las terapias conductuales, cognitivas y psicoanalíticas con el modelo propuesto por Guidano es definitivamente no viable y nos parece que la integración en psicoterapia, entendida como la integración de diferentes enfoques terapéuticos y por lo tanto de diferentes técnicas terapéuticas, sin considerar los aspectos epistemológicos que los sustentan parecen imposibles.





Existen cuitas de la vida que producen estrés, eso no es una cuestión patológica. En todo caso, siguiendo el protocolo médico-psicológico de la esfera académica y convencional, la psicopatología depende de si causa sufrimiento a la persona y problemas en la esfera social, laboral, familiar, personal, es decir, en algún ámbito de su vida cotidiana.
Hay personas que son más vulnerables al estrés, no todas tienen por qué tener un problema psicológico de base pero en muchos casos puede ser así.
Millon, un personólogo muy avezado en temas de personalidad ha descrito una íntima relación entre los estresores psicosociales, los trastornos de personalidad (su especialidad) y los problemas del Eje I, en los que son expertos los psiquiatras y psicólogos normalmente, por ejemplo ansiedad, psicosis o depresión.
Los trastornos de personalidad, que no son enfermedades y tienen tratamiento psicoterápico no se trabajan a nivel de servicios sanitarios públicos excepto en algunas comunidades privilegiadas. Y ahora sabemos que los recortes afectan a la calidad de estos servicios.
Por otro lado, los psiquiatras y psicólogos no suelen tener formación en psicoterapia y menos aún en trastornos de personalidad. Esto es algo que también está cambiando.
Las reacciones normales no deben entenderse siempre como síntomas de trastorno mental, existe un gradiente entre la salud y la enfermedad. Estar triste o "hipertímico" no es patológico. Las personas pasan por momentos felices y por momentos tristes. Los extremos son los que se consideran patológicos, no por ser extremos si no por el sufrimiento que causan a la persona y a los que le rodean. Este post tiene conexión con el anterior puesto que la psiquiatría del DSM está tratando de convertir en enfermedades reacciones y situaciones que pueden ser entendidas perfectamente como dentro de lo normal. Un muchacho o muchacha que tiene problemas con las matemáticas no tiene porqué ir a un profesional. Quizá necesite un profesor. Dicho sea de paso, en algunos casos, la situación emocional del adolescente puede influir en su rendimiento. En estos casos si está prescrita una psicoterapia, que no una medicación.
El objetivo de una psicoterapia es construir y crear, así como aliviar la sintomatología buscando soluciones cognitivas, motivacionales, actitudinales y conductuales. Hay que ser honestos con el consultante y hablar claro, aunque no le guste lo que pueda escuchar. La intención pasa por el primum non nocere, lo primero es no hacer daño, pero también el informar para ayudar a la persona.
Es importante delimitar las reacciones normales de las patológicas porque una persona en tratamiento también puede tener reacciones normales, no tiene porqué ser todo teñido de un espectro psicopatológico. La persona no está enferma, puede tener una enfermedad, pero esa enfermedad no es la persona (Dolores Mosquera dixit). Salud. Rodrigo Córdoba Sanz.

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