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Paz y Ciencia

lunes, 27 de abril de 2020

Bodhicitta. Enseñanza fundamental del budismo



Es la necesidad interior de obtener la iluminación (budeidad) para servir de beneficio a todos los seres sintientes que están atrapados en la existencia cíclica del samsara y no han alcanzado la budeidad.
La bodhicitta puede definirse como la Unión de la Compasión y la Sabiduría. Así, el término bodhicita en su sentido más completo implicaría:
  • Una compasión ilimitada y espontánea por todos los seres sintientes y
  • La desaparición de la ilusión de una existencia propia, yo o ego.
Para todos los seguidores del Mahayana, la bodhicitta es el principal punto en su práctica. Por tanto, aunque el Buda enseñó 84000 prácticas, nosotros como seguidores del Mahayana, deberíamos de hacer que nuestro principal interés fuera el cultivo de la bodhicitta, el espíritu de la iluminación del Bodhisattva, la mente de la visión de la igualdad, el amor, la compasión, y la empatía, que busca la perfecta omnisciencia para el beneficio de los seres vivos. El progreso en todas las demás prácticas del Mahayana, depende del avance en el cultivo de la bodhicitta.
En la bodhicitta convencional existe un entrenamiento en las seis prácticas de la paciencia, amor, compasión, etc, y también existe un entrenamiento en la bodhicitta última que es el entrenamiento en la sabiduría de la vacuidad, que realiza la naturaleza más profunda y esencial de la mente, del cuerpo y del mundo que nos rodea.
La bodhicitta, como enseñanza fundamental del budismo, guarda en su seno la fórmula perfecta para garantizar la paz mundial y un mundo más humano.
No importa que las personas no acepten la existencia de una vida futura o del nirvana siempre y cuando sean buenos miembros de la sociedad. También ellas han de practicar el altruista porque es beneficioso para la mente. Ese es el primer paso hacia el desarrollo de una paz mundial real y duradera. La paz exterior no puede obtenerse sin paz interior; esta es una enseñanza y un consejo muy importantes.

Para el practicante de la bodhicitta, todos los seres sensibles son sus amigos y todos los entornos son propicios para la práctica. El verdadero enemigo para él es su propia actitud interior egoísta, su actitud de autoaferramiento y sus percepciones distorsionadas. Cuando se practica la bodhicitta, no se está libre de todos los miedos, pero por lo menos, a nivel mental, se obtiene cierta paz y cierta liberación del miedo. Así es como se cultiva la aspiración a alcanzar la liberación y el estado omnisciente.

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo
N° Col.: A-1324 Psicoterapeuta
Teléfono: 34653379269
Videollamada y Consulta en Zaragoza
Instagram: @psicoletrazaragoza
Página Web: www.rcordobasanz.es

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