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Paz y Ciencia

viernes, 6 de junio de 2014

Fragmentación en la Esquizofrenia




FRAGMENTACION ESQUIZOFRÉNICA DE LA REALIDAD

Norma MenassaDe situar un punto de encrucijada tendría que puntuar el año 1911 cuando Jung no puede aceptar que la supresión de la función de la realidad en la demencia precoz, se deba a la represión de la libido como sexual. Es en este momento que se hará esa separación esencial sobre la naturaleza de la libido que quedará para siempre. Freud dice: "El término de esquizofrenia, creado por Bleuler para designar el mismo conjunto de entidades mórbidas que la demencia precoz de Kraepelin, se presta a la misma crítica que este conjunto. El término esquizofrenia no nos parece bueno más que si olvidamos su sentido literal. Pero interesa bastante poco en el fondo que llamemos de una u otra manera los cuadros clínicos. Me parece mas esencial conservar la paranoia como entidad clínica independiente a pesar de que su cuadro clínico se complica tan a menudo de rasgos esquizofrénicos. Pues, desde el punto de vista de la teoría de la libido, se la puede aquí separar de la demencia precoz por otra localización de la formación predisponente y por otro mecanismo de retorno de lo reprimido. Explicaré esto a continuación. Creo que el nombre mas apropiado para la demencia precoz sería el de parafrenia, término de un sentido un poco indeterminado y que expresa la relación existente entre esa afección y la paranoia, cuya designación no debe cambiar". Mecanismo esencial de la paranoia, dice, la proyección, y en cambio en la demencia precoz, presencia esencialmente de alucinaciones como mecanismo histérico, es decir, interpretable. La diferencia luego por la evolución terminal de cada uno de ellas: la paranoia concluye con una reconstrucción del mundo, y es eso lo que encontramos en Schreber, mientras que en la demencia precoz, en el fondo, la "represión", se extiende sin límites. Al respecto, introduce un punto de regresión diferente de la libido para cada una de ellas: en la paranoia, la fijación a la cual el paciente vuelve por regresión es el estadío del narcisismo y en la demencia precoz es necesario introducir un estadio anterior a éste, que es el del autoerotismo infantil.
Lacan nos viene a decir que no podemos estudiar las psicosis y menos aún la esquizofrenia sin introducir allí la función del sujeto. No consideramos que existe en ella el a-sujeto, que hay ausencia de sujeto, sino que mantenemos firmemente que hay lenguaje, y esto lo debemos sostener en todos los casos, sin importarnos si el sujeto hable o no. El lenguaje es un órgano que preexiste al sujeto, por lo tanto que si el sujeto habla o nó es de otro orden. Al introducir al sujeto ya no podremos hablar de la cuestión en términos de déficit o de disociación. Si no hay déficit ni disociación tendremos que pensarlo en términos de falta, lo que habría que dilucidar es si en términos de falta de significante o de falta de alguna función que tendría que dar lugar a que el significante de la falta tuviese existencia.
Lo que aparece como la referencia para ubicar la esquizofrenia es el discurso. El discurso en el sentido de los Cuatro Discursos, es decir cuatro armazones mínimos del sujeto, que son necesarios para evitarle primero lo que el ha llamado la debilidad, que es una categoría clínica que Lacan usaba con mucha mas frecuencia, que la esquizofrenia que casi nunca usó. Al sujeto como esquizo lo tenemos al principio como sujeto del significante, sujeto tachado. Es solamente cuando es capturado por un discurso que ese sujeto se normaliza. Es decir que no hay déficit, la esquizia está desde el inicio. Por lo tanto podríamos pensar desde cierto ángulo que hay una esquizofrenia primitiva del sujeto. Incluido en el lenguaje, el lugar a asignarle es un fuera de discurso. Aquel cuerpo sin órganos de Deleuze y Guatarí se transforma para Lacan en un cuerpo sin discurso.
Lo que podemos decir que aparece desde el principio comprometido es la representación del sujeto por el significante. Habría una dispersión de los significantes que representan al sujeto. Aquí no se trata de represión que es la que permite que el otro significante funcione como referente de la representación del sujeto sino que se trata de forclusión, de la cual podemos plantear como hipótesis que se define por impedir la representación del sujeto.
En el caso de la esquizofrenia veremos emerger lo que Lacan llama el enjambre de significantes, pero esta vez irremediablemente disperso. Hay como una pluralización del significante y en medio de esa pluralización el significante amo desaparece. Por lo tanto hay pluralización, pero no hay separación.
Hay un órgano irreal llamado líbido que es la parte del organismo de la cual el sujeto se desliga cuando opera su separación. Ese es el lugar que luego ocupan los objetos a minúscula. La separación en juego es la función por la cual el sujeto operando con su propia falta, se procura un estado-civil, es decir se engendra a si mismo. La metáfora paterna fracasa cuando fracasa la operación de separación. Esta operación de separación restaura la pérdida original del sujeto, es decir restaura su esquizia, siendo este fracaso de la separación precisamente lo que deja al sujeto en esquizia. O sea fuera-de-las-normas. Lacan con la metáfora paterna nos da el principio de una normalización del goce, es decir el principio de la normalización fálica del goce del objeto. Es una normalización del goce sexuado, es decir el principio de la normalización fálica del goce del objeto, ya que éste se coordina con el semblante fálico. Cuando esta metáfora paterna falta, el goce se encuentra a la deriva. En el principio del "Atolondradicho" dice que para todo sujeto el cuerpo es pasible de separarse de sus órganos y que sólo después el sujeto intenta encontrarles función. Sólo después les inventa una función significante. El órgano que se significantiza en el discurso analítico: es el falo. Significantizándose se separa de la realidad corporal y eso es lo que quiere decir la castración, es la castración del órgano hecho significante. La fórmula de Lacan es precisa: el único órgano del sujeto es el lenguaje. Dice: "el dicho esquizofrénico debe arreglarse con sus órganos fuera de toda referencia a un discurso establecido". Cuando dice que no hay relación sexual, es decir cuando enuncia ese real, hace del lenguaje un órgano que por ex-sistirle, lo determina con su función, y ello antes de que la encuentre, con lo que el dicho esquizofrénico se especifica por quedar atrapado sin el auxilio de ningún discurso establecido.
La realidad psíquica es fundada por la castración. Es intolerable porque lleva consigo una representación intolerable entre el conjunto de representaciones. Pero la realidad no está anclada en uno o en todas las representaciones, sino que está organizada entre una y todas las representaciones. Es la relación del Uno con el todo, con un todo al que le falta este Uno. Ley por lo tanto de la relación del Uno con el no-todo o también de un significante S1 con los otros significantes S2. Este Uno hace excepción al no-todo, de donde falta, también existe en posición externa al conjunto de los otros a los que sin embargo determina, S1 ex-siste para que S2 consista, y también el Uno corresponde al puesto de sucesor de una serie articulada por los otros encadenados. Hay Uno afuera, y es por esto que los otros permanecen juntos, y a su vez pueden sucederse uno después del otro, siendo que en el extremo de la cadena está el puesto del sucesor que espera ser ocupado. El S1, es tanto elemento como lugar, elemento excluido que haciendo entorno a los otros causa su consistencia como dijimos y además lugar siempre inocupado del sucesor, que garantiza el movimiento del conjunto. Un elemento se agrega en el extremo de la serie, y ocupa por lo tanto el puesto del sucesor y enseguida otro sucesor es esperado, el rango del sucesor se desplaza continuamente. Estos dos pasos, inscripción de un elemento en el borde del conjunto y desplazamiento incesante hacia el exterior del rango del sucesor, es la condición mínima para que la cadena se mueva y no se desbarate. El concepto de sucesor proviene de uno de los cinco axiomas con los cuales Peano formaliza la serie de los números naturales. El sentido de realidad como realidad intolerable corresponde al cero, es decir al número que no es sucesor de ningún número. Por lo tanto podemos designar: el conjunto de los significantes S2, el Uno S1, y cero la significación sexual.


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