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Paz y Ciencia

martes, 3 de junio de 2014

Salomon Resnik


SALOMON RESNIK

El Dr. Resnik es un psiquiatra y psicoanalista argentino que vive en Europa. Comenzó su carrera siendo discípulo de E. Pichón Rivière y luego completó su
formación con maestros de la talla de Melanie Klein, Herbert Rosenfeld, Esther Bick, W.R.Bion y D. Winnicott. Entre su producción escrita se destacan "Persona y Psicosis", "La Experiencia Psicótica", "El espacio mental", "Los teatros del sueño" y su último libro publicado en español "Lo fantástico en lo cotidiano", que presentó en Agosto de 1996 en Buenos Aires.
Aprovechando su estancia aquí, Topía Revista entrevistó al Dr. Resnik. En este encuentro estuvo acompañado por la Dra. Ana Taquini de Resnik, mu mujer, psicoanalista de la Sociedad Psicoanalítica de Paris.

T: ¿cómo decidió formarse en psicoanálisis?
S.R.: Bueno en los años '40, un poco antes quizás, cuando tenía 17/ 18 años empecé a interesarme en Freud porque tuve un tío librero, “el tío Alberto”. Yo creía, cuando tenía 16 años, que Freud era un autor pornográfico, porque veía en los kioscos -antes de que aparezca la colección de Ballesteros- que vendían una versión de un autor desconocido, titulado "Freud y la vida sexual". No era en serio en absolulto. Un día fui a la librería a ver a este tío y me dijo que la traducción de López Ballesteros era muy seria. Descubrí esa versión directa de Freud y empecé a ir a las clases del Hospicio de Enrique Pichón Riviére. Esas primeras clases fundamentales, que las daba en los baños en refacción que el utilizaba como aulas.
A la vez, a esa edad empecé a asistir a unas clases en la Facultad de Filosofía y Letras de la calle Viamonte de un profesor húngaro, Bela Szekely (que introduce entre otros el test Rorchach y que dirigió un Dpto. de Psicoterapia infantil para niños delicuentes en una asociación judía O. S. E. "Sigmund Freud", de la calle Callao). Ahí fueron mis primeras armas con la psicoterapia infantil, me intereso enormemente.
Descubro luego el Servicio de la Dra. Thelma Reca, que funcionaba en el Hospital de Clínicas en el Servicio de Pediatría del Profesor Garraham. Con ella aprendo bastante, pero lo completo con las enseñanzas de Pichon Riviere y mi análisis personal. Encuentro el primer número de la Revista Psicoanalítica, y gracias a uno de los pioneros del psicoanálisis en la Argentina, que es el Sr. Ludovico Rosenthal -que era estudiante de medicina compañero mío en esa época- conocí al Grupo Psicoanalítico. El había conocido a Freud porque estuvo en Viena antes de la ocupación, pero tuvo que volverse a causa del antisemitismo, porque todos los psicoanalistas empezaron a irse. Trajo una fotografía de Freud con su firma y se la regaló a E. Pichon-Rivière. Ludovico me introduce en la formación. Pichon-Rivière, -que me ve motivado y ya con la experiencia clínica cuando tenía más de veinte años-, me invita a formar parte de una Clínica Privada de la calle Copérnico (en la cual participaban los Baranger, Tagliaferro, Luisa Alvarez de Toledo, David Liberman, Jorge Mom, y alguno más). Fui el primer analista de niños varón. En esa época ya eran analistas de niños la negra Pichón Rivière, la segunda mujer de Garma, y Flora Scorni. Pero creo que también, -es verdad no es que sea mi modestia-, fui el primero que sin saberlo analizó aquí a niños psicóticos y autistas. Antes de que venga Emilio Rodrigué de Inglaterra yo veía todos los días 6 o 7 niños. Controlaba con E. Pichón-Riviere los psicóticos y los otros menos graves con Arminda Aberastury.
Por lo tanto asistí al nacimiento del grupo liderado por E. Pichón Riviere, nuestro gran maestro. En esos años vuelve de Inglaterra Emilio Rodrigué (que es el primer argentino que estudia con M. Klein, y se analiza con Paula Heimann) Ahí me convenzo de ir a Inglaterra, porque Emilio me da una versión viva, lúdica y poética de la experiencia kleiniana, y no aquella categórica y mecanicista de Objeto Bueno, Objeto Malo, etc. En el año '55, siendo miembro adherente de APA, voy a un Congreso internacional de Psicoanálisis en Ginebra, donde conozco personalmente a Melanie Klein, a Ernest Jones y a la princesa Bonaparte. Excepto Freud estaban todos vivos. W. Bion naturalmente, y Herbert Rosenfeld con quién yo quise continuar luego mi análisis. Pero vuelvo en el '55 y preparo mi trabajo para Miembro Titular de la APA a los 37 años. (Los títulos de los trabajos de esa época fueron: “Sindrome de Cotard”; “Fenomenología de la esquizofrenia”; “Un caso de análisis de una paciente psicótica con disociaciones”. Todos ellos fueron luego incluidos en el libro “Persona y Psicosis”-de EditorialPaidos-).
Trato de realizar el sueño de Pichón Rivière: integrar el psicoanálisis con la psiquiatría. Para eso la experiencia psicótica es importante. Mi trabajo sobre el Sme. de Cottard, que es el primer trabajo analítico sobre un sindrome psiquiátrico. En el '57 consigo una beca parcial para ir a París. En ese momento ya dirigía una pequeña clínica aquí. Esto debido a que la clínica de E. Pichon Riviere desaparece y se forman dos pequeñas clínicas con discípulos de él. Una con Bleger, Alberto Fontana y Gela Rosenthal; y la otra que fundamos con R. Usandivaras, J. Zac y Winocur. Abandono la clínica y decido irme a Europa, con el propósito de completar mi formación y análisis personal. Entonces me fui a París porque no tenía medios para ir a analizarme a Londres directamente. Además de mis deseos de entrar en contacto con la Psiquiatría Francesa
T: ¿Por qué?
SR: Soy un caso excepcional de psicoanalista no rico, sin casa propia en esa época. Yo me fui con dinero para 2 o 3 meses y con una beca parcial. Me gustó mucho renacer en otro espacio. Ahí entre en contacto (como yo estaba interesado en arte) con algunos autores surrealistas y algunos filósofos. Me pasaba todos los días en un café en Saint Germain, frente a la Iglesia, el “Aux deux magots”. Lo ví a Sartre, cuando no era tan conocido, a M. Foucault , a R.Rossellini, etc. Hice cursos de filosofía con M. Ponty. En el año '57, recuerdo, él daba los miércoles un curso sobre "La idea de naturaleza". Además iba al Hospital Saint Anne, (el Hospital Psiquiátrico) tres veces por semana a ver pacientes psicóticos y a seguir aprendiendo semiología psiquiátrica con uno de los grandes maestros de la psiquiatría, el Dr. Deaumeçon.
En ese momento viene de visita a Paris un profesor inglés de psiquiatría, el Dr. Morris Carstairs. Se interesa por mis trabajos de investigación en el Hospital Saint Anne con esquizofrénicos y me promete conseguir un puesto en Inglaterra
Quince días después me propone dos puestos. Sin saber casi inglés consigo un puesto de psiquiatra en el Netherne Hospital, fuera de Londres. En el '58 llego allí. Comienzo mi análisis con H. Rosenfeld (que se continuará por 12 años). Sigo los últimos seminarios de M. Klein, y controlo ella. Ella era muy distinta que lo que uno podría encontrar en sus libros. Nunca le escuché utilizar las interpretaciones de sus libros "objeto bueno", "malo","pene del padre",etc. Jamás,... era mucho más sutil y metafórica. Me da la sensación de que no quería hacer público su arte de interpretar.
Me quede ahí 14 años. Trabajé en un Hospital Psicoanalítico -el Cassel Hospital, en Richmond-en un puesto que conseguí gracias a Emilio Rodrigué. Lo dirigía el Dr.Thomas Main (que es el que introduce el término "comunidad terapeútica". El concepto de comunidad terapeútica no es de Maxwel Jones, es de Thomas Main).
En fin, después de estar en Londres todo ese tiempo, estudiando con D.Winnicott, controlando individualmente con W.Bion durante todas las semanas pacientes psicóticos, me fui de Inglaterra. Yo había ido a ese lugar por M. Klein y su grupo. Pero justamente me fui de Londres, a causa de la ortodoxia del grupo kleiniano. Encontré que, como todo grupo demasiado formalizado y dogmático, no permite el desarrollo de nuevas ideas. Para poder escribir, me volví a París. Ahí me quedé y publiqué mi primer libro: "Persona y Psicosis" en los años '70... el mismo reunía trabajos que había escrito en Argentina, más otros nuevos que escribí en Inglterra. Allí fuí más aceptado por los psiquiatras que por los psicoanalistas, que no me perdonaron mi formación con M. Klein. Naturalmente me podrían cuestionar cómo es que no me quedé para estudiar con Lacan? Y!... porque me interesaba más M. Klein...
T: ¿por qué le intereso más Klein que Lacan?
SR: Porque para mi Lacan, que pretende ser una nueva lectura de Freud, es intelectualmente interesante pero clínicamente no hay material suficientemente claro y convincente. Además, la gente no se analiza en 10'. Se requiere más tiempo y trabajo.
Por ejemplo en las raíces de las psicosis y el trabajo con niños lo “sentí” a través de los trabajos de M. Klein, Rosenfeld y Bion. Reconozco que el concepto de forclusión es muy importante teóricamente, pero no se encuentra en él material clínico
Clínicamente el grupo inglés es superios a otros grupos. Yo no sólo aprendí con M. Klein, sino con Balint, con Winnicott, y Anna Freud, (que era antipática y no perdonó que me analizaba con alguien del grupo de M. Klein, y por eso no me dejó ir a sus seminarios).
En Francia no formé ninguna escuela en realidad, pero fui profesor de Psiquiatría en Lyon. Mucha gente siguió mis cursos, mis controles de niños y de adultos psicóticos; y tuve mucho contacto con la Psiquiatría Francesa y con la "Psicoterapia Institucional"de Tosquelles y Oury.
Hace como 30 años que viajo también a Venecia. Estando en Inglaterra "descubrí" Venecia y ahí contribuí a la formación de todo un grupo de psiquiatras, analistas de niños y de adultos. Desde hace de 20 años vivimos tres semanas en París y una semana en Venecia con mi esposa Ana Taquini-una persona con muchísimo talento-. Hace 10 años que en Venecia doy un curso con Renzo Mulato, un filósofo, con el que publicamos tres libros de "Conversaciones entre un filósofo y un psicoanalista". Aprendí de Bion que una interpretación es una hipótesis ideológica y filosóficas, adecuada o no a las cinrcunstancias de la transferencia.
T: ¿Entonces cómo piensa Ud. el vínculo terapeútico?
SR: Yo no uso mucho el concepto de "transferencia"- "contratransferencia" porque considero que el analista no reacciona como analista siempre, sino como persona... También como paciente en conflicto, o como niño, o como persona con una ideología política, o religiosa .
T: Ni con el grupo de Klein ni con el grupo de Lacan, formó algún grupo?
SR: Yo creo que no formé ninguna escuela, pero estimulé a que la gente vaya a “buenas escuelas”, y trate de desarrollar su propio estilo. Yo no creo que pueda enseñar cómo se analiza, porque cómo yo analizo es mi estilo y mi modo de ser, no sirve para otros. Un buen maestro debiera, -y esto es lo que me transmitió E. Pichón Rivière-, estimular el propio aprendizaje, que le permita al discípulo ser uno mismo.

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