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Paz y Ciencia

domingo, 2 de febrero de 2014

Las visitas

Este delicado encuentro entre personas que hacían tiempo, en ocasiones, resulta muy curioso.
La fatiga se entremezcla con el cansancio.
La madre tiene muchas ocupaciones, por lo tanto, el papá tiene que encargarse de dosificar las visitas.
En muchos casos es muy emotivo. En otros casos roza la diplomacia y ninguna pareja tiene por qué ser un consulado del amor.
Otra cosa es el bebito, qué curioso resulta cuando un ser humano en crecimiento se convierte en un juguete. Quizá un tanto pueril, en todo caso defiendo a mi bebita de exhibiciones de circo.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo y psicoterapeuta
Zaragoza

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