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Paz y Ciencia

domingo, 26 de octubre de 2008

La Niña de los Sueños XXXIX

La muchacha ligeramente turbada por los últimos sucesos descansaba plácidamente. El murmullo del gentío llegaba a Palacio, un clamor que al principio le reconfortaba de su dolor pertinaz, quizás de haber mostrado su rostro sin pinturas ni polvos a su padre, tal cual era dentro de sí. La respuesta de éste le conmovió.
Pues bien, lo que fueron al principio el presagio de una revolución que solicitaba a su doncella privilegiada el retornar entre la muchedumbre contra la hambruna se fue tornando en una molesta culpa, cargada de recuerdos y tras estos el poso prolongado de los afectos que habían quedado silentes fruto de la negación de una realidad tormentosa. Y por instante su corazón y su cabeza, parecieron unirse en una señal de duelo y reparación que se hacía cargo de lo vivido de una forma intensa, allí en la cama, inmóvil sólo escuchaba el ruido del exterior. En ocasiones la Institutriz entraba por encargo de su padre para ofrecerle alimentos y cuidados. Todo eso era rechazado, no quería a nadie, no necesitaba a nadie. El motivo de esa efímera existencia sobre esa enorme cama dispuesta para el bienestar de la Princesa era poder soñar por fin lo que sería su futuro, libre de ataduras, de antifaz, de escapadas nocturnas furtivas. Pero, ¿qué sería de ella tal cual era?, sin tapujos, sin corazas, tenía miedo, aterrorizada sudaba de nuevo y el corazón volvía a molestarle. Siguió escuchando fuera, atendiendo a lo de dentro de sí, pensando en el pasado, en el presente y en el futuro y en la posibilidad cada vez menos remota de que ese anhelo, por fin, pueda acercarse a su realidad y a la de su amado muchacho.
Al atardecer tras dar un sorbo de la sopa preparada en el piso de abajo durmió plácidamente, durante muchas horas. Durante el sueño las antorchas rodearon Palacio, su gente, el pueblo le protegía, algunos se animaron a cantar y tocar instrumentos. Ella permaneció muda y ajena a lo que pasaba a su alrededor, dormida, dando de comer a su inconsciente.

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