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viernes, 2 de abril de 2021

Ansiedad Social

 


Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza. Tfno.; 653 379 269 Página Web: Contacta IG:@psicoletrazaragoza rcordobasanz@gmail.com


Pero… ¿Qué es la fobia social?.

Para entender qué es la fobia social hay que entender que esta se caracteriza por miedo intenso, irracional, persistente y excesivo ante situaciones o interacciones sociales, ante la eventualidad de no desempeñarse adecuadamente, verse en situaciones embarazosas, vergonzantes o humillantes, ya sea como consecuencia de la propia actuación o de la posible aparición de síntomas o reacciones incontroladas. No es lo mismo fobia social que timidez, no todos los tímidos padecen fobia social. Una persona tímida experimenta vergüenza y en algunos casos miedo, pero de forma muy atenuada; de hecho, un cierto grado de timidez es normal en la mayoría de las personas. Mientras que cuando se padece fobia social los síntomas de ansiedad y miedo son desproporcionadamente intensos e incapacitantes.

Este miedo es reconocido por la persona que lo padece como excesivo e irracional y habitualmente viene precedido de ansiedad anticipatoria, horas o incluso días antes de la ocurrencia de la situación temida. Por ello tratan de evitar cualquier acontecimiento social (reuniones, fiestas, hablar en público…) y si se ven obligados a enfrentar una de dichas situaciones experimentaran una ansiedad muy intensa.

“Confiar en ti mismo no garantiza el éxito, pero no hacerlo garantiza el fracaso” – Albert Bandura

Cuando anticipamos (con pensamientos catastrofistas) aparece la ansiedad, esta es tan elevada que cuando nos exponemos a la situación temida nos bloqueamos, de tal modo que se confirman nuestros pensamientos negativos que habíamos previsto y es cuando actuamos de forma inadaptada. Con esto se refuerza la idea inicial de que no valemos, pero en realidad no nos damos cuenta de que nos hemos boicoteado a nosotros mismos.

Para entender qué es la fobia social hay que distinguir distinguir 2 tipos de fobia social:

Fobia social específica: el miedo aparece en una situación determinada (ej., hablar en público).

Fobia social generalizada: las situaciones temidas incluirían todas las situaciones sociales menos aquellas en que la persona se relaciona con personas “seguras” (ej., andar por una calle concurrida, cruzar un paso de cebra, entrar en un bar, ir a comprar a una tienda…)

¿Qué teme un fóbico social?
  • Temores básicos, que son: temor a ser observado, a sentir mucha ansiedad y a tener un ataque de pánico.
  • Temor a no saber comportarse de un modo adecuado o competente.
  • Temor a manifestar síntomas de ansiedad que puedan ser vistos por los demás y/o interferir con la actuación.
  • Temor a la crítica, a la evaluación negativa y al rechazo.
  • Temor a no poder alcanzar las elevadas metas autoimpuestas.
Podemos entender qué es la fobia social si nos fijamos en las respuestas asociadas:

Respuesta Cognitiva (pensamientos): interpretaciones catastróficas, creencias firmes de que algo terrible va a suceder. Por ello, los principales pensamientos son:

  • Sobre la propia actuación (no sé qué decir, voy a meter la pata)
  • Sobre la percepción de los demás de la propia actuación (se van a dar cuenta, me están mirando…)
  • Sobre el juicio negativo de los demás (pensarán que soy idiota, mentiroso, raro…)
  • Sobre ser rechazado (me despreciarán, dejará de ser mi amigo…)
  • Sobre autodesprecio (nadie tiene un problema como éste, soy un inútil, nunca lo superaré)
  • Sobre reacciones de ansiedad visibles (¡Qué horror! Como sudo, tiemblo…)

Respuesta Fisiológica (síntomas):

  • Temblor de voz y manos.
  • Sudoraciónsonrojo, escalofríos
  • Malestar gastrointestinal (ej: sensación de vacío en el estómago o diarrea, náusea).
  • Urgencia urinaria
  • Taquicardia/palpitaciones
  • Dificultad para tragar, boca seca.
  • Tensión muscular,
  • Sensación de ahogo o falta de aire.

Respuesta Motora (Conducta):

Conductas de seguridad (evitación o escape) son comportamientos que se realizan para no sentir ansiedad o que no se note y así reducir la posibilidad de ser enjuiciado por los demás.

Ejemplos de estas conductas son: no ir a situaciones temidas, tomar alcohol o ansiolíticos antes de llegar al sitio, situarse en las reuniones sociales en un lugar seguro, no mirar a los ojos, maquillarse mucho para que no se note el rubor, uso de ropa ancha y fresca para evitar sudar, hablar poco, contestar con monosílabos a las preguntas, hablar sin parar para evitar silencios, apretar vasos para no temblar…

Ahora sabes qué es la fobia social, pero… ¿Se puede superar la fobia social?

¡Rotundamente SÍ! Los problemas de ansiedad en general, y las fobias en particular, se deben tratar con terapia cognitivo-conductual, ya sea individual o en grupo. Es decir, el objetivo debe ser aprender otras formas de evaluar una situación social, y cambiar nuestra forma de pensar, reaccionar y actuar ante ella. Lo importante para superar una fobia es enfrentar aquello que nos da miedo, pero de forma progresiva, y lo mejor es ponerse en manos de un profesional para ello. 

Recordad que: “El miedo está siempre dispuesto a ver las cosas peores de lo que son” – Livio

viernes, 14 de diciembre de 2012

Evitación III



En el concepto de neurosis como el de los mecanismos neuróticos en "Yo, hambre y agresión" están centrados en torno al manejo incorrecto de los límites del ego, o con otras palabras, de su función de identificación/alienación: el sujeto se "identifica" con la percepción de peligros que no son reales, y por ello "aliena" (es decir, evita) su posibilidad orgánica de enfrentarse a ellos, etc. Por eso el lenguaje de Perls, en ese libro, acerca del tratamiento de la neurosis, está más centrado en la "adquisición de las funciones adecudas del ego, es decir identificaciones con sus necesidades reales", "restablecer -por medio de la concentración- las funciones del ego, diluir la rigidez del cuerpo y el ego petrificado, el carácter", "reacondicionar al paciente a las funciones biológicas... diluir al mismo tiempo el influjo dinámico de la gestalt equivocada", etc., y no tanto, aparentemente, en las "evitaciones" del paciente.
Ahora, en esta última etapa, el énfasis con respecto al concepto y al tratamiento de la neurosis lo pone a Fritz, respectivamente, en la evitacióny en tratar de averiguar qué es lo que el paciente está evitando:

A diferencia de Freud, quien puso el énfasis mayor en las resistencias, yo lo he colocado en la actitud fóbica, en el evitar, en el huir de... Yo trato de averiguar del paciente lo que evita. El enemigo del desarrollo es esta fobia al dolor.
La evasión es el fundamento habitual de la neurosis, y se basa en una confusión de fantasía y realidad... Nos frenamos de hacer muchas cosas porque imaginamos las cosas horribles que ocurrirán.
Y deben poner sumo cuidado en enseñar a sus pacientes a que diferencien la realidad de sus fantasías, en especial de la fantasía transferencial.


[...] Ahora bien, mi primera tesis es: la angustia es la tensión entre el ahora y el después. La brecha entre el ahora y el después es un vacío que se llena con planes, predicciones, expectativas razonables y pólizas de seguro. Se llena de repeticiones habituales. La inercia es lo que le impide a uno tener un futuro, y nos aferramos a la igualdad, a la monotonía, al statu quo. Para la mayoría de las personas el futuro no es más que un vacío estéril. Para mí, la angustia es la brecha que hay entre el ahora y el después. Cada vez que dejamos la sólida base del ahora y nos preocupamos del después, del futuro, experimentamos angustia... Nos llenamos de expectativas "catastróficas" por las cosas terribles que van a ocurrir, o nos llenamos de expectativas "anastróficas" por las cosas estupendas que van a ocurrir. Se llena la brecha entre el ahora y el después con pólizas de seguro, planificación, ocupaciones estables y todo lo demás. En una palabra, no estamos dispuestos a ver este vacío fértil, la posibilidad del futuro. Si llenamos este vacío, no hay futuro; lo único que tenemos entonces es repetición, similitud.

En terapia gestáltica... el objetivo es madurar, crecer... La palabra "neurosis" es mala, aunque yo también la uso; debiera más bien llamarse trastorno de crecimiento. Así que, en resumidas cuentas, el problema de la neurosis se mueve más y más del campo médico al campo educacional. Yo visualizo cada vez más las llamadas "neurosis" como trastornos del crecimiento... Nos preguntamos ¿cómo nos imposibilitamos el crecer?... Para mí, el madurar es el paso del soporte ambiental al autosoporte... El primer síntoma, el impasse. Por favor, tomen nota de esta palabra. El impasse es el punto crucial de la terapia, el punto crucial de esta palabra. El impasse es el punto crucial de la terapia, el punto crucial del crecimiento. Los rusos llaman al impasse el "punto enfermo" que nunca pudieron vencer y que otros tipos de psicoterapia no han podido vencer. El impasse es la situación en que el apoyo ambiental ya no llega más y el autosoporte auténtico no se ha logrado aún. El bebé... ya no recibe oxígeno de la placenta... o respira o se muere. El "bebé cianótico" es el prototipo del impasse que encontramos en toda neurosis.

Lo que perseguimos es la maduración de la persona; el quitar los bloqueos que impiden que una persona se apoye en sus propios pies. Tratamos de ayudarle a hacer la transición desde el apoyo ambiental hacia el autoapoyo. Básicamente hacemos esto buscando el impasse. El impasse ocurre originariamente cuando el niño no puede conseguir apoyo del ambiente, y aún no puede proveer su propio apoyo. En ese momento de impasse, el niño empieza a movilizar el ambiente haciendo roles falsos, haciéndose el desvalido, haciéndose el débil, adulando, y todos los demás roles que representamos para manipular el ambiente.

Yo considero que la neurosis es síntoma de una maduración incompleta. Esta idea podría conducir hacia un nuevo enfoque de la neurosis: considerarla desde un punto de vista educacional en lugar de hacerlo desde un punto de vista médico. Lawrence Kubie está bien encaminado al hablar de la necesidad de una disciplina nueva; un doctorado que no fuera ni médico ni psicológico, sino la integración de cursos esenciales de medicina, psicología, filosofía y educación.

FRITZ PERLS -Yo, hambre y agresión-

jueves, 13 de diciembre de 2012

Evitación II



[...] La maduración es el pasaje del apoyo ambiental a la autonomía. El bebé depende por entero del apoyo ambiental. A medida que crece aprende a apoyarse sobre sus propios pies, a crear su propio mundo, a ganarse la vida, a adquirir independencia emocional. Pero en el sujeto neurótico este proceso no sigue su curso normal. El niño -o el neurótico infantil- no utlizará su potencial a favor de su potencial a favor de su autonomía, sino para representar roles espurios, cuyo objetivo es movilizar al ambiente para conseguir apoyo en lugar de movilizar el potencial propio. Manipulamos el ambiente mostrándonos desvalidos, haciendo el papel de tontos, formulando preguntas, halagando y adulando a los demás. El resultado de ello es que llegamos en la vida -y especialmente en la terapia- al "punto enfermo" (como lo llaman los psiquiatras rusos, al punto en que quedamos varados, al impasse. El impasse se produce cuando no podemos apelar a nuestros propios recursos y no obtenemos apoyo ambiental. En terapia gestáltica nos encontramos con que esto ocurre una vez, y otra, y otra.
Preferimos mantener el statu quo: mejor quedarse en un matrimonio mediocre, que atravesar el impasse. Muy pocas personas entrar en la terapia para ser curadas; lo hacen más bien para cultivar su neurosis. Preferimos manipular a otros para conseguir su apoyo, que aprender a apoyarnos en los propios pies y limpiarnos el propio culo. Para manejar a otros nos hacemos fanáticos del control, del poder, usando todo tipo de trucos... Lo mismo se puede aplicar a los conflictos internos y a la relación entre terapeuta y paciente: podrán cambiar parejas, podrán cambiar terapeutas, podrán cambiar el contenido de sus conflictos internos, pero por lo general mantienen el statu quo.
Anticipamos el futuro porque no queremos tener futuro... tenemos miedo al futuro. Llenamos la brecha, donde debiera haber un futuro, con pólizas de seguro, statu quo, igualdad, cualquier cosa antes que vivenciar la posibilidad de estar abiertos al futuro... Tenemos que asegurarnos de que no tengamos futuro, que el statu quo permanezca igual, incluso ser un poquito mejores. Pero no debemos arriesgarnos, no debemos estar abiertos al futuro. Algo nuevo y excitante podría ocurrir que contribuyera a nuestro crecimiento. Es demasiado peligroso correr el riesgo de crecer. Preferimos deambular por este mundo como cadáveres a medias antes que vivir peligrosamente.

Evitación



La actitud fóbica consiste en tener miedo de ser lo que uno es... De pronto, se encontrará entregándose a fantasías catastróficas: "Si soy como soy, ¿qué habrá de sucederme? La sociedad me condena al ostracismo. Si le digo a mi jefe que se vaya al diablo, perderé el tiempo...", etc. De ese modo uno se vuelve fóbico, comienza a manipular y representar roles.
Un neurótico puede ser definido como un individuo incapaz de asumir la completa identidad y responsabilidad de la conducta humana. Hará cualquier cosa por mantenerse en el estado de inmadurez, incluso desempeñar el rol de un adulto, esto es, su concepto infantil de cómo es un adulto. El neurótico no puede concebirse a sí mismo como una persona autosuficiente, capaz de movilizar su propio potencial al enfrentarse al mundo. Busca apoyo ambiental a través de la dirección, ayuda, explicaciones y respuestas. No moviliza sus propios recursos, sino sus medios de manipulación del ambiente -desamparo, adulación, estupidez y otros controles más o menos sutiles- para obtener apoyo.
Espero que comprendan que representar un papel y manejar el ambiente son la misma cosa. Este es el modo como falsificamos... La característica del neurótico es el manejo del ambiente mediante roles, y es también la característica de nuestra inmadurez remanente. Desde ya pueden ver cómo esta energía, en vez de usarla en nuestro propio desarrollo, se gasta en manipular el mundo.
El único propósito de esta tendencia a la evitación es mantener el statu quo. ¿Y qué es el statu quo? El statu quo consiste en aferrarnos a la idea de que somos niños... Somos infantiles porque tenemos miedo de asumir responsabilidades en el ahora...

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Ansiedad en visión estereoscópica



 
http://youtu.be/vKPhKUCcIQc Miguel Hernández -Elegía- Cantado por Joan Manuel Serrat
http://youtu.be/NzrPYZ11jXw Sin embargo -Sabina y Serrat- Dos Pájaros de un tiro. "De sobras sabes que eres la primera, que no miento si juro que daría por ti la vida entera, por tu la vida entera"

Ansiedad y Personalidad



Introducción

La personalidad es el patrón de pensamientos, sentimientos y conductas que presenta una persona y que persiste a lo largo de toda su vida a través de diferentes situaciones. La personalidad es estable en el tiempo y en las situaciones, esto implica que tendemos a comportarnos de forma similar en diferentes contextos y en diferentes momentos de la vida. Los rasgos son los atributos o características de la personalidad. Según las teorías psicológicas existen muchos de ellos. Además, algunos autores llaman de diferente forma a características de personalidad que son similares e incluso sinónimas. Los más conocidos son: extroversión o afecto positivo (positive emotionality or positive affect), neuroticismo o afecto negativo (negative emotionality or negative affect), psicoticismo, perfeccionismo, etc.

Una persona extrovertida busca y disfruta de la compañía de los demás, prefiere realizar actividades en grupo que de forma individual, tiene habilidades sociales, es una persona activa, con energía, entusiasta. Una persona introvertida (el polo opuesto) prefiere realizar actividades en solitario o con pocas personas , tiende a ser más inhibida, reflexiva, cautelosa, etc. Cada uno de los rasgos y sus opuestos se sitúan a lo largo de un continuum, de modo que las personas nos diferenciamos unas de otras en el grado en que presentamos más o menos cada rasgo. Las personas con niveles elevados de neuroticismo (considerado por algunos autores sinónimo de ansiedad rasgo) muestran tendencia al miedo, la tensión, la preocupación. Son personas inestables a nivel emocional, que experimentan con frecuencia sentimientos de tristeza, soledad o ira. Las personas con niveles bajos de neuroticismo tienen estabilidad emocional, son personas seguras de sí mismas, tranquilas.

Se considera que la personalidad se modela con el paso del tiempo a partir de las experiencias vividas. Sin embargo, ciertas características de personalidad aparecen ya en los primeros años de vida. La parte innata de la personalidad se llama temperamento. Podríamos decir que el temperamento sería el sustrato biológico-genético de nuestra forma de ser, el equipaje que traen los niños consigo cuando nacen.

Relación entre personalidad y psicopatología

Nuestra conducta viene determinada por la interacción entre factores biológicos, factores ambientales y nuestra personalidad. El cómo nos comportamos depende de la situación en que nos hallamos y de cómo somos. Nuestra personalidad determina, al menos en parte, cómo reaccionamos ante una situación. Veamos un ejemplo: en un bar, un desconocido se pone a hablar con nosotros. Una persona extrovertida probablemente entablará una conversación. En cambio, una persona introvertida intentará eludir las preguntas o mostrar de algún modo que no quiere seguir hablando. Obviamente, las experiencias vividas influyen en nuestro comportamiento y el aprendizaje de formas de conducta más adaptativas puede hacer que no siempre nos comportemos del mismo modo. Siguiendo con el ejemplo, una persona introvertida puede realizar esfuerzos por comportarse de forma más abierta si ha aprendido que esta actuación le reporta algún tipo de beneficio (facilitar el contacto social, mejorar su autoestima, etc.).
Además de influir en nuestro comportamiento, se considera que el temperamento y las características de personalidad influyen en la aparición de problemas psicológicos. Por ejemplo, el temperamento difícil en niños se ha visto asociado a la aparición de problemas de comportamiento (agresividad, desafío a los mayores, robos, etc.). Muchos estudios sugieren que el temperamento difícil del niño (niño irritable, con dificultades para adaptarse a los cambios, con problemas para establecer una regularidad en sus hábitos de alimentación, higiene y sueño...) podría interaccionar con la forma en que los padres lo educan (se muestran autoritarios, le gritan, hacen uso del castigo físico, son inconsistentes y poco firmes cuando aplican el castigo o incapaces de poner límites), dando como resultado un problema de comportamiento. Está claro que el temperamento difícil del niño no conduce de forma invariable a un problema de comportamiento: hace falta que se den unas circunstancias determinadas en el ambiente (que sus padres lo eduquen de forma autoritaria, por ejemplo) para que se observe este resultado.

Otros estudios señalan que el neuroticismo está muy relacionado con los trastornos emocionales. Se ha visto que un buen número de individuos que padecen una depresión tienen niveles elevados de neuroticismo, y se considera que tener este rasgo de personalidad podría
predisponer a estas personas a presentar este tipo de problemas psicológicos.


Relación entre personalidad y ansiedad

La relación entre las características de personalidad y la ansiedad ha sido muy estudiada. En concreto se ha examinado la relación entre:

· Rasgos de personalidad y trastornos de ansiedad: se ha analizado la relación más o menos específica entre determinadas características de personalidad y diferentes trastornos de ansiedad, considerando que estos rasgos podrían predisponer a los individuos que los tienen en niveles elevados a padecer esos trastornos.

· Trastornos de ansiedad y Trastornos de personalidad: se ha estudiado la relación más o menos específica entre los trastornos de ansiedad y los trastornos de personalidad, considerando en algunos casos a los primeros como predisponentes de los segundos.

Rasgos de personalidad y trastornos de ansiedad

En muchos casos las personas que padecen un trastorno de ansiedad son vistas por los demás como personas muy ansiosas. Esto es diferente a la reacción más o menos adaptativa que una persona puede tener ante una situación amenazante. En el primer caso, decimos que ese individuo es ansioso, en el segundo que está ansioso.

Cabe distinguir entre ansiedad rasgo y ansiedad estado. La ansiedad rasgo es una característica de personalidad relativamente estable (a lo largo del tiempo y en diferentes situaciones). El rasgo de ansiedad se refiere a la tendencia del individuo a reaccionar de forma ansiosa. Hace referencia a la disposición del individuo para percibir situaciones como peligrosas o amenazantes y a la tendencia a responder ante estas situaciones con ansiedad. Las personas más ansiosas tienen un marcado rasgo de ansiedad, por lo que tienden a percibir un gran número de situaciones como peligrosas o amenazantes, y a responder a estas situaciones amenazantes con estados de ansiedad de gran intensidad. La ansiedad estado hace referencia a un estado emocional transitorio y fluctuante en el tiempo. El nivel de un estado de ansiedad debería ser alto en circunstancias que sean percibidas por el individuo como amenazantes y bajo en situaciones no amenazantes, o en circunstancias en que aún existiendo peligro, éste no es percibido como amenazante.

Ambos conceptos están relacionados. Una persona con un nivel elevado de ansiedad rasgo presenta, por regla general, una ansiedad estado también elevada. Sin embargo, una persona con un nivel de ansiedad rasgo bajo puede mostrar de forma puntual reacciones de ansiedad de elevada intensidad ante situaciones que perciba como amenazantes (ansiedad estado). Así, por ejemplo, una persona con un nivel de
ansiedad rasgo bajo puede mostrarse ansiosa ante la inminencia de un examen. En cambio, una persona con un nivel elevado de ansiedad rasgo no sólo se sentirá nerviosa en esa situación, también en muchas otras.

Según muchos autores, la ansiedad rasgo es la característica de personalidad que subyace a muchos trastornos de ansiedad. Es decir, muchas personas que padecen un trastorno de ansiedad podrían tener un nivel elevado de ansiedad rasgo. Se trata de una característica de personalidad con una importante carga genética y se considera que podría estar implicada en la mayor vulnerabilidad a padecer trastornos de ansiedad y de depresión que tienen estas personas. Para algunos autores, la manifestación más pura de un nivel elevado de ansiedad rasgo es el Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG).

Los trastornos de ansiedad también tienen en común otro rasgo de personalidad: la evitación del daño (harm avoidance). Algunos autores relacionan este rasgo con una característica temperamental que se observa en niños muy pequeños: la inhibición conductual. Las personas con un nivel alto de inhibición conductual o evitación del daño suelen evitar y mostrarse inhibidos ante estímulos novedosos o no familiares, suelen reaccionar con retraimiento (no se acercan al estímulo desconocido, se alejan de él). Se trata de personas cautelosas, tensas, fácilmente fatigables, tímidas, aprensivas
y pesimistas. Así, por ejemplo, un niño con elevados niveles de inhibición conductual se muestra temeroso ante desconocidos y suele evitar las situaciones sociales en las que debe entablar relación con personas que no conoce (o en las que no está presente un cuidador o persona familiar). Muchos estudios han asociado este rasgo temperamental en los primeros años de vida con la presencia de Fobia Social en la infancia, la adolescencia o la adultez. Como señalábamos en otro punto del documento, presentar este rasgo o temperamento no conduce invariablemente a padecer una fobia social. Las personas que presentan este trastorno de ansiedad pueden haber carecido de modelos de conducta asertiva (por ejemplo, sus padres también son tímidos) o no haber tenido experiencias que les enseñen a comportarse de otro modo.

La evitación del daño también se ha visto asociada al Trastorno de Pánico. Algunos estudios sugieren que las personas con ataques de pánico podrían tener unos rasgos temperamentales comunes que precederían la aparición del trastorno:

· Elevada actividad del sistema nervioso simpático, con síntomas como palpitaciones, sudor, disnea, etc. Estos síntomas se presentan de forma esporádica antes de la aparición del primer ataque de pánico;
· Miedo excesivo a padecer una enfermedad;
· Hipersensibilidad a la separación: son personas dependientes, con necesidad de protección o de proteger a los suyos, muestran una marcada unión con familiares;
· Dificultad para alejarse de lugares conocidos: les cuesta adaptarse a los cambios y novedades, no suelen establecerse muy lejos de su lugar de origen y de las personas que conocen;
· Necesidad de seguridad: necesitan que alguien les tranquilice, les asegure que no va a pasar nada de lo que temen.


Se trata de personas muy preocupadas por la salud y la enfermedad, con una importante hipervigilancia a las sensaciones corporales.

Además de la evitación del daño, otras características de personalidad podrían actuar como predisponentes específicos del Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC). Las personas con este problema suelen ser perfeccionistas, rígidos e inflexibles. Son personas que dedican mucho tiempo a repetir tareas hasta que éstas alcanzan la perfección, tienen problemas para adaptarse a los cambios y para adoptar diferentes puntos de vista. Su estabilidad emocional depende del control, la rutina y el orden.

Algunos autores señalan que estas características de personalidad no necesariamente preceden la aparición del trastorno. La mayoría de estudios que examinan la relación entre personalidad y ansiedad son transversales (evalúan las características de personalidad y la presencia del trastorno en el mismo momento temporal) o utilizan un diseño retrospectivo (preguntan a personas que presentan el trastorno sobre cómo eran antes de la aparición del mismo). Los estudios longitudinales examinados (primero miden la personalidad y luego si aparece o no el trastorno) tampoco informan de resultados concluyentes. Por este motivo, en estos momentos se desconoce si los rasgos de personalidad preceden en el tiempo o se dan de forma simultánea a la presencia de un problema de ansiedad. Incluso algunos autores afirman que alguna de estas características o rasgos podrían verse afectados por el curso del trastorno. Por ejemplo, las personas con ataques de pánico pueden volverse más aprensivas e hipervigilantes a los síntomas físicos a consecuencia de su enfermedad.




Trastornos de ansiedad y trastornos de personalidad

Diversos estudios señalan que un porcentaje elevado de personas que padecen trastornos de ansiedad presentan también un trastorno de personalidad. Un trastorno de personalidad se define como un patrón estable e inflexible de comportamiento que comporta malestar o perjuicios para el sujeto y/o las personas que lo rodean. Podríamos decir que una persona presenta un trastorno de personalidad cuando presenta determinadas características de personalidad en un grado muy elevado y debido a ellas tiene graves problemas en diferentes ámbitos de su vida (familiar, social, laboral, etc.). Los trastornos de personalidad se diagnostican principalmente en adolescentes y adultos. En niños no se diagnostican estos problemas porque se considera que la personalidad todavía no está formada.

Algunos estudios sugieren que los trastornos de personalidad aparecerían con posterioridad al trastorno de ansiedad. De hecho, algunos autores consideran que los rasgos y los trastornos de personalidad se situarían en diferentes puntos de un continuo. Por ejemplo, una persona puede
ser tímida e introvertida, puede tener fobia social o puede presentar un trastorno de personalidad evitativa. Este trastorno de personalidad se situaría en el extremo más grave e intenso de la introversión. En otros trabajos, en cambio, se ha descrito que los trastornos de personalidad podrían ser previos e influir negativamente en la aparición de un trastorno de ansiedad.

Los trastornos de ansiedad que se han visto asociados con mayor frecuencia a un trastorno de personalidad son el Trastorno de Ansiedad Generalizada y la Fobia Social. También las personas con un Trastorno de Angustia (presencia de ataques de pánico) o con un Trastorno Obsesivo-compulsivo (TOC) pueden presentar comorbilidad con estos trastornos. En cambio, es muy poco probable que una fobia específica (tener miedo a los bichos, subir en ascensor o miedo al avión) pueda verse acompañada de un trastorno de personalidad.
Los trastornos de personalidad más frecuentemente asociados con los trastornos de ansiedad son: el trastorno de personalidad evitativa, el trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo, el trastorno de personalidad límite o borderline y el trastorno de personalidad dependiente. Veamos brevemente en qué consiste cada uno de ellos:

· Trastorno de personalidad por evitación: las personas con este trastorno presentan un nivel muy elevado de inhibición social, sentimientos de incompetencia y mucha susceptibilidad a la evaluación negativa. Estas personas suelen evitar las relaciones sociales llegando incluso a no trabajar si esto implica hacerlo en contacto con otras personas, les preocupa de forma exagerada ser criticadas o rechazadas en situaciones sociales, se sienten inferior a los demás, incompetentes, tienen mucho miedo al ridículo. Se trata de un trastorno mucho más grave y crónico que la fobia social y, por este motivo, más difícil de superar.

· Trastorno de personalidad obsesivo-compulsivo: las personas con este trastorno están sumamente preocupadas por el orden, el perfeccionismo y el control. Intentan mantener la sensación de control con una atención extrema a normas, reglas, listas, horarios, etc. Por este motivo, se suelen perder en los detalles. Su perfeccionismo hace que se demoren mucho en finalizar sus tareas. Son personas rígidas y obstinadas, inflexibles. Pese a que reciben nombres similares, el trastorno obsesivo-compulsivo se diferencia de este trastorno de personalidad en que se diagnostica cuando aparecen obsesiones y compulsiones.

· Trastorno de personalidad límite o borderline: se caracteriza por un patrón general de inestabilidad en las relaciones con los demás y en su estado de ánimo. Estas personas se esfuerzan por evitar un abandono real o imaginario, sus relaciones personales suelen ser muy inestables e intensas, oscilando entre la idealización más extrema y el desprecio. Son personas muy impulsivas (en gastos, sexo, abuso de sustancias, alimentación, etc.). Suelen ser bastante habituales las amenazas e intentos de suicidio.

· Trastorno de personalidad por dependencia o dependiente: las personas con este trastorno tienen una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, se muestran sumisos y con mucho miedo al rechazo y la separación. Tienen muchas dificultades para tomar decisiones cotidianas, necesitan constantemente reafirmación por parte de los otros. No quieren estar solos porque les preocupa ser incapaces de cuidar de sí mismos.

También algunos trastornos que se suelen dar con mayor frecuencia en la infancia se han visto asociados en la etapa adulta con un trastorno de personalidad. Algunos autores sugieren que el Trastorno de Ansiedad por Separación (TAS) podría ser un antecedente del Trastorno de Personalidad Límite. Se ha visto que algunos niños con TAS durante la infancia desarrollan este trastorno de personalidad en etapas posteriores de su vida.


¿Tener un trastorno de personalidad obstaculiza la buena marcha del tratamiento de un trastorno de ansiedad?

Los trabajos sobre el tema no son concluyentes. Algunos indican que el tratamiento de los trastornos de ansiedad es igual de efectivo aunque el cliente tenga un trastorno de personalidad. Otros sugieren que la terapia puede ser más lenta. Por ejemplo, algunos trabajos sobre el Trastorno de Ansiedad Generalizada señalan que los clientes que presentan asociado un trastorno de personalidad suelen abandonar el tratamiento con mayor frecuencia. Otros advierten que en los pacientes con TAG o con Fobia Social y un trastorno de personalidad es menos probable la remisión del problema.




http://youtu.be/757DdYLaJQ4 Cómo hacerte Saber -Mario Benedetti-