PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

miércoles, 24 de junio de 2020

Dr. David R. Hawkins



P: ¿Qué es el "Yo"?

R: El "Yo Infinito" es esa realidad subjetiva que subyace al "yo" individual y le permite la experiencia de la "Yoidad" como existencia personal. Es el "Yo" absoluto el que nos permite poder decir "yo". Se podría decir que Descartes lo expresó al revés. La verdad no es "Pienso, luego existo", sino su corolario, "Existo, luego pienso".

La consciencia, o la capacidad para tomar conciencia, es informe; es el telón de fondo sobre el cual se puede identificar la forma. La forma se puede percibir gracias a la informalidad del aparente vacío del espacio. La "algo-idad" sólo se puede identificar porque se destaca contra nada más, del mismo modo que podemos ver las nubes gracias a la claridad del cielo.

P: ¿Hay algún atajo hacia la iluminación?

R: Sí, lo hay. Uno se puede pasar muchas vidas estudiando todas las enseñanzas espirituales y filosóficas del mundo para terminar confundido y descorazonado. Busque el "conocimiento", no el "conocimiento acerca de". "Conocer" supone una experiencia subjetiva; "conocer acerca de" significa acumular datos. Al final, los datos desaparecen y no hay nada que conocer. Si uno se da cuenta de que el propio Yo de uno es la Totalidad de "Todo lo que es", ha sido o pueda ser, ¿qué más puede necesitar saber? La completitud es, por su propia naturaleza, total y completa.

P: ¿Y cómo es eso?

R: Porque una vez que te conviertes en algo, ya no hay nada más que saber acerca de ello. Conocer supone "incompletitud". Lo que yo soy es Totalidad. Darse cuenta de que uno ya es y siempre será "Todo lo que es" no deja nada más que añadir.

P: ¿Y qué puede decir del "aprendizaje"?

R: Cuando se toma conciencia de la Realidad, todo aprendizaje se detiene. La mente se queda en silencio. En esa paz y serenidad, todo cuanto existe irradia su propio significado y su verdad, y se hace evidente que la naturaleza de la existencia es imponentemente divina. Todo irradia su esencia Divina como Existencia. Eso que Es y eso que es Divino son uno y lo mismo. De lo no-manifiesto se irradia lo manifiesto, que es también, en su esencia, lo no-manifiesto a la vez. No existe la dualidad de lo manifiesto frente a lo no manifiesto. Todas las aparentes diferencias desaparecen cuando uno trasciende la percepción, que es un punto de vista arbitrario y limitado. Es la percepción la que crea la dualidad. Este es un hecho experimentable, no una conclusión filosófica. La filosofía puede ser útil, pero no es más que un paralelo intelectual de la realidad, en la cual no hay filosofía posible.

P: Muchas, enseñanzas parecen ambiguas y confusas.

R: La ambigüedad en sí es ilusoria. Las aparentes ambigüedades se disuelven en presencia de la comprensión. Dentro de la verdad, no hay discusión posible.

P: ¿Y eso por qué?

R: Porque sólo lo que existe realmente tiene Realidad. No hay tal "verdadero frente a falso". Lo que llamamos "falso" carece de existencia y realidad, y sólo lo que es cierto tiene existencia; cualquier otra idea es ilusión y cae por su propio peso.

P: ¿Podría poner otro ejemplo para explicarlo mejor?

R: Los opuestos no existen en la Realidad, son sólo conceptos de palabra y pensamiento. Tomemos los opuestos aparentes de la luz y la oscuridad. En realidad, la oscuridad no existe; sólo existe la luz. Así, las cosas se podrían describir adecuadamente diciendo que la luz o está presente o no lo está, o que la luz está presente en distintos grados; por tanto, toda luz, o su carencia, sólo se puede definir en términos de luz por su presencia o grado, o no. Así, sólo existe una variable: la presencia o ausencia de luz.

Uno no puede ver brillar la oscuridad en ninguna parte. Uno puede, por una cuestión de lenguaje, llamar oscuridad a la ausencia de luz, pero la oscuridad no tiene existencia en la Realidad.

Vamos a poner otro ejemplo: el tener o no tener dinero. Aquí, la única variable es la presencia de dinero. El término "pobreza" implica, por tanto, la ausencia de dinero, pero no es una cosa en sí misma. Uno no puede tener pobreza.

No hay arriba ni abajo en la Realidad. Son conceptos que surgen de un posicionamiento arbitrario. Ni el arriba ni el abajo existen en realidad. Así es como se forma el ilusorio mundo del ego, a partir de un posicionamiento, con la ingenuidad consiguiente que supone que los opuestos tengan una existencia independiente. Por tanto, el mundo, tal como se ve, sólo existe en la mente del observador. No tiene existencia independiente.

En la Realidad, uno no tiene por qué distinguir entre "lo que es" y "lo que no es", sino tan solo afirmar que, lo que es, es. De ahí que no haga falta negar lo falso, sino sólo afirmar lo verdadero.

P: ¿Cuál es la consecuencia más importante de la función del ego?

R: La creencia de que hay un "hacedor" tras las acciones, un "pensador" tras los pensamientos y un "sentidor" tras los sentimientos. Todo esto son ilusiones que refuerzan la creencia de que uno es una entidad separada y distinta, sujeta al nacimiento, a la muerte y al karma. El creer que uno es una entidad separada engendra miedo, que a su vez refuerza los impulsos de supervivencia del ego y sus mecanismos de codicia, deseo, envidia, orgullo, odio y culpabilidad. Para verse como una entidad separada y finita, crea automáticamente una dualidad basada en el "yo" frente al "no yo", el "aquí" frente al "allí", el "ahora" frente al "después", etc.

P: Entonces, ¿cuál es el resorte básico de la autoperpetuación del ego?

R: Al creer que es una entidad separada, el ego mantiene esta ilusión, basada en el miedo a la no existencia. Le da miedo llegar a su fin y no sobrevivir en el tiempo. Su noción de la realidad es muy limitada, y no sabe lo que hay más allá de sí mismo. El ego no puede experimentar el Infinito, ni sabe nada de la exquisita Presencia que le sustituirá. Se aferra al pequeño "yo" personal porque no tiene el conocimiento ni la experiencia consciente de la paz y la alegría infinitas del gran "Yo" que se adueña de la conciencia y lo reemplaza.

Pero no se puede culpar al ego por su ignorancia. No tiene ni idea de lo que existe más allá de sus limitados parámetros; y, por otra parte, ir más allá de sus limitaciones y las fronteras que se impone no es un objetivo que pueda tener su origen en el mismo ego. Sin ayuda, el ego no puede trascenderse ni disolver sus propios obstáculos y límites. Es como una tribu aislada, que no es consciente de que hay todo un mundo más allá de sus dominios. Normalmente, los miembros de las sociedades primitivas se refieren a sí mismos como "el pueblo" de la Tierra. El ego no es malo, ni es un enemigo; simplemente, es una ilusión de la que hay que liberarse para que algo mucho mejor lo reemplace.

P: Si el ego es tal como usted dice, ¿cómo puede tener lugar la iluminación?

R: Esa es la función de la espiritualidad, que informa, educa, inspira, lleva y apoya la exploración de la consciencia más allá de las restricciones de la experiencia del ego. Aquellos que han llegado lejos en el camino hacia una conciencia mayor dan cuenta al mundo de sus hallazgos, e invitan a aquellos que están interesados a seguirles.

Aunque la Iluminación es estadísticamente poco frecuente, sucede con la suficiente asiduidad como para que, en conjunto, se disponga de un gran cuerpo de enseñanzas las cuales tienen una profunda influencia sobre la humanidad. Cada iluminado, por su propia radiación energética, recontextualiza y expande silenciosamente el paradigma de la consciencia humana. La posibilidad de los niveles superiores de la consciencia impregna e inspira todo conocimiento, y crea el contexto general para la experiencia humana. El impulso por el progreso es innato en todas las sociedades y culturas, tanto en lo individual como en lo colectivo. El esfuerzo humano crea la historia de la civilización en su empeño por mejorarse. Aunque frecuentemente se equivoque en su empeño, el esfuerzo en sí sigue presente.

Fuente: David R. Hawkins. el ojo del yo(El Grano de Mostaza, 2016)
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta
Teléfono: 653 379 269
Instagram: @psicoletrazaragoza
Página Web: www.rcordobasanz.es

No hay comentarios: