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Paz y Ciencia

domingo, 18 de septiembre de 2011

Terapia Humanista

El psicoanálisis es la "quinta esencia" de la psicoterapia, la madre de todas las corrientes psicoterápicas. Como decía un terapeuta gestalt, en ocasiones la identificación con un modelo viene de manera negativa, es decir, "esto no es psicoanálisis". La gestalt apuesta por lo corporal y técnicas vivenciales para el crecimiento del terapeuta y del paciente.
La "Tercera Fuerza", donde se sitúan las perspectivas humanistas tienen una manera de trabajo diferente a la psicoanalítica, aunque lo suyo es conocer las bases teóricas del psicoanálisis para seguir construyendo el edificio teórico conociendo los cimientos.
En la medida en que un terapeuta se va especializando o abarcando más campos en su camino profesional, en esto tan curioso llamado "formación continuada", puede ir descubriendo modelos que se ajustan más a su personalidad y, lo más importante, modelos que se ajustan más al trabajo con determinados pacientes. La psicología humanista hace énfasis en la relación terapéutica, en una serie de aspectos que pivotan en sintonía con la aceptación incondicional, el saber escuchar y el ayudar a "el darse cuenta".
Para mi gusto, existen autores psicoanalíticos fascinantes, por ejemplo Winnicott, Klein, Anna Freud o su propio padre. También existen autores humanistas fascinantes, imprescindibles, diría yo, como Rogers o Maslow, otros importantes serían Stanislav Grof y Ken Wilber. La perspectiva humanista integradora me parece, por su actitud, de humildad, honestidad y saber escuchar sin ser incisivo con intervenciones "penetrantes", una vía fértil para ayudar al crecimiento personal y para apuntalar un sistema holístico de conocimientos y técnicas para ayudar a un mayor número de pacientes de manera eficaz.
La teoría humanista se basa en unos postulados filosóficos diferentes a los del psicoanálisis, recordemos que Freud partió de la neurología, luego la hipnosis y más tarde el nacimiento de la psicoterapia a partir de 1895 junto a Joseph Breuer.
La corriente humanista es más tardía e incorpora el legado del psicoanálisis pero dando mayor importancia a la empatía, a la relación con el paciente, a sus aspectos creativos y tratando de mantenerse al margen (no sin saberlo o comprenderlo) del diagnóstico. También aborda el aspecto experiencial y existencial del individuo, su proyecto vital, el significado de su vida, la trascendencia en su vida. Ayuda a conducir al sujeto a lo más cercano de la autorrealización.
Alguna autora psicoanalítica tildó a Winnicott de psicoterapeuta humanista y es que el "holding" es una forma de aceptación incondicional, de envoltura psicológica para proteger y curar las heridas de la biografía. Un buen terapeuta humanista debe conocer la obra de Freud, de Jung, de Maslow, de Rogers, de Perls y tener una amplia "caja de herramientas" para poderlas emplear en el tiempo y con la persona apropiada. El desarrollo de la arteterapia puede ser muy interesante para el desarrollo de una psicoterapia, ya sea a nivel narrativo, pintura, poesía, fotobiografía, autobiografía, etc.
Es importante que el terapeuta no se quede estancado en una sola forma de praxis sino que conozca varias vertientes y diseñe el tratamiento para ayudar de la manera más eficaz a la persona. Esto es algo que está bastante estudiado, a cada "perfil" de paciente se le puede administrar de forma más eficaz un tratamiento u otro, para mí, la clave está en el vínculo emocional, en la relación terapéutica.

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