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Paz y Ciencia

martes, 13 de septiembre de 2011

Ojo!

En el ámbito "psi" está presente una herencia de la medicina y las ciencias naturales, me refiero a los diagnósticos. Esto es de máxima utilidad para el terapeuta a la hora de diseñar un tratamiento y enfocar la clínica del paciente. Un grupo potente de Barcelona ha creado una forma de manifiesto para expresar su descontento por el DSM, "libro sagrado" de los profesionales de salud mental donde figuran los criterios psicopatológicos para diagnosticar a una persona. Muchas veces esa persona puede reunir criterios de varios trastornos, por ejemplo, trastorno anancástico de la personalidad y trastorno obsesivo compulsivo, o trastorno evitativo de la personalidad y fobia social. El DSM que se está cocinando, el DSM-V va a cambiar consoderablemente los criterios y va a incluir otros trastornos, esto me hace pensar en lo que Yago Franco decía en su página web (elpsicoanalitico.com.ar), "no va a quedar ninguno sano".
La cuestión no es tan graciosa como la expone con humor este psicoanalista, sino que con relativa frecuencia podemos ver que una persona recibe ayuda de otro profesional y se le diagnostica de otra cosa. Un profesional experto en trastornos de personalidad diagnistica TP, un profesional experto en trastornos afectivos diagnostica un trastorno afectivo y otro puede diagnosticar otra cosa. Esto es más frecuente de lo que debería ser.
A veces se puede llegar a peligrosos diagnósticos, por ejemplo, tras una entrevista de media hora con un psiquiatra se le puede diagnosticar a un paciente de trastorno bipolar, cuando éste no ha presentado jamás ningún síntoma de elación, hipomanía o manía. Esto es grave porque el tratamiento más indicado para el trastorno bipolar es el litio y es un medicamento que requiere períodicas pruebas de sangre para comprobar el nivel de litio en sangre y ajustar el tratamiento. Además, y no es poca cosa, la persona ya recibe un diagnóstico estigmatizante (claro está que esto depende de cómo lo viva el sujeto), en cualquier caso no parece muy cómodo ni agradable recibir este tipo de diagnósticos.
Hay que asegurarse más a la hora de hacer un psicodiagnóstico, conocer profundamente al paciente y hacer una psicobiografía así como sondear signos patológicos para realizar un diagnóstico diferencial.
En el ámbito psiquiátrico, insisto, esto es todavía más delicado, en psicoterapia se trabaja con la palabra y el gesto, en psiquiatría básicamente con la medicación y hay que tener cuidado a la hora de tratar farmacológicamente a un paciente, más aún con medicamentos que tienen efectos secundarios delicados como las sales de litio y neurolépticos.
El tratamiento psicoterápico ayuda a que la persona necesite menos medicación, que haya una mayor "higiene" en su tratamiento farmacológico e incluso, en fases avanzadas de la psicoterapia que pueda ir prescindiendo de algún fármaco. Todo esto, es recomendable que sea bajo la tutela del médico y realizado de una forma prudente.
Por tanto, debemos de tener cuidado a la hora de "etiquetar" a un paciente y considero, que es mejor ayudarle a pensar y explicarle que le sucede a un nivel descriptivo y dinámico para que sea capaz de autorregularse y de contenerse.

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