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Paz y Ciencia

lunes, 19 de abril de 2010

Freud, fracaso y éxito


El fracaso ha sido algo que ha hecho grandes a muchas personas. Freud, en sus inicios como neurólogo probó con la cocaína, llegó a ingerirla y a recomendarla a otros médicos, descubrió el papel de anestesia que tenía el componente. Sin embargo uno de sus colegas falleció por una sobredosis. Freud contactó con Joseph Breuer y él le contó que estaba en tratamiento con una paciente a la que llamó Anna O. Esta paciente tenía dolores y una nerviosidad que parecía calmarse temporalmente cuando hablaba con él. No había signos orgánicos que justificaran sus dolores y otros síntomas. Freud acabó tratando a esta paciente (Berta Pappenheim) y descubrió junto a lo expuesto por Breuer el método "catártico", que fue lo que dio origen más adelante al psicoanálisis. Cuando él había ingerido cocaína soñó "El sueño de la inyección de Irma", es un sueño que tuvo Freud del 23 al 24 de julio 1895 y que él mismo consideró como el sueño con el que se le reveló el "secreto del sueño".


Freud nos cuenta que en el verano de 1895 tenía una paciente que él llama Irma (hoy sabemos que era Emma Eckstein (1865-1924), una mujer de una prominente familia socialista de Vienna que era muy activa en el movimiento de la liberación de las mujeres y después se hizo psicoanalista) y cuya cura ha sido terminada solamente con un éxito parcial. Un día, Freud tiene la visita de su amigo/colega Otto, también médico, que dice: "Irma está mejor, pero no completamente curada.". Freud se enfada por este comentario, porque piensa oir un reproche por lo cual, por la noche, se sienta para escribir la historia del análisis de Irma para dársela al doctór M. (Breuer), un amigo común, como para justificarse.


El sueño: Un gran vestíbulo - muchos invitados, a quienes nosotros recibimos. - Entre ellos Irma, a quien enseguida llevo aparte como para responder a su carta, y para reprocharle que todavía no acepte la "solución". Le digo: "Si todavía tienes dolores, es realmente por tu exclusiva culpa." - Ella responde: "Si supieses los dolores que tengo ahora en el cuello, el estómago y el vientre; me siento oprimida."- Yo me aterro y la miro. Ella se ve pálida y abotargada; pienso que después de todo he descuidado sin duda algo orgánico. La llevo hasta la ventana y reviso el interior de su garganta. Se muestra un poco renuente, como las mujeres que llevan dentadura postiza. Pienso entre mí que en modo alguno tiene necesidad de ello. - Después la boca se abre bien, y hallo a la derecha una gran mancha blanca, y en otras partes veo extrañas formaciones rugosas, que manifiestamente están modeladas como los cornetes nasales, extensas escaras blanco-grisáceas. - Aprisa llamo al doctor M., quien repite el examen y lo confirma...El doctor M. se ve enteramente distinto que de ordinario; está muy pálido, cojea, está sin barba en el mentón... Ahora también está de pie junto a ella mi amigo Otto, y mi amigo Leopold la percute a través del corsé y dice: "Tiene una matidez abajo a la izquierda", y también señala una parte de la piel infiltrada en el hombro izquierdo (lo que yo siento como él, a pesar del vestido)... M. dice: "No hay duda, es una infección, pero no es nada; sobrevendrá todavía una disentería y se eliminará el veneno"... Inmediatamente nosotros sabemos de dónde viene la infección. No hace mucho mi amigo Otto, en una ocasión en que ella se sentía mal, le dio una inyección con un preparado de propilo, propiteno...ácido propiónico...trimetilamina (cuya fórmula veo ante mí escrita con caracteres gruesos)... No se dan esas inyecciones tan a la ligera... Es probable también que la jeringa no estuviera limpia.


Freud concluye el análisis del sueño así: "El resultado del sueño, en efecto, es que no soy el culpable de que persistan los padecimientos de Irma, sino Otto; éste con su observación acerca de la incompleta curación de Irma, me ha irritado, y el sueño me venga de él devolviéndole ese reproche. El sueño me libera de responsabilidades por el estado de Irma, atribuyéndole a otros factores produce toda una serie de razones. El sueño figura un cierto estado de cosas tal como yo desearía que fuese. Su contenido es, entonces, un cumplimiento de deseo, y su motivo, un deseo."


Como vemos un fracaso como es el del Caso Irma, la ingesta de la cocaína y las supuestas propiedades terapéuticas de esta solución dieron paso a un éxito, el amanecer de la teoría psicoanalítica con el descubrimiento que el sueño es una realización de deseos.


Freud tuvo muchos problemas en sus historiales médicos porque estaba edificando una teorización muy compleja y novedosa, sólo al final tenemos una estructura cerrada y hermética, autosuficiente que da explicación a los fenómenos oníricos y a los síntomas psíquicos. Dibujándose el psicoanálisis como un método de investigación, un método de psicoterapia y una teoría psicológica.


Muchos, como con Copérnico o Darwin han intentado declararle un canalla por lo que él llamaba "resistencias al psicoanálisis". El caso es que poco a poco esta ciencia a progresado y ahora ayuda, fuera de dogmas y posturas hieráticas, frías y distantes el psicoanálisis moderno ha triunfado, no ha sido desnaturalizado como algunos aferrados a la nostalgia clásica postulan. De un fracaso, o muchos, Freud logró un éxito, se puede aprender de la experiencia, de los errores y lograr (como decía una paciente), "un cambio de perspectiva, un cambio según el cual percibo las cosas de otra manera". Se siente más viva, despierta, lúcida y animosa. Para ello ha tenido que elaborar pérdidas y asumir situaciones muy dolorosas. Es el célebre y actual concepto de resiliencia.

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