PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

jueves, 27 de noviembre de 2008

La Niña de los Sueños XLIV

La niña arrastraba el vestido por la parte de detrás, descuidada, impropio de su sofisticada educación, las botas eran graciosas junto al vestido exótico. El niño la miraba y no podía apartar sus ojos del gracioso cuerpo de "la reina" y de sus ojitos.
La verdad es que no sabía que iba a decir, cómo reaccionar ante las acometidas de una familia muy diferente a lo que él conocía. Lo que había aprendido de esas gentes no era muy halagüeño, esto es, que no hay que confiar en exceso de aquellos que hacen ostentación de su riqueza y no tienen en cuenta a los demás -discurso corriente entre las gentes del mercado-. La verdad es que resultaba un poco difícil comportarse para un muchacho como él en aquella situación. Así que se armó de valor y cruzó la pesada puerta de la entrada que daba paso al Gran Jardín de Palacio donde había soñado estar alguna vez, espacio que la Princesa había querido traspasar.
Juntos se acercaron a la puerta, no se escuchaba ningún ruido. El silencio, si hubiesen estado pendientes de lo que les rodeaba podría haber dejado llegar a sus oídos el bullicio en la distancia del mercado, sin embargo, como mucho sólo podían escuchar sus tripas rugir. La muchacha le cogió de la mano, le abrazó y juntos se acercaron un poco más a la puerta del Palacio, el muchacho miraba tanto para arriba que casi se tropieza con una pelota del hermano mediano de la Princesa. Alertado por la muchacha que le tomaba de la mano pudo sortear el primer bache. Estaban cerca y...

No hay comentarios: