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Paz y Ciencia

lunes, 17 de noviembre de 2008

La Familia en el TLP

Bajo la tiranía es mucho más fácil actuar que pensar. Hanna Arendt, filósofa y política.
La belleza de las cosas existe en la mente que las contempla. David Hume. Sobre la tragedia.


Sólo las intervenciones de terapeutas familiares y el emergente psicoanálisis vincular (Isidoro Berenstein y Janine Puget) atiende a la familia desde una pespectiva sistémica, aunque con modelos epistemológicos diferentes.
Es necesario integrar en la consulta, sea pública o privada la valoración de la atmósfera familiar en la que se desenvuelve el paciente identificado, siguiendo nomenclatura de la Terapia Sistémica. Minuchin, Mara Selvini Palazzoli y Gregory Bateson junto a Paul Watzlawick son los máximos exponentes de las terapias sistémicas, cada uno con su modelo distinto. Escuelas en definitiva.
Laura Ageitos y Dolores Mosquera han construido una terapia familiar en el centro logpsic de Valencia para atender los problemas de las familias con uno o más individuos con TLP. Seguir la teoría no suele ser un camino fiable. Recomiendo un texto para profesionales y familiares: Más allá de lo aparente de Dolores Mosquera y Laura Ageitos. Quiero comentar también la contribución de Giorgio Nardone desde una posición estratégica.
Lo válido y fiable es seguir el camino de la experiencia, ilustrándonos del saber del sistema familiar, de su dinámica y sus conflictos. El papel del PI (Paciente Identificado) en el sistema y los demás elementos del sistema. Así como lo psicológico puede tener penetración en lo biológico y viceversa, modelo transaccional para entender la etiología de los problemas psicológicos y psiquiátricos, es ineludible el mencionar la familia, como semilla del troquelado de un sujeto, que nace en los brazos de su madre y bajo la supervisión del padre.
En el TLP suelen presentarse con cierta frecuencia familias disfuncionales que funcionan de manera disociada como el pensamiento dicotómico del PI, desde el autoritarismo hasta la ausencia de normas y muestras de afecto. Todo o nada.
También existen familias más funcionales. La culpa no es de nadie, existe la responsabilidad. Es validación empírica a través de la experiencia. Es justo señalar un dato real, estos datos sobre la importancia de la familia lo puede firmar incluso un psiquiatra biológico, aunque se lave las manos en esa faceta nutritiva y fecunda para el tratamiento exitoso de un TP, como el límite. No obstante no todos los casos son de este modo.
Trabajar en lo familiar puede ser realizado también en la entrevista individual, el psiconálisis con su mirada clásica de la madre como responsable del bienestar del hijo a tendido a ser demasiado duro y algo reduccionista. Existen otras variables, por ejemplo el padre, los hermanos y la interacción entre ellos, el rol que asignan dentro del sistema y el que se le atribuye al PI. En estas familias puede haber una transacción psicótica, incluso una psicosis compartida eventual, dicho de una forma laxa, sin seguir criterios DSM necesariamente.
La terapia de familia es un reducto que requiere mucho del terapeuta, sea médico o psicólogo, esto normalmente no se hace por miedo a caer en desgracia o por interrupciones del tratamiento por sesiones "duras" donde se dice la implicación de la familia en la patología del PI. Hablar claro sale muy caro para todos, sobretodo para el interesado, el paciente con PI, quien a veces pide socorro y auxilio de manera desesperanzada de la mejor forma que sabe, incluso con autoagresiones mentales o físicas.
Atender esta dimensión, es decir el clima donde se desenvuelve gran parte de la vida Emocional del afectado resulta imprescindible. No sólo aconsejable y eficaz sino imprescindible.
Valorar a la familia debe ser parte del protocolo de valoración de un "caso" con TLP y pienso que también si no hay TLP. No es necesario congregar a los abuelos en dicha reunión, como algunos jocosos se jactan sobre los excesos de algunas terapias familiares.
Sintetizando, valorar individualmente a nivel sintomático, estructural, en lo emocional y en lo interpersonal son mínimos para hacer una valoración apropiada del "caso" y tener mejor conocimiento de dónde está inscrito el sujeto, de ese modo sabemos la mitología de la familia, como está escrita en el imaginario de sus miembros la historia de esta, donde está el PI desarrollando un papel patógeno. Cambiando esto a través de psicoeducación, pautas, consejos e información resulta importante. Vital es que los padres sepan que son parte fundamental para la evolución favorable de su hija/o. Dejemos impregnarnos de la experiencia porque es la mejor consejera.
Rodrigo Córdoba Sanz. mailto:rcordobasanz@gmail.com

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