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Paz y Ciencia
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miércoles, 6 de noviembre de 2013

Abuso sexual

 
 
 
En este enlace web aparece un corto de YouTube en el que se muestra a una adolescente en una familia nuclear desorganizada: el padre abusa de ella sexualmente, el hermano la humilla y la agrede físicamente y la madre se refugia en el sometimiento y la negación, tomando ansiolíticos.
La agresividad hostil del entorno es introyectada por la joven, quien desarrolla una sintomatología compatible con una depresión mayor, con una manifiesta ideación suicida, que parece cristalizar, al final del video.
Si pensamos en las conductas del hermano, podríamos indicar que es posible que padeciera un trastorno disocial u  trastorno de conducta. No podríamos hablar de un trastorno antisocial de la personalidad, porque parece que el chico es menor de edad.
Sobre ello, expondré los diagnósticos que hacen referencia a las conductas que comúnmente llamamos como “agresivas” o “antisociales”:
El DSM dedica un apartado a los «Trastornos de inicio en la infancia, la niñez o la adolescencia», en el que se describen el trastorno disocial, el trastorno negativista desafiante y los trastornos de comportamiento.
Todos estos diagnósticos hacen referencia a conductas, como por ejemplo: robar, hacer novillos, tener una actitud retadora ante la autoridad (padres, profesores), ser físicamente cruel con personas o animales, obligar a alguien a tener un contacto sexual con él, etc. Estas conductas provocan rechazo social, situando a las agresores como “pequeños delincuentes”, en lugar de entender el agresor como una victima de: su genética (bio), su personalidad (pisco) y su entorno (social). Para los que quieran profundizar sobre la etiología os dejo los siguientes referentes españoles: Santiago Redondo y Vicente Garrido.
Quisiera hacer una pregunta abierta para los que veáis el corto:
-         ¿Como debería de ser el abordaje terapéutico de un chico con las manifestaciones conductuales como las que vemos en el video?
Creo que no hay una única respuesta válida, cada profesional que nos dedicamos al tratamiento de personas con alteraciones conductuales graves, usamos unas técnicas u otras, en función de la formación, de la experiencia previa y de la manera de ser de cada uno. Cuando las familias de los pacientes u otros profesionales con los que me coordino, me comentan las estrategias que utilizan, yo siempre contesto: ¿funciona? es lo que más interesa.
 
R.B. Colaboradora y trabajadora en el ámbito de la salud mental y forense.

domingo, 6 de octubre de 2013

Hervey Cleckley



En 1976 Hervey Cleckley describió la psicopatía como la "máscara de la cordura", refiriéndose a aquellas personas que ocultan graves deficiencias bajo una aparente normalidad. Es decir, mientras que el psicópata parece normal a primera vista, a medida que profundicemos las carencias que presente se harán evidentes. En el otro extremo tenemos al antisocial "puro" y al aprendido, aquellas personas que a primera vista reflejan y transmiten un comportamiento desadaptado, problemático y defensivo.

La aparente normalidad del psicópata que menciono en este libro requiere una actitud directiva por parte del profesional que realiza la entrevista porque, aunque es poco probable que acuda a terapia, se puede tener acceso a este perfil en las prisiones o a través de otros organismos como juzgados o comisarías de policía. En cualquier caso, el paciente tratará a manipular al terapeuta

domingo, 29 de septiembre de 2013

El Antisocial y el Psicópata



En el libro "Personalidades Violentas", de Enrique Echeburúa comenta que las personalidades antisociales son extravertidas e inestables emocionalmente y se caracterizan por la hostilidad, la rebeldía social y la ausencia de conductas emocionales de miedo ante el castigo y las situaciones arriesgadas, así como por los comportamientos impulsivos, la baja tolerancia a la frustración y la dificultad para la demora del reforzamiento. También señala que si el estilo cognitivo de estas personas está caracterizado por la pobreza de planificación y juicio y por la tendencia a proyectar culpas en los otros sin asumir los propios errores, así como por una falta de conciencia ante los valores y normas morales. Por otra parte, en el mismo libro, Paz del Corral comenta que los rasgos nucleares del trastorno antisocial de la personalidad son los comportamientos impulsivos, sin reparar en las consecuencias negativas de las conductas, la ausencia de responsabilidades personales y sociales, con déficits en la solución de problemas, y la pobreza sentimental, sin sentimientos de amor ni culpabilidad. También comenta que, como consecuencia de todo ello, estas personas carecen del mínimo equipamiento cognitivo y afectivo necesario para asumir los valores y normas morales aceptados socialmente.

En la personalidad psicopática no suele haber esta pobreza de planificación y juicio, pues además de planificar con mucho detalle (en los casos extremos de asesinos en serie algunos incluso seleccionan y estudian a la/s víctima/s¨), saben perfectamente lo que está "bien" y lo que está "mal". En lo referente a la impulsividad, creo que el que seleccionen y estudien a una víctima potencial y se planteen el lugar y momento idóneo para llevar a cabo su plan anula el componente impulsivo, pues, si son capaces de elegir el momento y no actuar cuando la situación no es óptima, tienen la capacidad para frenar la conducta. La realidad es que las personalidades psicopáticas son conscientes de las repercusiones de su conducta, pero simplemente no les importa porque prima su gratificación frente a todo lo demás y, en muchos casos, esta gratificación depende en gran medida del sufrimiento ajeno.

lunes, 23 de septiembre de 2013

"Antisociales aprendidos"



Este tipo de antisociales han desarrollado un falso Yo, unas corazas en forma de rabia, deseos de poder y negación de los sentimientos, que encubre un verdadero Yo que sufre, que desea estar próximo a las personas y que tiene emociones. Realmente, al calificar al Yo "malo" como Falso yo y al Yo "bueno" como verdadero estoy dejando (o mi contratrasferencia) intervenga en el análisis, porque también podríamos decir que el Falso Yo es el que está tapado y el verdadero Yo es el que predomina en el sujeto, el que es agresivo y niega los sentimientos. Pero, actuando así, estarían traicionando algo que los pacientes con trastornos de personalidad encuentran de enorme valor, como es el hecho de que exista alguien en este mundo que crea en ellos, luche por ellos, en ocasiones mucho mejor que ellos mismos.

domingo, 5 de mayo de 2013

La Etiología de la Tendencia Antisocial

 
 
 
 
LA ETIOLOGÍA DE LA TENDENCIA ANTISOCIAL

En "La disociación revelada en una terapéutica", que corresponde a un texto preparado en 1965 para un capítulo del libbro "Crime, Law and Corrections", Winnicott establece la etiología de la tendencia antisocial en la desposesión:

Debe hacerse hincapié en que la tendencia antisocial está fundada en una desposesión y no en una privación. Esta última produce otro resultado: si la ración básica de ambiente facilitador es deficiente, se distorsiona el proceso de maduración y el resultado no es un defecto en el carácter, sino en la personalidad.
La etiología de la tendencia antisocial comprende un período inicial de desarrollo personal satisfactorio y una falla ulterior del ambiente facilitador, que el niño siente aunque no lo aprecia intelectualmente. El niño puede conocer esta secuencia de hechos: <>. En condiciones especiales  (por ejemplo, en psicoterapia) puede hacerse actual en un niño este entendimiento basado en la memoria. Mentiríamos si dijéramos que el niño suele sostener estas ideas conscientemente, pero así sucede a veces y es común que un niño tenga un conocimiento claro de la desposesión en una versión posterior de la misma: por ejemplo, un período de soledad insoportable experimentado a los siente años de edad y asociado con la congoja ante una muerte o el ingreso en una ecuela de pupìlos, con el consiguiente alejamiento del hogar...
Así pues, la tendencia antisocial puede ser una característica de los niños normales, así como de los niños de cualquier tipo de diagníostico psiquiátrico, salvo la esquizofrenia, por cuanto el esquizofrénico vive un estado de distorsión asociado con la privación y, por ende, no está lo bastante maduro como para padecer una desposesión. La personalidad paranoide encuadra muy fácilmente la tendencia antisocial dentro de la tendencia general a sentirse perseguido; de ahí la posibilidad de que contenga una superposición de dos tipos de perturbación: de la personalidad y del carácter.
Texto de Deprivación y Delincuencia: Donald Woods Winnicott y Clare Britton

Texto extraído del colega y buen amigo Javier Lacruz Navas: Donald Winnicott: Vocabulario Esencial. Ed. Mira. Pág.: 309

http://youtu.be/cAuq5trXGVY Malú -Solo el Amor nos salvará-

domingo, 10 de junio de 2012

La personalidad psicopática




Si nos desplazamos a lo largo del espectro del narcisismo, al acercarnos a la personalidad psicopática se podría esperar encontrar un grado todavía mayor de fantasías de grandeza en estas personas, ya sea manifiesta o latente. Todas las personalidades psicopáticas se consideran a sí mismo individuos superiores a los demás y muestran un grado de arrogancia que raya en el desprecio por los seres humanos corrientes. Al igual que otros narcisistas, niegan sus sentimientos. Una característica específica de la personalidad psicopática es la tendencia a actuar siguiendo sus impulsos, a menudo de manera antisocial. Mienten, engañan, roban, incluso matan, sin que se vea en ellos signo alguno de culpabilidad o remordimiento. Esta falta extrema de empatía hace muy difícil el tratamiento de las personalidades psicopáticas.
Utilizo aquí el término "exteriorizar los impulsos" para describir un tipo de conducta que ignora los sentimientos de las demás personas, y que es generalmente destructiva para el bien del yo. El impulso que subyace bajo esta conducta procede de las experiencias de la infancia, que fueron tan traumáticas y tan aplastantes que el niño no pudo integrarlas en el ego que se estaba desarrollando. Como resultado, los sentimientos asociados con aquellos impulsos están más allá de la percepción del ego. Se actúa entonces sin sentimientos conscientes. El asesinato a sangre fría es un ejemplo extremo de la actuación psicopática. Pero actuar impulsivamente de por sí no es algo limitado a la conducta antisocial. El alcoholismo, la drogadicción y la conducta sexual promiscua se pueden también considerar formas de conducta impulsiva.
Actuar impulsivamente no es exclusivo de la personalidad psicopática. Masterson reconoce que el carácter narcisista y la personalidad límite también lo hacen. Pero hay una diferencia. Dicho con sus palabras: "La actuación impulsiva del psicópata, comparada con la del (carácter) narcisista o con la de una personalidad límite es más a menudo antisocial y habitualmente de larga duración".
Una vez más, vemos que las diferencias son una cuestión de grado más que de tipo.
Debido a que la personalidad psicopática representa un extremo, proporciona mucha información respecto a la naturaleza del narcisismo. No solo es un nítido retrato de la tendencia a la conducta impulsiva de los narcisistas (que, en otros casos, es menos antisocial), sino que además arroja luz sobre la idea de grandiosidad que subyace bajo el narcisismo. Es significativo que, por ejemplo, el carácter narcisista y la personalidad psicopática muestren una necesidad de gratificación inmediata, una incapacidad para contener el deseo o para tolerar la frustración. Se podría considerar esta debilidad como una expresión del infantilismo de la personalidad, pero creo que tiene un significado y un origen distintos, que reflejan un sentido del yo deficiente. Hay que recordar que en otros aspectos -a saber, en su capacidad para manipular a las personas, urdir planes y atraer seguidores- el carácter narcisista y la personalidad psicopática son cualquier cosa menos infantiles.
Al decir esto debo añadir que los individuos con una personalidad psicopática no son necesariamente lo que la sociedad llaman "perdedores". Según Alan Harrington, que ha llevado a cabo un estudio sobre este tipo de personalidad, hay psicópatas con mucho éxito: "Son brillantes, no tienen remordimientos, su inteligencia es fría como el hielo, son incapaces de sentir amor o culpabilidad, y tienen malas intenciones con respecto al resto del mundo". Un individuo así puede ser un abogado competente, un ejecutivo o un político. "En lugar de asesinar personas", comenta Harrington, este tipo de individuo "puede llegar a ser presidente de una empresa que despide a la gente en lugar de matarla y corta a trozos sus funciones en lugar de su cuerpo". Irónicamente, la clave de este tipo de "éxito" es la falta de sentimientos de la persona -que es a su vez la clave de todos los trastornos narcisistas-. Como hemos visto, cuanto más niega sus sentimientos, más narcisista es el individuo que sufre el trastorno.

Alexander Lowen: "El Narcisismo. La enfermedad de nuestro tiempo". Paídós, 2010, Barcelona. Pp.: 39-41

martes, 16 de diciembre de 2008

Deprivación y delincuencia. La tendencia antisocial como señal de esperanza.

La genialidad es poco más que la facultad de percibir las cosas de un modo no habitual William James

Sin embargo, no se debe pensar despreciativamente de lo paradójico.
La paradoja es la fuente de la pasión del pensador y el pensador sin paradoja es como el amante sin sentimiento: una vil mediocridad. Kierkegaad


En el texto Deprivación y Delincuencia de DW WInnicott se trata la "tendencia antisocial" de una manera curiosa, sencilla y profunda, el texto está destinado a personas que cuidan de bebés y adolescentes en sus casas, en albergues o en la escuela. Además va dirigido a los profesionales de la salud mental.

La deprivación deviene cuando se ha carecido de un medio suficientemente bueno, en aquella época, cuando surge el libro, Inglaterra estaba en guerra y había niños evacuados que vivían con otros padres sustitutos y aquellos que tenían patologías o "tendencias antisociales" podían ser derivados a un albergue para tal fin. Winnicott y su segunda esposa, Clare Britton, trabajon juntos en este propósito. Ella era asistente social psiquiátrica.

El medio suficientemente bueno es aquel en el que el niño ha podido disfrutar de una continuidad de seguridad y protección por una buena "madre-medio ambiente". Es de ese modo cuando el niño se siente seguro, confía en su madre, tiene la esperanza de que va estar allí y puede usarla para crear el mundo y descubrirlo a partir de lo que le da la madre. El padre está también allí, la madre lo necesita y por ende también el niño. Las separaciones demasiado prolongadas producen "traumas" porque el niño no puede construir en su fantasía durante mucho tiempo la presencia de la madre. Cuando se desvanece la imagen mental el mundo se derrumba y su psique en formación comienza a buscar otros modos de satisfacción y comunicación. Es allí donde surge la "tendencia antisocial". Tener una familia sana, constante, coherente y que brinden calor y seguridad son las variables que maneja Donald Winnicott para entender el environment suficientemente bueno.

Sus investigaciones están contextualizadas en años de guerra cuando los descarrilamientos provocados de trenes y los robos en granjas vecinas eran conocidas por la gente común.

Una madre común y corriente es el interlocutor de Winnicott, es esa madre, para él quien sabe cómo cuidar a sus hijos y cómo ayudarles a crecer sin dejarle caer. Este es un trabajo que puede surgir de manera natural en la madre devota corriente. Estas palabras fueron alentadas por una periodista que quería publicar las comunicaciones radiofónicas de Winnicott, al preguntarle a quién iba dirigidas las locuciones, Winnicott en estado puro, dijo que a la madre común y corriente. Es así cuando empieza a cristalizarse el concepto.

La deprivación viene de una palabra inglesa "deprivation", en español sólo encontramos "privación": (Del lat. privatĭo, -ōnis).
1. f. Acción de despojar, impedir o privar.
2. f. Carencia o falta de algo en alguien capaz de tenerlo.
3. f. Pena con que se desposee a alguien del empleo, derecho o dignidad que tenía, por un delito que ha cometido.
4. f. Ausencia del bien que se apetece y desea.
5. f. Renuncia voluntaria a algo.
. Deprivación (deprivation) se refiere a lo siguiente: "The act or an instance of depriving; loss.
The condition of being deprived; privation". La deprivación se produce en una fase posterior a la que generaría dentro de una perspetiva de desarrollo emocional, las psicosis y el espectro fronterizo, donde trabajaba como gato panza arriba Donald Winnicott. El niño cuando ha tenido una madre-ambiente "good-enough" y la pierde por enfermedad o guerra por ejemplo, va a reflejar dicha carencia en su aparato psíquico. El propio Winnicott relata en el texto como la guerra y la ausencia de los padres durante largo tiempo podían llegar a explicar trastornos de ingenua apariencia primaria como física.

Winnicott entiende la patología en función del desarrollo emocional, él junto a Bowlby y Anna Freud tuvieron oportunidad de trabajar en esta época convulsa que hizo llegar a la población los efectos de la deprivación, este libro en un lenguaje asequible transmite de forma profunda las ideas y experiencia creativa de Winnicott para entender la tendencia antisocial.
Nota: La tendencia antisocial no la emplea el autor como un diagnóstico, Winnicott era un poeta de lo "demencial".