PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

martes, 13 de octubre de 2020

Boris Cyrulnik: Resiliencia

 


En la contraportada lo presentan como "neuropsiquiatra, director docente en la universidad de Toulon, escritor de numerosas obras". Un hacedor de ‘bestsellers’. Quince años atrás, el mejor. En 2002 su libro ‘Los patitos feos. La resiliencia: una infancia infeliz no determina la vida’, supuso un giro para pensar el dolor, la culpa, la capacidad de superación de traumas. Una ventana abierta a la esperanza a partir de un concepto fecundo y versátil, ‘resiliencia’: capacidad de las personas para enfrentarse y afrontar los problemas, sean individuales o sociales y salir adelante, resistir y continuar. Es una transposición de un término ingenieril, del campo de la resistencia de materiales: ‘capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando ha cesado la perturbación a la que había estado sometido’. Una analogía triunfadora. Aquella propuesta de Cyrulnik estaba especialmente centrada en los niños y de esa misma fuente nace su nuevo libro.

En esta ocasión se arriesga a presentar la ‘psicoterapia de Dios’ y una teoría del espíritu. Se atreve a entrar en un terreno sembrado de controversias. Lo hace con habilidad en treinta y un capítulos más introducción, conclusiones y epílogo. Donde, posiblemente, la frase final es la mejor síntesis del libro: "Dios sufre cuando existe el mal. Pero lo que acabamos de descubrir sobre la psicoterapia de Dios nos ayuda a enfrentar los sufrimientos de la existencia y disfrutar mejor la simple felicidad de ser". Un epílogo que arranca situándose en el dolor de las heridas íntimas de los niños soldado y en sí mismo como un neurólogo y psiquiatra que no se permitía "animar a trabajar este recurso", es decir, a Dios.

El libro es de fácil lectura. Se devora, de hecho llevaba casi dos tercios cuando llegamos a Barcelona. El tren tiene esa ventaja. Se puede leer con comodidad. Y en esta ocasión, tuve circunstancias adecuadas. Me tocó la lado de un joven al que no le gustó nada la portada del ‘Charlie’. Puso cara de sota y mueca de asco. Solo intercambiamos un par de saludos. No hay mal que por bien no venga. Me sumergí en esas letras que conectaban lo social, lo psicológico y lo espiritual. Hablaba del alma, del cuerpo y del espíritu. De la teoría del apego, —vínculos que se imprimen desde la infancia con el amor de los padres, familiares— del espíritu y de la construcción de la personalidad. Explicando argumentos sencillos, sin rubor, sin preocuparse por entrar en la inmensa literatura existente. En este caso es la voz de un terapeuta experto, curtido por miles de horas de conversación y de observación de la psyche humana en distintos contextos y problemas. Recuerda con claridad que los seres humanos somos creyentes. Todos. Y lo explica. "Todos tenemos una representación del mundo en el que creemos. Esta representación es una construcción del mundo que comienza con nuestro sistema nervioso". Esa interacción entre cerebro y espíritu le lleva a afirmar que "la fe es un precioso factor de resiliencia", "una esperanza galvanizante" que cada religión interpreta de una manera. Cada cerebro creyente celebra con el júbilo de quienes creen, algo que sucede de otro modo en quienes no necesitan de Dios porque cuanto más organizada está una sociedad, menos se le necesita. Sus críticos, que los tiene, no aceptan ni sus generalizaciones, ni la superficialidad. No obstante, deja abierta una vía que conecta con la moda del ‘mindfulness’. Ese rezar el rosario-zen, sin creer en Dios.

"¿Porque tenemos la necesidad de creer en algo o alguien? ¿Que pasa en nuestro cerebro cuando ponemos en práctica nuestra fe? ¿Porque las religiones siguen contando con una excelente salud en el mundo, a pesar de que los progresos de la ciencia nos muestran cada vez con más detalle un universo vacío?"

Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Clínico

Teléfono: 653 379 269 WhatsApp: +34 653 379 269

Instagram: @psicoletrazaragoza

Página Web: www.rcordobasanz.es

No hay comentarios: