Ya había transcurrido un tiempo que Sara fuera diagnosticada de Trastorno Límite y Trastorno Bipolar Su marido tenía que encargarse de los gemelos y de su mujer. Ella estaba flotando en un nudo de antipsicóticos, después de la lactancia y la baja maternal.
A Sergio le resultaba complicado este objetivo. Dos gemelos requieren muchos cuidados y Sara, estaba en una nebulosa que le mantenía sonriendo a duras penas.
Sergio hacía esfuerzos ímprobos para restituir la paz y armonía en casa. Pero poco a poco se desgastaba.
Sara perdía la fe y la esperanza y con ello parte del entusiasmo de Sergio por tallar esa dura roca e ir hacia la salud.
Sara tenía días de todo tipo y síntomas muy molestos. Trabajar, cada día era más difícil para ella. Se agotaba y necesitaba más ayuda.
Del mismo modo que habían contactado con una doula para el embarazo, a través de esa maravillosa persona; Elena, una mujer muy preparada, que había trabajado toda su vida como enfermera de Pediatría.
Entre los tres y la inestimable colaboración de los suegros, ya muy mayores fueron para delante. Eso sí, la ambición del cincel con el mármol se quedó en un bosquejo.
lunes, 14 de marzo de 2016
El cincel y el mármol
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