Las palabras que transmiten afecto y seguridad sanan las depresiones, las ansiedades y las heridas emocionales.
Lo he comprobado muchas veces, incluso en casos gravísimos: niños de la guerra violentos, que han sido abusados... Los traumas de la existencia; a todos los pasará, dejan señales en el cerebro, abren una serie de conexiones y circuitos neuronales que nos predisponen a la ansiedad y depresión. Pero la palabra amorosa puede sanar estas conexiones. Y esto lo he visto en fotografías computerizadas del cerebro.
martes, 22 de marzo de 2016
Afectos
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