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Paz y Ciencia

lunes, 27 de enero de 2014

Ken Wilber: pionero de la psicología transpersonal

Ken Wilber es incuestionablemente la figura líder en el campo en vías de desarrollo de la psicología Transpersonal, una ciencia posible sólo a finales del siglo veinte cuando las tradiciones religiosas antiguas comenzaron a intersecarse y entremezclarse con las psicoterapias y psicologías modernas en una forma sin precedente. Presagiado por Kelly (1991) como "la primera de las ciencias modernas en tomar seriamente la espiritualidad humana", la Psicología Transpersonal intenta una síntesis que vuelve a pensar la espiritualidad y la psicología. Y así como el polvo comienza a reacomodarse cerca de la fundación recién construida de una cultura postmoderna, cristiana en el corazón del pueblo global, el pensamiento de Wilber merece un compromiso serio por parte de los teólogos y consejeros de hoy día. La Psicología Transpersonal crece sobre la certeza de que "detrás de lo que ocurre en el drama [de la vida] hay un patrón más profundo o más alto o más ancho, u orden, o una inteligencia" (Wilber, 1995, p vii) que puede ser entendida por seres humanos. Wilber (1997) propone un "espectro de conciencia" en el cual, "en los confines más altos de la conciencia - en los estados más altos- las personas informan consistentemente sobre una conciencia de ser uno con el todo, o idéntico con el espíritu, o enteramente en espíritu, etcétera " (p. 124). Estos niveles de conciencia (de los cuales Wilber afirma que han sido patologizados por "las psicologías superficiales, como el psicoanálisis" (p. 124.)) están abiertos para "la divulgación experimental" y aunque no pueden ser reconstruidos racionalmente sí pueden ser racionalmente experimentados. Wilber (1984) describe esta experiencia como sigue: En la conciencia mística, la realidad es aprehendida en forma directa e inmediata, significada sin alguna mediación, alguna elaboración simbólica, alguna conceptualización, o abstracción alguna; sujeto y objeto se convierten en uno en un acto eterno y sin límites que está más allá de cualquiera forma de mediación (Wilber, 1984, p. 7).

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