A estas alturas el cansancio hace mella. Los papás están cansados. Hay multitud de visitas. Estamos ilusionados, entusiasmados, felices.
La experiencia no tiene parangón.
El bebé pasará de la dependencia absoluta a la dependencia relativa y tal vez nunca la independencia total porque somos interdependientes.
El diálogo de un bebé está entre sus balbuceos, sus llantos, sus gestos, su caca y, en definitiva todo lo que la constituye como ser humano y persona en potencia.
Rodrigo Córdoba Sanz
Psicólogo
domingo, 19 de enero de 2014
Descanso del guerrero
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