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Paz y Ciencia

jueves, 4 de diciembre de 2008

Creatividad, Culturalismo




Componer una obra musical, un libro, una vida es posible. Recuerdo porque alguien muy interesante me recordó hace poco la obra de Michael Ende titulada “Momo”. Un texto para todas las edades que trata de aspectos muy adultos. La gestión del tiempo, la capacidad para escuchar, para jugar y para vivir sin necesidades superfluas tiene mucho que ver con lo que expone el texto. Existen unos “hombres de gris” que instigan a las personas de la ciudad para reservar tiempo, mientras las personas “ahorran” ese tiempo pierden lo que los niños saben de la vida cuando no han sido violentados por las condiciones en las que sobrevivimos. Se trata de minutos para jugar, para soñar, para hablar, para escuchar, para leer, para Vivir.
Momo vive en las ruinas de un anfiteatro, esa zona queda detectada por los hombres de gris porque la gente aprovecha el tiempo, lo que ellos consideran desperdiciarlo. Por ejemplo “gastarlo” en visitar a una amiga, hablar con una madre enferma, contemplar el horizonte pensando en el día vivido, interesarse por la vida de los otros. Todo eso sobra.
Erich Fromm, Karen Horney, Harry Stack Sullivan son personas que tuvieron esa tendencia culturalista a investigar en salud mental. No tenemos tiempo ni para consultar.
La psicoterapia es una construcción-reconstrucción-deconstrucción de la realidad psíquica. El músico estudia primero los códigos y signos que componen la escritura musical, después se lanza a interpretar y componer. Último tiempo para sintetizar y crear, eso es sentirse vivo. Cientos de artistas pasan frío en el metro, calles y bares para expresarse. Cabe la posibilidad que alguno de estos tenga más recursos creativos que otros “populares”, la apariencia es un fatídico castigo para el desarrollo de la naturalidad.
Vivir sobre el yo de los otros es una forma de renuncia a lo que uno es, una autopenalización y una venta de los propios atributos para pertenecer al colectivo de lo normal. Salir del circuito de lo establecido es algo sano. Ser reivindicativo puede ser sano. Sin embargo, estar enfadado es otra cosa. Crear no es “producir algo de la nada”, como dice la RAE, nada significa: “No ser, o carencia absoluta de todo ser”. Si unimos ambos conceptos de la Real Academia Española de la Lengua leemos: “Creatividad es producir algo del no ser, o carencia absoluta de todo ser”.
Me parece que no es esa “nada” la que hace emerger una obra de arte, del valor económico que sea. Se puede vivir creativamente, haciendo, construyendo vínculos, dando cariño a nuestros hijos, escribiendo, pintando o jugando a balonmano. No importa el resultado, es el proceso lo verdaderamente interesante.
Creatividad es “facultad de crear, capacidad de creación”, crear entonces no es crear algo de la nada sino crear lo que está dentro de los potenciales del artista y hacerlo tomar contacto con la realidad compartida. La creatividad es una dimensión de la personalidad, el acto creativo ayuda al creador a salir de un estado de no-movimiento.
Esto me hace pensar en algo interesante, algunas psicopatologías muestran elevados niveles de creatividad, esto sumado al consenso (que no comparto) según el cual los estados de crisis psíquica no presentan niveles elevados de creatividad. Estoy de acuerdo en que durante una descompensación no existe tanta posibilidad de integrar una obra, eso no quita para que el resultado sea una estupenda y valiosa obra de arte, la capacidad en esos momentos está mermada, en definitiva.

La ilustración es de Joan Ponç. Les sugiero investigar en este artista.
Palabras suyas:
"La equivocación de los humanos es que, sin querer, como resultado de un egoísmo natural, intentamos reducir el plano grande a nuestro pequeño mundo personal. Si consigues sentir a la inversa, entonces encuentras una forma de felicidad, una seguridad en ti mismo porque, en cierto modo, la imagen de la muerte, más o menos oculta, está siempre delante de nosotros"

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