Desórdenes Fronterizos.

Hay siempre algo de locura en el amor; pero siempre hay algo de razón en la locura.
F. Nietzsche

La poética del amor ha dado para algunas reflexiones a puño alzado. Dichas palabras eran situadas en el contexto de una entrada sobre los desórdenes fronterizos.
El concepto de fronterizo linda con la bipolaridad, resulta a veces costoso el poder hacer un diagnóstico diferencial. Es interesante leer artículos sobre esta grave dolencia que, bien orientada, es tratable y, desde hace poco de manera oficial, tiene buen pronóstico. No obstante hay que modelar esquemas referenciales clásicos.
En ese artículo al que hacía referencia se hablaba sobre el amor y el TLP (Trastorno límite de personalidad), estas personas pasan del amor más intenso al odio más lacerante, se decepcionan, interpretan lo que los otros les dicen de manera tendenciosa y registran en un sistema afectivo a flor de piel los contactos con otras personas.

Está claro que son personas con gran capacidad para amar, con un estilo “intenso”. Ahora bien, el odio también puede darse y esto no desacredita su capacidad de amar. Es significativo que una de las características posibles de este trastorno sea la “promiscuidad”, dado que no soy cura, entiendo que hay algo más además del “vicio”, tal vez una tenue frontera entre el enamoramiento apasionado y las relaciones de amistad comunes. Son personas distintas, muchas veces bien adaptadas a nivel superficial pero con un gran componente de sufrimiento y facilidad para derrumbarse ante demandas del entorno. De esto versa el modelo académico de diátesis-estrés:


El Modelo de diátesis-estrés es una teoría psicológica que explica la conducta como un resultado tanto de factores biológicos y genéticos (lo "innato") como de experiencias vitales (lo "adquirido"). Esta teoría a veces se usa para describir la aparición de trastornos mentales como la esquizofrenia, que se producen por la interacción de una predisposición hereditaria vulnerable, con sucesos que precipitan la aparición del trastorno procedentes del ambiente. Esta teoría se introdujo originalmente como un medio de explicar algunas de las causas de la esquizofrenia.(Zubin & Spring, 1977).

El Dr. Vicente Rubio Larrosa dice lo siguiente:
'Estos jóvenes tienen características derivadas de la comunicación ambivalente, confusa, donde hay demasiada permisividad pero se reprime sin coherencia; donde hay indolencia y no se les educa en la frustración y en los límites, lo que explica su gran dificultad para tomar decisiones',
Por otro lado Soledad Santiago López, de la Unidad de Málaga propone una terapia cognitivista, exactmente “icónica”, donde a través de imágenes se procura dar una lectura psicoeducativa a un trastorno que no es entendido por pacientes ni familiares, con lo que eso significa.

Por otro lado Dolores Mosquera y Laura Ageitos proponen una intervención muy particular que combina la terapia individual y familiar.
Me gustaría pensar en aspectos más cariñosos como el amor y la capacidad de amor pero tengo que desviar mi atención de lo poético a lo fenomenológico, y es que los trastornos familiares que se dan en estas familias (no todas las familias “disfuncionales” tienen un paciente identificado con TLP), resultan ayudar y mucho para entender cómo se estructura el problema del paciente con TLP.
Otro aspecto que quiero mencionar es la mezcla de conceptos, posturas y modelos para entender e intervenir en este trastorno. Hay quien piensa que esta denominación empobrece, quien opina que es un subtipo de psicosis, otros de bipolaridad. Mientras se desvía la atención de estas personas se está bloqueando una capacidad de pensar.
Con respecto al amor de estas personas continuar defendiendo una capacidad que tiene dos vertientes, la agresiva y la dulce. Al hilo de las palabras del Dr. Rubio, están faltos de una constancia objetal, de coherencia en las expresiones verbales y preverbales de afecto, de sentido en las pautas educativas y de una atmósfera segura para seguir siendo.