Empiezo citando a un psiquiatra que se prodiga y prodigó abundantemente en ensayos sesudos: Psicoanálisis y Marxismo. Alianza Editorial. 1979. Madrid. (Adquirido en Hermanos Vidal S.L. por 4 euros-Zaragoza-). El objetivo del psicoanálisis es la desalienación de la conciencia de sí por el camino de la desalienación de la conciencia social.
En varias emisoras se está dando un espacio, un lugar y un micrófono a personas que afectadas de algún problema mental lanzan su potencial poético y mordaz sobre sus afectos y sueños. Radio Nikosia es el producto español, una emisora dedicada a informar y mostrar el otro lado de la realidad de los "afectados" de diversas categorías diagnósticas. Por otro lado el Psiquiatra de la Provincia de Girona Cristobal Colón redescubrió la creatividad de algunos de sus "pacientes" y organizó una cooperativa donde ahora se hacen y distribuyen con mucho éxito unos yogures muy especiales. Con el afán heredado de aquellos años setenta, las propias personas afectadas han conseguido ciertos soportes fundamentales para poder hacer llegar el sentir rico en colores, texturas y volúmenes. Hoy una revista de un periódico nacional traía con una de sus colaboradoras más prestigiosas un documento importante e interesante. Se lanza al aire un grito de lamento, de justicia y de alejamiento del miedo que da el desconocimiento.
Hace un tiempo, un domingo por la mañana, el que escribe hablaba con un periodista conocido en Aragón, una persona de la televisión. En sus viajes y programas había descubierto la realidad, de primera mano, de un grupo de personas diagnosticadas de esquizofrenia.
Pues bien, con el tiempo, el enfoque de la medicina, la psiquiatría y la psicología se ha ido enriqueciendo de las realidades que aportan estas personas que son vistas como "chicos raros".
A través del buen nombre de su psiquiatra una persona de Pamplona escribió "Diario de un esquizofrénico", entonces con un pseudónimo. Hace unos pocos años escribía con su nombre, destapado, sin miedo.
Lo cierto es que los delitos de sangre son cometidos en términos generales y relativos más por personas "sanas" que por personas con algún problema psiquiátrico, sin embargo los medios de comunicación y la voracidad sesgada de nuestros instintos alérgicos colocan el mal en lo desconocido y en lo "loco". España está viviendo un proceso de enriquecimiento social, de información y de reestructuración de esquemas modelados por un sistema caduco que perduró durante muchos años. La religión y un militar fueron las chapas del viaducto informativo.
Ahora, la locura es más aceptada, más diagnosticada y más comprendida. Incluso puede llegar a ser utilizada para mantener una postura evitativa-rentista de las responsabilidades. Esto último es un flaco favor a todas aquellas personas que, como los de la coperativa de Cristobal Colón, como los fundadores de Radio Nikosia o como nuestro querido escritor de "Diario de un Esquizofrénico" han intentado perfilar en sus obras. Por ejemplo: "Angustia es recordar que podías y podías y ahora no puedes casi nada"; "La locura es como un gran sueño del que nos cuesta despertar o del cual despertamos mientras todos los demás siguen dormidos".
No puedo dejar de recordar una frase de Donald W. Winnicott que dice: "que pobres somos si sólo estamos cuerdos". En realidad, como este autor pensaba, el enloquecer de manera temporaria es un signo de riqueza psíquica. Es cierto que el dolor en el alma es desgarrador, destruye proyectos personales, familiares y desmembra la arquitectura sentimental de muchos afectados. Sin embargo olvidamos algo fundamental, la capacidad creativa de estas personas, su diferenciación de la media poblacional les hace interesantísimos por la profundidad con que se refieren al mundo mental, espeleólogos de los sentimientos, de las fantasías y el dolor procuran construir los "borbotones" de su mundo interno en un perfume fino, suave, destilado y que puede acariciar a cualquiera que expanda mínimamente su mente.
Joan Pons, un pintor amigo de Dalí le comentaba al genio de L'Ampurdá algo así como: "tú eres sólo un loco amateur". Mientras tanto Joan Pons se hizo famoso pintando sus alucinaciones. Esta anécdota la leí en alguno de los libros de arte-humanismo-psicoanálisis de Javier Lacruz.
Hace un tiempo el artista que dibuja en el Heraldo de Aragón (Cano) publicó con ayuda del Rolde de Estudios Aragoneses un libro exquisito titulado: "El esquizoide carácter aragonés". Dicho libro quiso ser presentado como entremés en un Congreso de Psiquiatría en Zaragoza. La ocurrencia fue del Dr. Vicente Rubio Larrosa, "adalid de causas perdidas", yo le llamaría simplemente romántico. Perdió la batalla frente a los "popes", viejos rockeros de la postura tradicional ortodoxa. Eso de ver a Paco Martínez Soria en la página contigua a Escrivá de Balaguer lo llevaban muy mal.
Veo el título y creo que el artículo queda inconcluso, animo a los lectores a compartir sus opiniones, mientras tanto, el tiempo pasa y la locura como algo demoníaco deja de existir, la locura como "noxa", como daño moral se disuelve, seguiremos pensando juntos. Un saludo.
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Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo-Psicoterapeuta es el escritor de las entradas de la página a no ser que se especifique otra cosa. Un Abrazo.
1 comentario:
sólo añadir que los medios son sólo un reflejo de la sociedad (para lo bueno y para lo malo). por tanto, la mayor sensibilidad que viene demostrándose en los últimos tiempos en la prensa no sólo es una buena noticia en sí misma: es también el reflejo de que algo se mueve fuera de las redacciones. saludos
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