El parto es un "evento neurohormonal". Lo dirigen hormonas que se liberan tanto en el cerebro de la madre como en el del bebé, hasta producir un escenario único en la vida, irrepetible: todo lo que entonces sucede queda profundamente grabado. Es bonito comprender cómo la naturaleza ha priorizado que el primer encuentro madre bebé sea amoroso y gozoso.
Cuando escuchamos a las madres que han vivido un parto fisiológico, encontramos que para la mayoría el parto es un viaje muy intenso hacia las profundidades del ser... Se caracteriza por un estado alterado de conciencia durante la dilatación. Cuando el parto es respetado, las mujeres salen del mismo sintiéndose poderosas, capaces de cualquier cosa, listas para criar a sus bebés con fuerza y seguridad en sí mismas.
La separación del bebé de su madre es, seguramente, lo más dramático para el bebé y su madre. Esto es lo que se acostumbra a hacer. Supone un estrés inmenso, que es mayor cuanto más tiempo dure la separación, que puede alterar la respuesta del bebé de por vida... Inclusive en su vida adulta.
Para que el parto no se complique es importante cuidar las emociones de la madre.
Ibone Olza. Psiquiatra infantil y perinatal. Profesora de la Universidad de Alcalá de Henares. Autora de los libros: ¿Nacer por cesárea?, Lactivista y recientemente Parir: el poder del parto.
Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta. Zaragoza.
653 379 269.
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