Pienso en las mujeres del siglos pasados que ingerían vinagre para cultivar su palidez y sus ojeras, en las que se daban fricciones con mercurio, o las que se depilaban la mitad de la frente para alargar de manera interesantes sus facciones y mostrar la delicada curva del cráneo[..Pienso]
La brillante Espido Freire en un magnífico libro expone el infierno de la comida para bilímicas (como ella) y como anoréxicas. Hablo en femenino sabiendo que NO es correcto porque hay un elevado porcentaje de hombres con este trastorno. El primer párrafo, del que he empezado termina así:
Pienso en las barbaridades cometidas en nombre de la belleza, la virginidad o el papel de la mujer, y ninguna me parece más extrema, más dolorosa y grave que la actual obsesión por la delgadez y juventud.
Espido Freire: Cuando comer es un infierno. Confesiones de una bulímica.
El texto lo presenta Rodrigo Córdoba Sanz, de Zaragoza. Psicólogo. Mi más sincera enhorabuena a la autora y a las personas que luchan por su "obsesión" por la comida.
Salud
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