Los trastornos de Inestabilidad Emocional. Algunos clínicos e investigadores nos equivocamos al distinguir el TLP con el TB. ¿Por qué? De media, pasan 8 años hasta que una persona con bipolaridad es diagnosticada. La razón es algo penosa. La persona puede llevar una vida errática, impulsiva, consumo abusibo de drogas, autolesiones, romper todo tipo de vínculos, desarrollar trastornos alimentarios, parecer "narcisista", "fría" (que no es más que una máscara); en definitiva, tener una imagen de sí distorsionada. Es un autoconcepto distorsionado. Una "difusión de identidad". El pilar identitario supone una fisura en las bases del desarrollo, contención y sostén de su personalidad.
Necesitan "una base segura" y espantan a los terapeutas por rabia y suspicacia.
El Trastorno Bipolar no se puede diagnosticar si no hay una fase, al menos, de depresión y otra de hipomanía, manía o trastorno mixto (depresión y manía).
Los síntomas son similares, auque los de la bipolaridad son menos frecuentes pero pueden suponer un cuadro psicótico. En el TLP se pueden dar episodios micropsicóticos, muy graves y molestos.
Los ciclos del TLP son más frecuentes y refractarios al tratamiento.
El TB puede controlarse mejor con medicación.
Puede ser que existan elementos comunes de tipo etiológico y cerebrales, pero esto no ayuda al tratamiento.
Rodrigo Córdoba Sanz
Experto en Trastornos de Personalidad y Bipolaridad.
Zaragoza. Núm. Col: A-1324
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