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Paz y Ciencia

miércoles, 5 de octubre de 2011

Nature y Nurture

La separación entre la razón y la emoción da pie a grandes conflictos internos. Esto también lo podemos comentar en cuanto al plano de las emociones y al cuerpo, o dicho de otra forma, entre la psique y el soma. Los humanos construimos separaciones artificiales y orientativas.
Algunos investigadores proponen diferentes terapias para cada trastorno y cada trastorno en función del desarrollo evolutivo donde se ha interrumpido. Los estadíos iniciales donde se funda un narcisismo sano, una separación-individuación en palabras de Margaret Mahler es fundamental para trabajar los problemas de tipo psicótico, borderline y narcisistas. Los procesos psicóticos requieren una atención muy delicada, un sostén emocional con una "dosis" mínima de interpretación y fundamentalmente acompañamiento y llevar a la persona a que contraste con el principio de realidad sus disgregaciones. En este tipo de problemas existe un acuerdo tácito sobre la utilidad de los psicofármacos y el ingreso en episodios de descompensación. Personalmente prefiero trabajar en la medida de lo posible en carácter ambulatorio antes que llevar a un ingreso a una persona, pero existen casos en los que los delirios o las alucinaciones pueden hacer correr a la persona o a otras un grave peligro.
Én los procesos borderline y narcisistas juega un papel muy interesante el psicoanálisis. También esta psicoterapia ha estudiado profundamente las psicosis, un clínico y estudioso importante al respecto es, por ejemplo, Bion y Piera Aulagnier. En cuanto al plano narcisista es Heinz Kohut quien ha labrado un campo más fértil. En estos "estratos" del desarrollo de la líbido, tal y como lo planteaba el "Abuelo" Freud, el psicoanálisis ha avanzado mucho en las últimas décadas.
Existen dos corrientes paralelas que se están tratando de ligar pero con escasos resultados, se trata de la psicología del yo y la psicología de las relaciones objetales; en la primera, Anna Freud sería la líder y en la segunda Fairbairn, Winnicott o Guntrip serían grandes figuras al respecto.
 Una corriente sería ligada al concepto de Nature y otra a la de Nurture. La primera recalca la función de los procesos biológicos e internos del desarrollo, mientras que la otra mira más hacia la crianza y la educación, así como el entramado social. En esa dialéctica se debate la psicoterapia. Y no solo afecta a los pensadores de esta disciplina sino que también los propios clientes o pacientes vienen con sus propias teorías. Algunos dimensionan la función materna y otros recalcan, por ejemplo, que su evolución es debida a los psicofármacos o a factores externos. Esto, en psicología, lo llamamos "locus de control externo" y es una variable que no ayuda para nada a que la persona se sienta responsable de sus actitudes, sentimientos y conducta.
Existe una frase del cognitivismo y del constructivismo que viene a decir algo así: los sentimientos y las conductas se determinan en función de cómo el sujeto construye la realidad. Esto es muy importante para reflexionar. Ya que nuestras percepciones, interpretaciones y pensamientos edifican un universo o realidad externa que está íntimamente ligado con la identidad, con la relación que tiene el sujeto con su propio self.

1 comentario:

Gabriela dijo...

Muy interesante y claro el articulo. Queda para debatir en que punto de estas intersecciones tan ricas que planteas se instala la conciencia personal que permite la transformación. También me gustaría saber mas sobre el trabajo que realizas con la psicosis.
Luminosos saludos desde Buenos Aires