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Paz y Ciencia

jueves, 13 de octubre de 2011

La herencia de la Medicina en Psicoterapia

En la terapéutica de los problemas psicológicos, por herencia de la medicina, se utilizan vocablos que alejan al psicólogo de la persona que demanda ayuda.
Los diagnósticos son parte de ese entramado tecnocrático pero en el léxico del terapeuta existen otras "armas" que le ponen en posición de saber y de poder. Esto rompe la simetría. Muchos terapeutas defienden que debe existir esta diferencia. El profesional tiene que ganarse el respeto con respeto, profesionalidad y cuidado no con artificios, ése es mi criterio.
La cercanía da confianza y ayuda a trabajar, por ambos lados, de una manera más fluida. Abraham Maslow y Carl Rogers son partidarios de esta postura.
Desde el punto de vista psicoanalítico, Winnicott, por citar un ejemplo, también aboga por la humildad del terapeuta, claro que está "en los genes" del terapeuta, más allá de su formación o experiencia clínica.
Es cierto que si hay derivas narcisistas en el terapeuta se pueden erigir este tipo de mecanismos o recursos, tan defensivos como las propias resistencias del paciente. Intentemos trabajar en un clima de confianza.
Muchas personas, si enlazo con los post de debajo, tienen patologías caracteriales, desde la timidez patológica, el exhibicionismo, hasta un polo inestable y caótico de su personalidad. Esto es una parte de la persona, no es la persona. Sin embargo, en informes y comunicaciones entre profesionales se tiende a describir el lado enfermo del paciente, no las capacidades, virtudes y potenciales de salud. Con estos recursos son los que la persona podrá seguir creciendo, además de disolver su angustia y pulir las aristas de su carácter. La "neurosis de transferencia" que decía el "Abuelo Freud" es una réplica de relaciones primigenias de la persona y es allí donde el terapeuta debe mostrar una actitud que se aleje de las primeras experiencias que pudieron promover la génesis del "trastorno". Sin embargo este enfoque es parcial, con muchos pacientes también hay que trabajar en una psicoterapia focalizada en el aquí y ahora para que no se produzca una regresión. Algunos terapeutas consideran que la regresión es terapéutica, esto es solo en algunos casos que hay que saber evaluar detenidamente. Puede ser peligroso para la persona y exacerbar su sintomatología.
Las nuevas propuestas en psicoterapia tienen presente estas dificultades históricas de la ciencia y tratan de resolverla. Una consigna pragmática sería hacer lo mejor dentro de lo posible y olvidar la teoría para centrarse en las singularidades de cada paciente.
Otro dilema es el empirismo frente al humanismo, si se pueden enfrentar, el empleo de técnicas de evaluación como test, cuestionarios o pruebas proyectivas puede proporcionar mucha información y valiosa al terapeuta pero aleja del proceso a ambos miembros del vínculo terapéutico.
En algunos casos una explicación de qué es lo que le pasa a la persona puede ser terapéutica, más bien diría, balsámica. Pero la mayoría de los consultantes lo que quieren es solucionar un problema y no son muchos los que desean explicaciones médicas de su problema. Además existe el problema de que se "enroquen" en el trastorno y no puedan salir de allí.
Por tanto, si no es necesario es mejor centrarse en la ayuda y dejar los pretextos científicos para los amantes de la ciencia dura. Tenemos datos de que una persona con un trastorno bipolar puede tardar hasta 8 años en ser diagnosticada. Esto es un claro ejemplo de que existe una colisión entre las ópticas de los entrevistadores, que no es una ciencia exacta precisamente.
Por ello es más eficaz centrarse en la ayuda del problema y si observamos un caso "grave" tratar de profundizar para poder trabajar a varios niveles; desde la psicoeducación en algunos casos, la psicoterapia focalizada y el psicoanálisis. Pasando por técnicas cognitivistas y se procede conductuales.
El terapeuta tiene que tener una caja de herramientas amplia para poder ayudar de la mejor manera al paciente y dejar sus decantaciones teóricas al margen, entendiendo que eso es una predicado de su formación y experiencia.
Es alarmante ver la divergencia que existe en el diagnóstico. Si esto quedara allí no sería poco pero aún se podría resolver pero es que también cambia en casos que necesitan psicofármacos, la medicación. Esto es un problema serio.
Para tratar a una persona, a nivel psicoterápico y también farmacológico es preciso una cuidadosa y elaborada dedicación en el tiempo para poder comprobar su evolución. Como pueden ver, esto no es tan sencillo. Un saludo.

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