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domingo, 29 de agosto de 2021

Reseña Byung-Chul Han


Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo Psicoterapeuta. Zaragoza Gran Vía Y Online. Teléfono: 653 379 269 Website: www.rcordobasanz.es.                Instagram: @psicoletrazaragoza

Byung-Chul Han nació en Corea del Sur en 1959. Filósofo y teórico de la cultura, ha desarrollado su carrera como académico en la Universidad de Berlín.

Estudió metalurgia en la Universidad de Corea, en Seúl. Luego, para conseguir el apoyo de sus padres, con la excusa de prolongar sus estudios de ingeniería, en la década de 1980 se trasladó a Alemania para estudiar filosofía, sin saber el idioma. En 1994 obtuvo el doctorado en filosofía con una tesis sobre Martin Heidegger.

En el año 2000, se incorporó al Departamento de Filosofía de la Universidad de Basilea, donde completó su habilitación para ser docente universitario. En 2010 se convirtió en miembro de la facultad de la Universidad de Artes y Diseño de Karlsruhe. Y en 2012 consolida su carrera académica como profesor de filosofía y estudios culturales en la Universidad de Berlín.  

Autor prolífico,  al punto de publicar una o dos obras al año desde 2007 a la fecha (aunque tiene varias publicaciones anteriores, desde 1999). En ellas, se orienta fundamentalmente a identificar los modos de construcción y deconstrucción de las prácticas contemporáneas, valores sociales y normas culturales del capitalismo en su modelo neoliberal.

Para entregar algunos elementos con los que comprender sus planteamientos, reseñaremos brevemente los libros “En el enjambre”, de 2013, y “Psicopolítica”, de 2014, en tanto que son una excelente síntesis de las obras anteriores y un anticipo de las postreras.  

En el enjambre

Se trata de un texto breve y de fácil lectura, por lo que se transformó rápidamente en un best seller. Entre las materias que aborda se encuentran: las redes sociales, la revolución digital y el internet, especialmente del sentido del vertiginoso crecimiento del mundo digital y de los medios electrónicos.

Para Byung-Chul Han vivimos un cambio de paradigma caracterizado por la falta de distancia, donde lo privado se hace público, es decir, la comunicación deshace las distancias y fomenta una exhibición de lo privado. A lo que se suma el hecho de que todo es imagen, cámara y anonimato. Paradojalmente, también hay una exacerbación de los afectos, las emociones, las vivencias personales…   

Actualmente, todos seriamos consumidores y producto a la vez. El medio digital hace de la gente productores activos. Su opinión se presenta sin intermediario, mutando la representación en presentación directa. El medio digital genera, asimismo, apariencia de cercanía. Pero, en el fondo, nos aparta del otro, nos quita el tacto y el contacto. Hemos pasado de la acción al tecleo, al acto de un clic. 

Se trata de la primacía de la imagen. Imágenes domesticadas en tanto que consumibles, que pierden, de este modo, su capacidad de decir la verdad.

Esto es expresión de la decadencia de la cultura y la erosión del respeto recíproco. En el enjambre digital no se tiene alma, ni espíritu; se es puro individuo aislado. Estamos en el anonimato, pero no es que seamos nadie, somos alguien anónimo, sin un nosotros…

El enjambre es, entonces, fugaz, y no desarrolla energía política. Es puro bullicio, que aparta el silencio. Por esta razón, las oleadas de indignación social movilizadas los últimos años, no tienen la capacidad de reconfigurar el espacio público. La indignación multitudinaria no puede escapar de la individualidad. Es multitud sin interioridad, aglomeración sin congregación. No hay multitud cooperativa, hay soledad.

Por todo esto, para Byung-Chul Han hay que redefinir y repensar la soberanía en tiempos de la red. Si se trata de soberanía, se trata, por lo tanto, del ciudadano. Pero en la actualidad el ciudadano se ha vuelto un consumidor. Consumidor que, por lo demás, está sometido al cansancio, al desgaste, al shock que genera el exceso de información. La fatiga es el síndrome de la época.

Ante aquello, Byung-Chul Han sólo vislumbrará la misma propuesta de Heidegger, que es, a la vez, la de Carl  Schmitt: volver al misterio y su silencio, que son lo opuesto a la sociedad de la información.

Una característica del enjambre es la hiperconexión de la comunicación digital, que es la base para la vigilancia y el control. En este punto, plantea su concepto de “psicopolítica”, que es la vigilancia, el control, pero no de lo exterior hacia lo interior (como el biopoder foucaultiano), sino desde el interior mismo. La psicopolítica mueve a los hombres no desde fuera sino desde dentro. Es el paso del big brother orwelliano (de la novela “1984”) al big data. El psicopoder lee los propios pensamientos y los controla. Y en este sentido, el big data es más eficiente que el big brother. El psicopoder supera al biopoder de Michael Foucault.

Psicopolítica

A pesar de que parecen temas complejísimos, la lectura de las obras de Byung-Chul Han son sencillas y breves, agradables y hasta entretenidas. A la vez, detecta muy bien las problemáticas contemporáneas y mantiene cierta profundidad analítica.

En “Psicopolítica”, el autor surcoreano, plantea que la libertad, hoy, se ha convertido en coacción. Y en medio del enjambre de la red digital, la libertad es ilimitada. El neoliberalismo, que es el modelo político, económico y cultural que domina la actualidad, es una mutación del capitalismo que transforma al trabajador en empresario, en emprendedor, y lleva al individuo a explotarse a sí mismo. Este en el sujeto neoliberal.  

El neoliberalismo ha logrado transferir la vigilancia del big brother a los propios individuos por medio del big data. En la vigilancia neoliberal el sujeto se expone y de este modo se autovigila y se transparenta. La transparencia, dice Byung-Chul Han, es un dispositivo neoliberal, con el que se desinterioriza a la persona. Con suficientes datos se podría entender todo. El smartphone, por ejemplo, es un aparato de vigilancia y confesionario móvil.

El poder adquiere una forma permisiva, ofrece un marco para la libertad, no opera de frente contra la voluntad, no reprime sino que seduce. El botón de “like” es el símbolo del capitalismo neoliberal.

El poder disciplinario utilizaba la reclusión, por medio de instituciones como la cárcel, el manicomio, la familia, la escuela, etc. Aquellos son los dominios de la biopolítica. Pero ahora se ha dado un paso a la psicopolítica. Se ha ido más allá de Foucault y su poder disciplinar, el biopoder…

Optimización, competencia, iniciativa, rendimiento, son algunos de los mecanismos de la psicopolítica. Dominar por medio de la deuda es otro. Y es que el régimen neoliberal explota la psique. El big data reemplaza a la estadística… Otras formas refinadas de explotación de la psicopolítica son: el couching, los gimnasios, las teorías y talleres de inteligencia emocional, los seminarios, el liderazgo empresarial, las terapias de autoayuda, la optimización personal, la autoexplotación, la búsqueda de rendimiento. La psicopolítica busca agradar en vez de someter.

Por todo esto, el neoliberalismo es el capitalismo de la emoción, de la explotación de las emociones, de los recursos para aumentar la productividad y el rendimiento. Si la racionalidad sería coacción de la sociedad disciplinaria, por el contrario, la emocionalidad sería una expresión de la subjetividad libre. Es la dictadura de la emoción y los modelos emocionales para maximizar el consumo: no consumimos “cosas”, sino emociones y experiencias.

No obstante, constata Byung-Chul Han, todo esto nos lleva al agotamiento, la depresión, el colapso. Vuelve a aparecer, entonces, la necesidad de misterio y de silencio.

miércoles, 16 de junio de 2021

Byung-Chul Han

 




5 conceptos clave en la obra de Byung-Chul Han

La obra de Byung-Chul Han es un llamado a la resistencia frente a fenómenos como la productividad sin límites, la digitalización de la vida y la servidumbre consentida. Todas esas son realidades contemporáneas que nos ponen al límite.

Última actualización: 30 Junio, 2020

La obra de Byung-Chul Han es una de las más interesantes de la actualidad. No obstante, aunque ya es muy famosa y célebre, todavía no se ha popularizado lo suficiente. Por eso vale la pena hacer una aproximación a sus postulados, sobre todo si estamos interesados en reflexionar sobre el estilo de vida actual y el rumbo que estamos tomando.

Este filósofo y escritor surcoreano es también experto en estudios culturales y se ha convertido en una de las voces más autorizadas del pensamiento contemporáneo. La obra de Byung-Chul Han se ha centrado en fenómenos de palpitante actualidad, como la tecnología, la cultura del trabajo a ultranza o los efectos de la globalización del capitalismo.

Quien fracasa en la sociedad neoliberal del rendimiento se hace a sí mismo responsable y se avergüenza, en lugar de poner en duda a la sociedad o al sistema. En esto consiste la especial inteligencia del régimen neoliberal. (…) En el régimen neoliberal de la autoexplotación uno dirige la agresión hacia sí mismo. Esta autoagresividad no convierte al explotado en revolucionario, sino en depresivo”.

– Byung-Chul Han-


 Algunos de los títulos más célebres en la obra de Byung-Chul Han son La sociedad del cansancioLa agonía del erosTopología de la violencia y Psicopolítica: neoliberalismo y nuevas formas de poder, entre otras. En ellos, hay algunos conceptos que sobresalen y que se configuran como los ejes de su forma de ver el mundo. Profundicemos.

1. Autoexplotación

Buena parte de la obra de Byung-Chul Han está dedicada a reflexionar sobre cómo trabajamos hoy en día. En una entrevista concedida al diario El País, resumió su pensamiento en una frase realmente lapidaria. Dice: Ahora uno se explota a sí mismo y cree que está realizándose”.

Para Byung-Chul Han, el hombre actual sigue irreflexivamente un mandato social: hacer todo lo que PUEDA. Hasta hace un tiempo, las personas hacían lo que DEBÍAN. Ahora el ser humano cree que debe alcanzar el “éxito”, aún a costa de sí mismo, y se angustia severamente si no triunfa. El poder no tiene que fustigarlo. Cada quien se somete a ese régimen de trabajo y consumo, de forma totalmente voluntaria.

. Comunicación

En la obra de Byung-Chul Han también hay constantes alusiones a los fenómenos de comunicación, tal y como los conocemos hoy en día. Para él, las relaciones han sido reemplazadas por las conexiones. Lo que se establece hoy en día es un enlace entre fuentes de información dispersas por el mundo.

Byung-Chul Han señala que sin la presencia física del otro, ya no hay comunicación, sino intercambio de información. Todos los sentidos, excepto la vista, están cayendo en desuso. Por eso en parte, la comunicación se ha debilitado notoriamente. A su vez, la gente busca solo a sus “iguales”, los capaces de dar like a lo suyo. ¿Dónde queda la diferencia entonces?

3. Jardín, uno de los conceptos clave en la obra de Byung-Chul Han

Ciertamente, el concepto de jardín no es uno de los más trabajados en filosofía. En la obra de Byung-Chul Han tiene que ver con la resistencia a las imposiciones del mundo digital. Esa esfera tiene una materialidad muy difusa y deleznable. Como dice el filósofo: “lo digital no pesa, no huele, no opone resistencia, pasas un dedo y ya está”.

De este modo, el concepto de jardín es un llamado a volver a las sensaciones concretas. Oler, sentir, palpar… El pensador surcoreano habla del “jardín secreto”, ese espacio reservado en el que nuevamente uno se pone en contacto con la realidad material, no mediada por lo digital. Es, a su juicio, una forma de recuperar lo que llama “la belleza original”.

4. Lo otro

Lo otro es uno de los conceptos que está en crisis en la sociedad actual. Pareciera que la única consigna es la de igualarnos. Las “tendencias” y “lo viral” son manifestaciones de este deseo de pertenecer a un colectivo que marche al unísono.

Dice Byung-Chul Han que cuanto más iguales somos, más aumenta la producción. A su juicio, la diferencia es contraria a los objetivos del neoliberalismo. Si hubiese unos que usaran smartphones y otros que no, el mercado saldría perjudicado. Actualmente hay un conformismo radical, una enorme pasividad que reduce al ser humano a la condición de cliente o de productor.

5. El tiempo

El tiempo es otro de esos elementos críticos en el mundo actual. Dice el filósofo que es necesaria una revolución en el uso del tiempo. Lo que prima ahora es la aceleración y lo pasajero. Hacer todo rápido y dejarlo que se vaya tan pronto como llegó. Es un atentado contra la permanencia.

Para este pensador es fundamental recuperar el tiempo personal, es decir, aquel en el que nos dedicamos a nosotros. Tiempo propio, al margen del sistema productivo. Recuperar los instantes de ocio y los momentos para la fiesta. Reservar tiempo para lo improductivo, no para la “pausa” que haga más eficiente el trabajo.

Sin duda alguna, la obra de Byung-Chul Han es una de las más ricas e interesantes en el mundo actual. Y no es solo una obra. Él mismo vive de acuerdo con los postulados que predica. Lo que busca, ante todo, es autoafirmar su ser y su libertad.