Parece razonable suponer que las características de una persona con temperamento hipertímico puedan ser útiles en una sociedad que tiende a privilegiar la actividad y el desempeño. Son individuos alegres, optimistas y expansivos, cálidos, de fácil contacto y extravertidos, tienden a ser locuaces y divertidos, necesitan pocas horas de sueño, incluso los fines de semana, son activos, emprendedores y realizan actividades imprevisibles, desinhibidos, ávidos de sensaciones, pero pueden ser excesivamente optimistas y confiados. En ocasiones, impertinentes, entrometidos y promiscuos. Tales rasgos pueden convertirlos en dedicados al trabajo y otras actividades, obteniendo notorios avances laborales y profesionales, con un optimismo que los convierte en perseverantes y resistentes a la adversidad. Estas personas con facilidad entran en sintonía con su medio ambiente, facilitando el contacto interpersonal.
Todo lo anterior nos lleva a sugerir la posibilidad que, de alguna forma, la transmisión de genes que permiten una mejor expresión en el campo de la creatividad, llevando a un mejor desempeño en el área laboral y educacional, pero lamentablemente, en la misma persona, al encontrarse en determinada disposición, causaría la enfermedad del ánimo.
Todo lo anterior nos lleva a sugerir la posibilidad que, de alguna forma, la transmisión de genes que permiten una mejor expresión en el campo de la creatividad, llevando a un mejor desempeño en el área laboral y educacional, pero lamentablemente, en la misma persona, al encontrarse en determinada disposición, causaría la enfermedad del ánimo.
Pedro Retamal
Eduardo Grecco
Rodrigo Córdoba
Eduardo Grecco
Rodrigo Córdoba
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