"He aprendido muchas cosas de Lévi-Strauss", dice Lacan. En primer lugar que la estructura simbólica domina. ¿Qué? Lo social, las relaciones de parentesco, la ideología, pero también, para cada uno, su relación con el mundo, sus relaciones afectivas, su complejo familiar. Después, que ciertos guiones imaginarios, a saber, los mitos y los ritos que ellos fundan, son necesarios para velar las contradicciones de la realidad económica y social. Tercera lección: estas formaciones se transforman: lo hacen siguiendo leyes, que son matemáticas.
Lacan aplica estas lecciones al psicoanálisis. El sujeto confrontado a un real imposible de simbolizar produce un guión fantasmático que pone en escena un comportamiento estilizado, el cual puede verse como una auténtica ceremonia o como un verdadero delirio....
Cada vez que logra coincidir consigo mismo, su partenaire sexual se desdobla, cuando su vida amorosa se unifica, entonces aparece un doble narcisista que vive por procuración en su lugar.
Jaques-Alain Miller
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