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Paz y Ciencia

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Sincronicidad en la vida común y corriente



El mundo de los sueños y de la realidad comparten más cosas de las que nos podemos imaginar. Ya Freud, en 1899 escribió "La Interpretación de los sueños". En este fantástico libro, radical en el mundo de la ciencia, con críticas como las tuvo Copérnico o Darwin. Nos sensibilizó en los mensajes simbólicos surgidos del inconsciente que desfilan durante un sueño. ¿Qué pasa si esto nos lo planteamos en la vigilia? ¿Cabe imaginar que la vía simbólica se manifiesta también en la realidad bajo forma de coincidencias significativas?
Esta posibilidad de manifestaciones simbólicas en lo real se encuentra en la esencia del concepto de sincronicidad que muestra el psiquiatra suizo Carl Gustav Jung. Este concepto, elaborado conjuntamente con Wolfgang Pauli, premio Nobel de física en 1945, sugiere precisamente que la psique y la materia están conectadas en un mismo árbol y los símbolos pueden florecer tanto en las ramas de nuestros sueños como en las de la realidad.

Cuando uno llega a una edad avanzada y evoca su vida, ésta parece haber tenido un orden y un plan, como si la hubiera compuesto un novelista. Acontecimientos que en su momento parecían accidentales e irrelevantes se manifiestan como factores indispensables en la composición de una trama coherente. Así como nuestros sueños incluyen un aspecto de nosotros mismos que nuestra conciencia desconoce, nuestra vida entera está compuesta por la voluntad que hay dentro de nosotros.Y así como personas a quienes nosotros conocimos por casualidad se convirtieron en agentes decisivos en la estructuración de nuestra vida, también nosotros hemos servido inadvertidamente como agentes, dando sentido a vidas ajenas. La totalidad de estos elementos se unen como una gran sinfonía, y todo se estructura inconscientemente con todo lo demás… El grandioso sueño de un solo soñador, donde todos los personajes del sueño también sueñan… Todo guarda una relación mutua con todo lo demás, así que no podemos culpar a nadie por nada. Es como si hubiera una intención única detrás de todo ello que siempre cobra un cierto sentido, aunque ninguno de nosotros sabe cuál es, o si ha vivido la vida que se proponía.
Schopenhauer – Joseph Campbell

 

Todos hemos tenido esos momentos perfectos en los que las cosas parecen encajar de una manera casi increíble, en los que los sucesos que no podíamos prever, y mucho menos controlar, parecen guiar notablemente nuestro camino.
Joseph Jaworski 
Fuentes: "Las coincidencias necesarias". Ed. Obelisco
http://loquepodemoshacer.wordpress.com/2012/12/08/sincronicidad-la-causalidad-de-la-casualidad/
http://youtu.be/IWVzORM3pYQ

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