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Paz y Ciencia

lunes, 7 de mayo de 2018

Esquizofrenia




:: Cuando la frontera entre la realidad y la ficción se difumina, el mundo se convierte en un lugar hostil para vivir. Si además de esto la enfermedad dificulta las relaciones humanas y la propia sociedad civilizada sólo ve en una persona un loco peligroso que debería estar encerrado, la existencia se convierte en una prolongada pendiente por la que ascender en soledad y con miedo. La esquizofrenia es la enfermedad mental con mayúsculas, la que la gente más teme.

:: Según la Organización Mundial de la Salud afecta a siete de cada mil adultos, especialmente en el tramo de edad de los 15 a los 35. 

:: La mitad de ellas no reciben el tratamiento adecuado, y en países en vías de mayor desarrollo, nueve de cada diez enfermos carece de acceso a la medicación.

:: El rasgo más conocido es la faceta psicótica (delirios y alucinaciones).

:: Por ejemplo: "El paciente se siente el centro del Universo, bien en sentido negativo, y por ejemplo, cree que la CIA lo quiere controlar o matar; o bien en sentido positivo, y piensa que es muy querido por Dios u otro ser superior. Pero siempre sin una respuesta afectiva coherente", explica José Giner.
Otro ejemplo es el que alguien le roba el pensamiento con ondas magnéticas o a través de la televisión, o que le han extraído órganos y los han reemplazado por otra persona, aunque no exista cicatriz. 

Está convencido de que ciertos gestos, comentarios, pasajes de libros, períodicos, canciones u otros elementos del entorno están especialmente ligados a él.

:: Las alucinaciones, por su parte, pueden afectar a cualquiera de los sentidos (visto, oído, olfato, gusto o tacto). Lo normal es que sean auditivas, a diferencia de los alcohólicos, donde suelen ser visuales. La persona escucha con atención y claridad voces -por ejemplo personas fallecidas- que comentan, amenazan o insultan. También pueden pensar que se les ha envenenado la comida.

:: Aunque delirios y alucinaciones llaman poderosamente la atención, el pensamiento desorganizado es otro de los rasgos de la esquizofrenia. Esta dificultad se plasma en el lenguaje. Al sujeto le van y vienen las ideas, le cuesta seguir una conversación. Puede verse que está perdido, hace largas pausas o da respuestas que no corresponden a la pregunta que se le formuló. Cuando no se le entiende, le aislan y así se fomenta la exclusión social.

:: También se dan conductas desorganizadas, como llevar un abrigo en verano.
Estos son los síntomas "positivos" de la esquizofrenia, esto es, lo que la enfermedad produce. También hay síntomas "negativos", aquellos que sugieren deterioro.

:: Los síntomas negativos son apatía, falta de concentración, las habilidades para expresar sentimientos y emociones también se ve disminuida. La voz puede ser monótona, la expresión apática y las miradas y los gestos no indican nada obvio. El individuo tampoco es persistente a la hora de iniciar o finalizar un trabajo ni parece mostrar interés.

:: Los primeros síntomas de la enfermedad suelen hacerse patentes durante la adolescencia.
Domina la apatía, la falta de concentración (puede pasar desapercibida). La familia y los amigos del paciente pueden ir notando un comportamiento cada vez más enrarecido, pero el diagnóstico no se cristaliza hasta que no es patente una conducta excéntrica o hay una visión distorsionada de la realidad -con delirios y alucinaciones-. 

:: El consumo de drogas precipita "brotes psicóticos", ingresos y deteriora al paciente y su entorno. Existe la hipótesis de la automedicación; se "usan" drogas o alcohol para mitigar los síntomas positivos y negativos. Esto oscurece el pronóstico.

:: Rodrigo Córdoba Sanz. Psicólogo y Psicoterapeuta.
Zaragoza. C/ Lacarra de Miguel 27. 2C.
email: rcordobasanz@gmail.com
web: www.rcordobasanz.es

1 comentario:

Silvia Parque dijo...

Bueno... para muchos, el mundo puede es un lugar hostil para vivir, percibiendo claramente la realidad.