SOBRE PARIR, POR MICHELLE SADLER.
La antropóloga chilena Michelle Sadler me ha escrito esta reseña sobre Parir. Y una lectora anónima me ha hecho llegar esta bella imagen, ¡gracias a las dos!
“Parir” de Ibone Olza, por Michelle Sadler.
Cuestionando las limitaciones de las definiciones biomédicas que por mucho tiempo han hegemonizado el discurso en torno al nacimiento, en “Parir” Ibone Olza nos enfrenta al acto trascendente de dar a luz y de nacer desde la más actualizada evidencia en neurociencias. Del frío, técnico y mecánico “acto de expeler en tiempo oportuno el feto que [la mujer] tenía concebido” la autora propone un salto hacia el emotivo, profundo y trascendente viaje de transformación que experimentan los bebés que nacen y las mujeres que dan a luz. Ibone demuestra como este viaje de transformación, que antes podía ser referido como producto del esoterismo o de la mera especulación, tiene un fuerte asidero en cuantiosa y contundente investigación que prueba el enorme impacto existencial que el nacimiento imprime en los seres humanos.
La propuesta de la autora es la de analizar el parto desde la psicología y las neurociencias, descubriendo un escenario neuroquímico de “hormonas del amor a raudales que promueven el placer y el bienestar”. La respuesta de Ibone al porqué de la intensidad psíquica del parto y de la presencia de las hormonas de la vivencia amorosa es el AMOR mismo, “el amor como base de todo el desarrollo social y comunitario”, para llegar a plantear que “la evolución ha seleccionado o privilegiado el amor como clave para la supervivencia de nuestra especie”. Se trata así de una ciencia del amor, una ciencia del vínculo emotivo, que contribuye a horadar aquel biologicismo desvinculado de la emoción que fue protagonista en la medicina durante los últimos siglos. Se alude así a una ciencia holística donde la distinción entre las disciplinas biológicas y sociales queda obsoleta, en la comprensión de la imposibilidad de separar cuerpos físicos de cuerpos emocionales, cuerpos sociales y cuerpos culturales. Se trata de cuerpos vividos, territorios múltiples e híbridos que no pueden ser comprendidos por partes sino solo en su completitud y desde/con la experiencia de sus protagonistas.
“Parir” se erige como texto fundamental para todos quienes nos interesamos por el futuro de la humanidad y comulgamos con la importancia de la protección de nuestra capacidad de amar desde nuestros más tempranos inicios.
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