THICH NHAT HANH
La energía del mindfulness o atención plena es el bálsamo que reconocerá y sanará a nuestro niño interior. Pero ¿cómo se cultiva esa energía?
La psicología budista divide la conciencia en dos partes, la conciencia mental y la conciencia-receptáculo. La conciencia mental es nuestra conciencia activa. La psicología occidental la llama "mente consciente". Para cultivar la energía de la atención plena, tratamos de implicar a la conciencia activa en todas nuestras actividades para estar realmente presentes en todo lo que hacemos. Queremos estar plenamente atentos cuando nos tomamos un té o cuando conducimos por la ciudad. Cuando andamos, queremos ser conscientes de que estamos andando. Cuando respiramos, queremos ser conscientes de que estamos respirando.
La conciencia-receptáculo, también llamada "conciencia raíz", es la base de nuestra conciencia. En la psicología occidental se denomina "mente inconsciente". Es el lugar en que se almacenan todas nuestras experiencias pasadas. La conciencia-receptáculo tiene la capacidad de adquirir y procesar la información.
Thich Nhat Hanh: <>. 2017. Paidós. pág. 23
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