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Paz y Ciencia

domingo, 30 de noviembre de 2014

Friedlander: Vaciarse y Trascender

FRIEDLANDER: "Indiferencia Creativa"

Poco se sabe de este autor y de su obra, desaparecida en la Segunda Guerra y hoy muy difícil de encontrar. 
C. Naranjo ha ido recuperando algunos escritos y datos después de ardua búsqueda, y aquí resumo sus hallazgos. Salomon Friedlander nació en 1871. Nunca se interesó en los estudios escolares; comenzó Medicina por voluntad de su padre, abandonando estos estudios por los de filosofía. En 1897 atravesó una transformación durante la cual pasó largos períodos sin alimentarse y tuvo acceso a estados de éxtasis. En este tiempo descubrió ese punto medio entre el sí y el no de la voluntad que llamó al principio una «indiferencia viviente hacia la polaridad del mundo».
Escribió Kant para niños donde interpreta el idealismo kantiano según su propia intuición de un sujeto puro como realidad trascendente y su experiencia de la toma de conciencia del yo profundo como liberación. Las obras que él mismo consideró más importantes son "Al yo mágico" y "El Experimento Hombre", si bien escribió más de cuarenta libros y fue calificado en vida como un «Voltaire alemán», «un Charlie Chaplin de la filosofía», «el único heredero de Nietzsche», así como «un profeta» y «el prototipo del cínico». Tras la llegada del nazismo se trasladó a París donde vivió años de gran miseria. La Gestapo le mantuvo prisionero en el sótano de su casa, ya que su vejez le impedía ser transportado, mientras que sí se llevaron a su anciana esposa. Murió en 1946 a los setenta y seis años. Perls en su primer escrito declara su intención de revisar el psicoanálisis:
a) Reemplazando el concepto psicológico por un concepto organicista:
b) Reemplazando la psicología asociacionista por la psicología de la forma (gestalt).
c) Aplicando el pensamiento diferencial, basado en la indiferencia creativa de Friedlander.

Se apoya en Friedlander para reaccionar contra el pensamiento lineal (causa-efecto) en favor de un pensamiento que tiene en cuenta los opuestos desde una posición de neutralidad: 

Todo evento se relaciona con un punto cero a partir del cual se realiza una diferenciación 
en opuestos. Estos opuestos manifiestan, en su concepto específico, una gran afinidad entre sí. Al permanecer atentos al centro, podemos adquirir una capacidad creativa para ver ambas partes de un suceso y complementar una mitad incompleta. Al evitar una visión unilateral logramos una comprensión mucho más profunda de la estructura y función del organismo. (1947, p 17)
Esta cita de "Indiferencia creativa", expuesta por Perls en el primer capítulo de "Yo, hambre 
y agresión" sustenta la teoría gestáltica de las polaridades (en lugar de la dicotomía del pensamiento dual). Al establecer un puente entre los extremos o polos, la gestalt acentúa el valor de la diferenciación y la posibilidad de la síntesis. Hasta aquí parece llegar la influencia explicita de Friedlander en Perls, pero Naranjo rescata otros aspectos espirituales de ese libro: la conciencia indiferenciada es una expresión de la nada, una conciencia que no diferencia siquiera sujeto de objeto, conciencia pura. A esta indiferencia creativa Friedlander la llama también individualidad: es el verdadero centro de la persona, es decir que lo más personal e individual es al mismo tiempo nada, como en el budismo mahayánico. Friedlander filosofa sobre lo dionisíaco, estableciendo un puente entre Nietzsche y Perls. Retoma la actitud rebelde de Nietzsche (que oponía a la voluntad castrada su «voluntad de poder») señalando además que C. Naranjo, "Noticias de un genio olvidado"; Boletín de Psicoterapia Integrativa Transpersonal, núm. 2, Barcelona, primavera, 1995. la verdadera voluntad es interdependiente con la indiferencia creativa: ese no importarle a uno las consecuencias de su acción, esa suprema indiferencia con que uno puede ponerse más allá del mundo, es la que permite una verdadera libertad y aquella en que puede apoyarse la voluntad. Friedlander va más allá afirmando que esa voluntad es divina, que si logramos trascender el mundo podemos contactar con una voluntad, en lo más íntimo de nosotros; que es más bien una voluntad del cosmos. Individualidad y voluntad a la vez que no voluntad (indiferencia) y totalidad, como dice Friedlander: «Indiferencia creativa, pero no equivocarse con esa expresión, no se trata de individuos aislados... sino del todo vivido subjetivamente. De una conexión subjetiva con el todo. Un pathos creadon. Y en otro momento dice: «Pongámonos de acuerdo: "individuo", pero digamos de partida que el sí mismo es ilusorio», lo cual resuena con el budismo donde no se formula un self sustancial, aunque, como afirma Naranjo, es muy improbable que Friedlander tuviera conocimiento del budismo, sino que haya sido a través de su experiencia interna. 

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