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Paz y Ciencia

miércoles, 5 de marzo de 2008

Vida y Obra de las Pioneras del Psicoanálisis [Elisa Peinado]

Las pioneras del psicoanálisis tuvieron que atravesar momentos muy difíciles a nivel político y social, vivieron el reinado de la monarquía Habsburga, el estallido de la primera guerra mundial, con el destronamiento monárquico y el alzamiento de la república hasta 1934, posteriormente el Austrofascismo hasta 1938 y por último, el exilio con grandes diferencias socio-políticas. Lucharon por su propio espacio -en un momento histórico en el que sólo había sitio para el hombre- en el mundo laboral, académico y social. A pesar de la época, en que la mujer todavía usaba corsé y se bañaba en el mar vestida, ellas llenaron sus vidas de creatividad y valentía. Teniendo que pagar el precio a veces muy caro, de una forma de vida intensa, incluso desgarradora y algunas de ellas con finales muy trágicos. Luchando por sus propios principios, abriendo y afianzando un futuro para todas nosotras. Mujeres que se atrevieron a romper el molde establecido para ellas, en una sociedad patriarcal y moral burguesa. Constituyen el pasado de tod@s que nos dedicamos al trabajo terapéutico, formando parte de un saber acumulado que produce efectos en nuestra práctica diaria, lo sepamos o no.

Viena fue después de Zurich, el segundo grupo regional de la Asociación de Psicoanálisis Internacional que aceptó afiliarse a mujeres. De 1902 a 1938 fueron seleccionadas 43 analistas, como miembros ordinarios y extraordinarios, en contrapartida a 107 hombres. Comparando este dato internacionalmente la sociedad de Viena supero ampliamente a otros grupos psicoanalíticos.

En las biografías de las primeras analistas, se aprecia la diversidad de antecedentes familiares, geográficos y sociales. Contrastando con sus colegas hombres, en el carácter internacional de éstas. De las diez pioneras -que posteriormente se desarrollara su vida y sus obras- solamente tres de ellas eran de Viena, el resto su procedencia era de Rusia, Polonia, Chicago y Francia. También se diferencian de los socios masculinos en que éstos se preocupaban más por dirigir nuevos grupos regionales, que por su membresía en la Sociedad de Viena. Otra peculiaridad respecto a los primeros analistas era que pocos de ellos habían pasado por su propio análisis personal. Este hecho podría se co-determinante para la posterior actividad práctica. La mayoría de los socios hombres no eran activos en la práctica analítica propia, lo que hicieron fue incorporar el psicoanálisis en su profesión o en otras parcelas. En los campos que más influencia tuvieron las primeras analistas y por lo que siempre destacaron, fueron el desarrollo práctico y teórico del Psicoanálisis de Niños, así como la Psicología de la mujer y Feminidad. Sus perfiles profesionales y sus trabajos teóricos se basaban en su experiencia práctica.

La segunda generación, se pudo beneficiar del cambio político-social posterior a la primera Guerra mundial. Con la caída de la monarquía en Europa, se modificó en general la perspectiva e imagen de las profesiones de las mujeres, lo que se expresó en el incremento de su inscripción en las universidades así como en su profesionalización en diferentes carreras. Se impulsó la igualdad entre géneros, promovido por el Movimiento Feminista y el Movimiento Juvenil. La segunda generación de psicoanalistas, promovieron ellos mismos los cambios hacía y para la igualdad de hombres y mujeres. Ellas se esforzaban por obtener una ampliación de sus roles en la sociedad y su papel activo en el mundo profesional. Siendo el psicoanálisis un campo fértil para ello.

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