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Paz y Ciencia

sábado, 31 de marzo de 2012

Inconsciente Colectivo

Propuesta por Jung, la noción de inconsciente colectivo desarrolla la de inconsciente individual (largamente analizada por Freud), al tiempo que rompe con ella. Después de haber sido considerado heredero del fundador del psicoanálisis, hacia 1913 se separa de su maestro al comprobar que "las obsesiones de Freud no son, forzosamente, las de todo el mundo". Atraído de joven por los fenómenos irracionales (su tesis trata de "La psicopatoogía de los fenómenos llamados ocultos", 1902), considera demasiado parcial la concepción freudiana de la líbido para explicar todo lo que puede ocurrir en el psiquismo humano.
El menosprecio de Freud por "el impuro embate del ocultismo", incita a Jung a buscar, más allá del yo y sus complejos, en el trasfondo de las civilizaciones, los mitos populares y las leyendas milenarias. A semejanza de Freud, adjudica una gran importancia a los sueños, pero para buscar en ellos, a luz de los materiales históricos, los símbolos colectivos, por otra parte más ricos, según él, que los "deseos reprimidos" de un individuo. A medida que se penetra en el psiquismo, se atraviesan niveles: la persona (o personaje social), la sombra (o el conjunto de lo inconsciente) y, finalmente, el inconsciente colectivo.
Es verdad que Freud admite la existencia de un inconsciente colectivo (prueba de ello es "Tótem y Tabú"), pero jamás reconoce su valor terapéutico. Por el contrario, Jung ve allí la base más profunda y más importante del psiquismo humano, donde se acumulan todos los mitos, los símbolos y las imágenes del pasado, a los que el psicoanalista de Basilea denomina "arquetipos".
Estos son los dinamismos inconscientes que modelan el flujo psíquico informe; contienen, según Jung, una fuerte carga emocional de orden "sagrado". Pero los arquetipos, que permiten al mundo tomar conciencia de sí mismo a través del yo, pueden volverse peligrosos para la conciencia individual. Dominan la psique de una manera profundamente inconsciente. Este es, sobre todo, el caso del arquetipo de los padres.
Jung define el arquetipo como un "drama en escorzo". El campo del inconsciente colectivo está compuesto por los mismos elementos para todos los hombres. De tal modo, Jung pudo "prever" el advenimiento del nazismo en Alemania, a través de los problemas que acosaban el espíritu de sus pacientes entre 1920 y 1930. El arquetipo es un factor "psicoide" mediante el cual se establece el paso del mundo interior al exterior. Así, el descubrimiento del inconsciente colectivo corresponde a la crisis de la civilización contemporánea.
Para acceder a la autonomía, el hombre debe integrar los arquetipos del inconsciente. Este "proceso de individuación" es el resultado de toda una experiencia sembrada de emboscadas que apuntan a la "totalidad". Si bien de tendencia netamente mística, hasta ocultista, Jung considera que "el empirista no tiene nada que decir de la relación entre Sí y Dios". La inmersión en el "inconsciente colectivo" concluye, en el caso de Jung, por devolverle la dignidad a la alquimia ("Psicología y alquimia", 1944) y a la noción cristiana de "alma".

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