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Paz y Ciencia

sábado, 12 de abril de 2008

Sujeto Entrañable Analista

Sujeto Entrañable Analista (SEA)

Jacques Lacan nos trajo un concepto hermoso, el Sujeto Supuesto Saber (SsS), véase por ejemplo a Jacques-Alain Miller: http://www.elp-debates.com/e-textos/nuestroSsS-JAMiller.prn.pdf

Wilfred Bion habló de trabajar “sin memoria ni deseo”, olvidar los encuentros anteriores, las estructuras latentes, los conocimientos previos. Una neutralidad ya no sólo técnica sino referente a la percepción del analista. Esto significa, en un plano más mundano y/o real, recibir la demanda percibida del paciente sin las interferencias del deseo y conocimiento del analista. A menudo vastas y bastas.

Estos son aproximaciones intelectuales a un hecho poco frecuente, que el analista-terapeuta abandone sus prejuicios y el incómodo conocimiento que supone a veces al colocar o hacer depositario de diagnósticos y, en otro orden, fantasías. Esto último entraría en aquello llamado por DWW “interpretaciones inteligentes”, interpretaciones teóricamente y técnicamente correctas (siguiendo a un modelo excluyente concreto) pero humanamente imposibles.

En la naturaleza humana cobra valor, sentido y significado el Sujeto Entrañable Analista (SEA), dicho de otra manera, con un guiño cariñoso al genial y bizarro francés: Sujeto Supuesto Sabor. Un analista que pueda ser paladeado por el analizando como un objeto bueno, que supla las fallas narcisistas. Claro que aquí estaríamos hablando seguramente de un perfil concreto de pacientes, que cubren la inmensa mayoría de la clínica, aquellos que no son sólo neuróticos ad hoc.

El Sujeto Entrañable Analista (SEA) o Sujeto Supuesto Sabor es un analista abierto, cálido, cariñoso, mece al analizando-paciente, acuna su verbo, reposa sus afectos y revierte la perspectiva lastimera. Es un analista sin estandarizar, o estandarizado pero sin normalizar dentro de un enfoque operativo distante y estrictamente intelectual.
El SEA es un analista natural y espontáneo en términos winnicottianos.

El modelo de analista estándar es, dicho en términos winnicottianos, un falso self en beneficio del verdadero self del paciente-analizando (R. Córdoba, 2007). Un sujeto engolado, como dice la RAE: 2. adj. Dicho del habla: Afectadamente grave o enfática.3. adj. Dicho de una persona: Fatua, engreída, altanera.

El SEA o Sujeto Supuesto Sabor es una persona que sabe, que siente, conoce e intenta analizar y ayudar a entender desde lo emocional hasta lo racional. Heinz Kohut habla de la idealización transmutativa, según el Analista del Self, su trabajo con pacientes narcisistas, con organización límite para Kernberg, consistiría básicamente en que introyectaran el objeto bueno del analista para suplir esa “falta básica”, tal y como diría M. Balint. Por tanto es una mirada desde el vínculo, desde la relación entre dos personas más allá de los postulados de Freud referentes a la pulsión y el énfasis kleiniano de la agresividad y la envidia como fuentes de patología.

La psicología humanista habla de la aceptación, la autenticidad, la empatía y la congruencia. Todo ello genera una atmósfera para poder pensar y sentir. El psicoanálisis elabora constantemente un modelo de trabajo para entender más allá de la relación humana. Sin embargo, tan feroces preceptos técnicos sitúan al analizando en un falso self, una forma forzada de presentación de objetos, de mostrarse ante ese otro que porta un saber que no es suficiente. Para ser un analista hay que tener una flema muy especial, un carácter analítico, moldeado en Institutos Psicoanalíticos por supervisores y analistas. Pueden recordar aquí a Charles Chaplin en Tiempos Modernos, con el trabajo en cadena. En este psicoanálisis estándar el trabajo en cadena genera analistas en serie, aquello que Sándor Ferenczi reivindica en su trabajo “La Elasticidad de la Técnica”.

El Sujeto Entrañable Analista (SEA), es una persona que se ocupa del analizando en este orden: entender, ayudar (raíz etimológica de terapia), sostener-apoyar, ser usado (que no utilizado). Mostrar los fenómenos inconscientes al analizando-paciente, que desconoce o, las más veces, desplaza de su conciencia por diversos mecanismos los contenidos frustrantes, los recuerdos.

El SEA es alguien que puede amar y ser amado, es un analista, es un terapeuta y un ciudadano libre de opinar. Es compatible la neutralidad técnica dentro de un margen de sentido común, al que hay que convocar más a menudo para el trabajo analítico. Digo esto porque la mayor parte de los pacientes que acuden en el Siglo XXI a nuestras consultas no conocen los pormenores del psicoanálisis y si lo conocen, muchas veces no lo respaldan. Avanzar es la única forma de ser una ciencia, es absurdo que la Sociedad avance en una línea y esta ciencia Médica y Humana lo haga en un sentido retroactivo, para rendir culto y homenaje a Ilustres o Figuras Relevantes en la vida formativa del analista.

El SEA es un analista desenfadado, sin complejos, sin excesiva inseguridad, desenvuelto, cómodo en su trabajo, feliz por lo que hace, realizado con su forma de ser y trabajar. Puede que esté analizado. Esto es captado por el paciente, capturado en su aparato psíquico e introyectado. Las intervenciones se hacen de inconsciente a inconsciente. También se ayuda a integrar aspectos de su discurso, de sus relaciones objetales. El instrumento es la palabra, lo frecuente (cada vez menos) es hacerlo desde un supremo intelecto SsS autoengañado hasta el Sujeto Engañado, el paciente. Esto, por mucho que nos pese es sugestión o hipnosis. En el peor de los casos persuasión.

El SEA es, el SsS es un falso self, una quimera, el analista estandarizado que no ha encontrado su forma de vivir y de analizar es un falso self, pero no la vertiente sana que todos tenemos sino potencialmente peligroso. Apurado por sus Contratransferencia Complementaria (Racker) y su Contraidentificación Proyectiva (Grinberg). Las fuentes que nutren este falso self profesional en beneficio del verdadero self del paciente son las siguientes:
Uno, la arquitectura de su deseo (J.A. Marina); dos, la relación con el mundo, la motivación que le conecta por el gusto por el trabajo analítico-psiquiátrico-psicológico (de poder, de afiliación, etc) y tres, la formación como terapeuta.








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