PEACE

PEACE
Paz y Ciencia

sábado, 17 de noviembre de 2007

Nuevo Fantasma: Una muchacha maña

Una muchacha maña marchó de España. Inquieta, interesante, atractiva y juguetona quiso conocer otras tierras, otros intereses y disfrutar de la fiesta de otro país, una Hemingway de raza. Su impulso germanófilo le hizo encontrar un trabajo como hubiera hecho tiempo atrás su hermana en Dublín. Como economista pasaba los días en la oficina algo nostálgica, esperando el reencuentro con su familia, los mimos de su mama y el calor de sus amigos. Un día enfermó y pasó una semana en su casa, en una ciudad llamada Mainz (Maguncia en español). Una pequeña ciudad a 30 km, de Frankfurt y a 10 km. de Wiesbadem, donde se celebró en el 32 el Congreso Internacional donde Richard Sterba nos trajo felizmente aquello de la “alianza terapéutica”. Esta muchacha de ojos brillantes se encontró con un amigo en la red de redes, aquella que es capaz de unir a personas desde la distancia, de tender puentes, de servir de soporte para un espacio transicional donde jugar y comunicar. Sumergidos en aguas internacionales relató: la verdad es que lo de estar mala me lo merezco un poco, porque el finde pasado, fui a Gante al "i love techno" un pedazo festival estilo Monegros pero mejor, y lo di absolutamente todo, y claro esta semana me ha pasado factura… La muchacha contó que había leído la página web de su amigo, una de esas personas a las que ves poco pero al que te sientes conectado. Le sirvió para imaginar y tender lazos entre su morada y su tierra natal, en su imaginación trazó el deseo de unión con esa persona, como acercando su barco a la piel de toro. Juntos compartieron experiencias. La llegada a la ciudad de su pareja, tras unos intensísimos días en Holanda hizo que nuestra querida amiga y amante de la libertad dijera: me agobié y lo dejé. La joven de la perla, como dijeron cariñosamente entre los dos decidió marchar tras dejar esa sensación de haber sido atravesado por un vuelco de cariño, una de esas míticas flechas de cupido, un recuerdo, una perdida al móvil…
Como casi siempre uno de los dos tenía pendiente otra actividad en su administrador de tareas, así que efusivamente se despidieron tras degustar juntos unas tapas imposibles. Así fue el final de este encuentro:

Ella: wapii me tengo que bajar a comer con unos amigos y así salgo un poco de casa que llevo unos cuantos días encerrada y hoy ya me siento con fuerzas, luego vuelvo, me ha encantado hablar contigo como de costumbre corto pero intenso.
Él: jiji, bueno me das permiso para colgar un cuentecillo?
Ella: jajaja yo permiso??
Él: …sobre este episodio de tu vida
Él: sin nombres
Ella: todos
Ella: muchos besos cielo
Ella: muuuass
Él: (abrazo).


Dedicado a María Victoria (mavipedu) y a M. Poncela

No hay comentarios: