Para el budismo la ignorancia es el primero de los tres fuegos que nos consumen. Esta no es lo opuesto al conocimiento, sino a la iluminación. No es que el ignorante carezca de conocimientos intelectuales, sino de sabiduría, que es una forma de saber más profunda y no nace del intelecto, sino de la conciencia.
Cuando el budismo habla acerca de los tres fuegos que nos consumen, se refiere a ellos de diferentes formas. Les llaman, “los tres venenos”, “las tres raíces del mal”, “los tres envilecimientos”, “las tres corrupciones” y otros nombres más. Genéricamente se agrupan bajo la palabra kleśā.
Los budistas piensan que los tres fuegos que nos consumen son los que llevan con mayor rigor al sufrimiento. Los ven como una energía poderosa, capaz de originar compulsiones autodestructivas en los seres humanos y de intensificar cualquier conflicto con los demás. Su efecto directo es la infelicidad y la insatisfacción.
El budismo también señala que esos tres fuegos que nos consumen son aquello a lo que en conjunto se le llama “ el mal". Estos tres envilecimientos se alimentan entre sí; el uno da lugar al otro, o viceversa. No se presentan de manera individual, sino que actúan en conjunto.
Así mismo, en esa filosofía la aparición de alguno de los tres fuegos que nos consumen es una ocasión que debe ser aprovechada. Otorga la oportunidad de evolucionar, mediante el entrenamiento de la voluntad para enfrentarlos. ¿Cuáles son esos tres venenos? Enseguida lo veremos.
“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento”.
-Viktor Fankl. Para el budismo la ignorancia es el primero de los tres fuegos que nos consumen. Esta no es lo opuesto al conocimiento, sino a la inundación. No es que el ignorante carezca de conocimientos intelectuales, sino de sabiduría, que es una forma de saber más profunda y no nace del intelecto, sino de la conciencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario