LACTANCIA, SEPARACIÓN DIVORCIO Y CUSTODIA.
Ibone Olza
Sigo con la lactancia en esta primera semana de octubre. Cada vez con más frecuencia me llegan peticiones de ayuda con un contenido similar a este:
"Me estoy separando del padre de mi hijo o hija, que tiene (---) meses o (---) años y sigue tomando teta. Su padre quiere la custodia compartida, o llevárselo los fines de semana alternos, ¿cómo puedo conseguir que no lo haga para que mi hijo-a siga durmiendose al pecho o tomando el pecho a demanda?"
Lógicamente las versiones cambian de unos casos a otros, influyendo mucho la edad del bebé y la angustia que le produzca a la madre la perspectiva de separarse del mismo.
¿Cuál es mi respuesta? Pues creo que depende de muchos factores, y no se puede generalizar:
- La edad: no es lo mismo antes que después de los seis primeros meses. Antes, cuando la recomendación es de lactancia exclusiva, sería descabellado pensar en medidas que no promuevan y respeten esa lactancia a demanda.He escuchado casos donde hombres que se habían desentendido de sus parejas ya durante el embarazo reclamaban una "custodia compartida desde el parto" y atrocidades similares, lo que demuestra un desconocimiento absoluto de lo que son las necesidades de los recién nacidos. A partir de los seis meses, pues también va a depender de la edad y del siguiente punto:
- Lo involucrado que haya estado el papá en los cuidados y el vínculo que tenga con el bebé. Creo que si reclamamos la implicación de los padres en la crianza no es justo luego querer sacarles de la foto en el momento en que se rompe la pareja. Hay padres que han estado cuidando y sosteniendo desde el principio, acostumbrados al colecho y muy vinculados a sus bebés. En ese caso, ¿es disparatado pedir que pasen una noche o más con un bebé de diez meses , o con un niño o niña de teta? Pues no lo creo, sinceramente. Lo que sería un disparate es pedir por ejemplo quince días, evidentemente, pero una noche cada dos semanas no tiene porque ser perjudicial ni arriesgado para la lactancia.
Conozco muchos casos como el mío, de mujeres profesionales que por razones laborales hemos tenido que volver a hacer guardias de 24 horas a los pocos meses de dar a luz y aun así hemos mantenido la lactancia años. Madres incluso que han mantenido una custodia compartida de semana si, semana no, desde que el bebé tenía un año y aun asi han mantenido la lactancia cuatro años (como contaba Diana Aller creo que en su blog). Por eso creo que el riesgo de perder la lactancia por que el niño o niña duerma una noche con su padre es muy bajo, y que es importante el apoyo de los grupos de madres para conocer como lo han hecho otras madres que por diversas razones se han tenido que separar de sus lactantes una o más noches y aun y todo han conseguido mantener la lactancia meses o años.
Creo que cada caso es único, que se tiene que valorar las circunstancias de cada bebé y sus progenitores, los vínculos y las motivaciones. No entiendo que a padres que han maltratado severamente a las madres se les permita mantener la custodia de sus hijos. Tampoco entiendo que se llegue a utilizar la lactancia de un niño o niña de más de un año como herramienta para prohibir las pernoctas del padre con su hijo o hija.
Las situaciones son tan complejas que es difícil recomendar nada más allá de la mediación familiar. Por eso me ha parecido útil e interesante este documento de la Asociación de Lactancia Australiana, en el que además de recordar que la leche materna debe de ser el principal alimento durante el primer año de vida y señalar los riesgos de la lactancia artificial insisten en tener siempre como prioridad absoluta el bienestar del bebé.
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