Lo dañino para la irracionalidad del estado de infancia. Los prejuicios son falsas evidencias que proceden de nuestra propia experiencia de vida. El estado de infans (el que no habla) es un estado inicial de dependencia biológica, afectiva y también intelectual.
Nos constriñe a recibir sin examen posible un cierto número de representaciones, de opiniones traídas en y por el lenguaje.
El estado del prejuicio es, de esta forma, propio de la condición humana. El hombre, por su situación en el mundo, no puede tener prejuicios. Conviene, pues, partir de esta constatación si queremos comprender por qué y cómo luchar contra ellos.
sábado, 23 de marzo de 2013
Irracionalidad
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