La ambición del ego domina la primera parte de nuestras vidas, así nos ilustra sobre cómo y por qué debemos sustituir esa ambición para poder vivir una vida con sentido.
El cambio no significa que debamos perder nuestras pulsiones o nuestros anhelos, significa simplemente que vamos a desear algo nuevo. Al comprometernos con un modelo de vida basado en aquello que tiene un propósito real, nos alejaremos de las exigencias interminables y las falsas promesas por las que se distingue la agenda del ego.
Porque todos tenemos la opción de renovarnos, dejar atrás la ambición, abrazar el sentido de nuestra vida... y completar así el retorno al origen que nos creo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario